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Consumo implantará un etiquetado por colores de los alimentos que informará de su calidad nutricional

El ministro de Consumo, Alberto Garzón.

Antonio M. Vélez

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El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha anunciado este viernes en el Senado que su departamento va a implantar “para el primer cuatrimestre de 2021” un etiquetado “voluntario” por colores de los alimentos que informará de su calidad nutricional.

El sistema finalmente elegido será el denominado Nutriscore, elaborado en Francia y consistente en un código de colores (asociados a letras) que va del verde al rojo según la valoración de grasas saturadas, azúcar, sal, calorías, fibra y proteínas por cada 100 gramos de producto. Es el que ya han anunciado que van a adoptar Alemania y Bélgica.

Garzón ha señalado que la protección de la salud alimentaria es “uno de los elementos centrales para este ministerio”, y que los indicadores de obesidad en la población infantil española son “desoladores”, especialmente por clase social, ya que es “mucho mayor” en las familias más desfavorecidas y con menor nivel de estudios. El ministro ha confiado en que “la inmensa totalidad de las empresas” acaben implantándolo dada la “concienciación” que existe en esta materia.

En febrero, en su primera comparecencia en el Congreso, Garzón ya anunció que una de las líneas de trabajo de su departamento sería implantar un etiquetado frontal de los productos alimentarios, tras quedar la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) adscrita a Consumo.

Finalmente, se ha optado por el sistema Nutriscore, que es similar al que califica la eficiencia energética de los electrodomésticos o las viviendas, que si bien “no es perfecto” sí “muy adecuado”. Ya lo han adoptado de forma voluntaria algunas empresas en España, especialmente francesas, según Garzón.

En principio, será voluntario, porque así lo establece la UE, pero la intención de España es, junto a los otros tres países que han optado por el sistema Nutriscore, presionar en Bruselas para que sea “de obligatorio cumplimiento”, según Garzón, que ha apelado a la “correlación de fuerzas” de esos países para que no sea opcional.

Publicidad de los alimentos infantiles

Durante su primera comparecencia como ministro en el Senado, a petición propia y de distintos grupos parlamentarios, para informar de las líneas generales de su departamento y de las consecuencias de la crisis del coronavirus, Garzón también ha anunciado un “refuerzo” del Código PAOS de autorregulación de la publicidad para los alimentos y bebidas dirigidos a menores de edad.

La intención, según fuentes conocedoras de la medida, es endurecer ese código elevando la edad de actuación de ese código, dirigido a los menores de hasta 12 años, que se elevaría hasta los 15 años. También se plantea prohibir la participación de personas famosas en la publicidad de alimentos poco saludables destinados a ese segmento de la población.

El objetivo es evitar el “descontrol” publicitario con los alimentos infantiles. El ministro ha dicho que el objetivo es “acordarlo todo”, pero ha recordado que, pese al carácter voluntario de los códigos de autorregulación, el Gobierno tiene “la prerrogativa de poder actuar en preservación de la salud del menor”. Ha confiado en que “la totalidad” de la industria alimentaria apoye ese endurecimiento del PAOS, cuya última modificación es de 2013.

El ministro también ha insistido en su voluntad de adoptar “instrumentos fiscales, que tienen que ver con incentivar, no con recaudar”, en materia alimentaria, mediante un sistema “que haga más atractivos los productos saludables porque son más baratos”, en detrimento de otros que no lo son, como las bebidas azucaradas o los alimentos ultraprocesados.

Juego y un borrador “tibio”

Respecto al borrador de publicidad del juego, Garzón ha insistido en que tras las “lecciones” del estado de alarma va a “mejorarlo y reforzarlo”. El nuevo texto se enviará de nuevo a la Comisión Europea “en los próximos días” tras las aportaciones de “la sociedad civil”, y tras las críticas de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y amplios sectores de la izquierda a las excepciones que permitían a las casas de apuestas anunciarse durante las retransmisiones deportivas en horario infantil.

El texto que se envíe se parecerá más a la regulación que estuvo vigente durante el estado de alarma (mucho más restrictiva) que al que se elaboró a principios de año. “No tengo miedo a las presiones de nadie ni me dejo atosigar ni mucho menos”, ha dicho el ministro, que ha reconocido que “una parte de la izquierda” calificó de “tibio” el borrador inicial y ha pedido que se juzgue su regulación del sector al final de la legislatura.

Garzón, que ha defendido que España “ha estado a la vanguardia en la adopción de medidas de protección de la gente más vulnerable”, ha repasado algunas de las medidas adoptadas por su departamento durante la pandemia, como la denuncia que ha interpuesto Consumo ante 17 aerolíneas por negarse a devolver el importe de los viajes cancelados, un “conflicto” que ha reconocido sigue abierto, o las advertencias de su departamento sobre la “ilegalidad” de cobrar un suplemento o “tasa covid” en determinados establecimientos.

También la “exitosa” limitación de los precios máximos de geles y mascarillas en un momento de “estrés” en los mercados internacionales y “elementos de especulación pura y dura”. “Haciendo frente a muchas predicciones que hacían muchos economistas que decían iba a provocar un desabastecimiento” y los grupos parlamentarios que pronosticaron un “empeoramiento” de la crisis, hoy, los productores de ese material “siguen ganando dinero” y esos productos se venden incluso a precios “inferiores” a los fijados.

Según el ministro, durante la pandemia “no se ha visto una elevación de precios” de los alimentos con “carácter especulativo” que “obligue” a su departamento a “actuar”.

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