Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
La trama rusa no descansa en verano: el juez Aguirre insiste en investigar lo ya archivado
No hay manera de que el PP acierte en un pronóstico, por Íñigo Sáenz de Ugarte
OPINIÓN | 'Récord de empleo, récord de necedad', por Rosa María Artal

Condena a una empresa por despedir a un trabajador por ser gitano

Un camarero durante su jornada laboral, en una fotografía de archivo

Laura Olías

6

Despedido por ser gitano. Es la conclusión a la que ha llegado un tribunal de León, que da la razón a Pedro H.R. un trabajador de etnia gitana que empezó a trabajar como camarero en un bar y que denunció a su empleadora por prescindir de él por su origen, asesorado por la Fundación Secretariado Gitano. La magistrada considera probado el “clima hostil que percibía el trabajador por su condición racial”, por lo que concluye que el despido es nulo por discriminatorio y reconoce una indemnización por daños al afectado de de 7.501 euros.

En un momento en el que el racismo está en el foco mediático, debido al ya nombrado como 'caso Vinícius', la Fundación Secretariado Gitano ha celebrado que “se haya hecho justicia en un caso muy claro de antigitanismo, una forma específica de racismo todavía muy extendida en España”. La sentencia, de primera instancia, puede ser recurrida.

Buen trato hasta descubrir que era gitano

El trabajador afectado relató en el juicio “el buen trato que la empresaria tenía con él desde el inicio de la relación laboral”, pero este “se torció cuando se enteró que Pedro era gitano”, recoge la sentencia, que firma la magistrada Helena Antona Suena, del juzgado de lo Social número 3 de León.

“Los hechos sucedieron cuando Pedro H.R, trabajando en el restaurante, atendió a unos clientes gitanos, que conocía de vista y estuvo hablando con ellos. Fue en ese momento, cuando la jefa del restaurante le preguntó si él era gitano y cuando él le contestó afirmativamente. Ella le reprochó que ese dato se lo tendría que haber comunicado antes de ser contratado puesto que quería saber quién trabajaba en su empresa”, relatan desde Secretariado Gitano.

Desde ese momento, el trabajador relató que el trato de la jefa cambió totalmente, incluso con comentarios como “tienes que leer más y aplicarte en los estudios, en vez de sentarte con primos a tomar litronas y tocar guitarras” y “desde que estas aquí, no paran de entrar gitanos cuando antes venían de vez en cuando”, recoge la sentencia, algo que afirmó que “no es bueno para el negocio”.

Tras escuchar a ambas partes, la magistrada se posiciona a favor de la existencia de discriminación. Por un lado, destaca “la falta de acreditación por parte de la empresa de la existencia de los hechos motivadores de la decisión extintiva, unido a las versiones contradictorias [hasta tres diferentes] ofrecidas en cuanto a la  forma y el motivo del despido del trabajador”.

Por otro, considera acreditado “el clima hostil que percibía el trabajador por su condición racial”. Todo ello, ofrece “indicios suficientes de la discriminación padecida por este en  la acción extintiva”, concluye.

Animar a víctimas a denunciar

Pedro fue asesorado por una técnica de Igualdad especializada en lucha contra la discriminación de la Fundación Secretariado Gitano, Selene de la Fuente García, que acudió como testigo al juicio al estar presente en una conversación telefónica en la que la jefa instó al trabajador a que no volviera más a su puesto, que no quería contar con él.

“Esta sentencia es un buen precedente para los casos tan habituales de discriminación en el empleo por motivos antigitanos, que sufren muchas personas gitanas y que son vulneraciones graves de derechos, al limitar o impedir a las personas mejorar sus condiciones de vida”, celebra De la Fuente García.

Desde la fundación esperan que “este caso sirva para animar a más víctimas a denunciar cuando sufran discriminación racial o étnica en el empleo o en cualquier ámbito”, lo cual indican que “pueden hacer llamando al número 021 activado en el día de ayer para acceder al Servicio de Asistencia a Víctimas del Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica (CEDRE), órgano adscrito al Ministerio de Igualdad, y que es prestado por la FSG junto con otras siete entidades referentes en la lucha contra todas las formas de racismo”.

Etiquetas
stats