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Un embajador español acompañó a Corinna en una reunión oficial como enviada de Juan Carlos I a Arabia Saudí

Corinna y el príncipe saudí Al-Waleed bin Talal en Riad, en la reunión de junio de 2007 a la que ella acudió como "representante" del rey.

Antonio M. Vélez / Gonzalo Cortizo

Un embajador de España acompañó a la princesa Corinna zu Sayn-Wittgenstein en una reunión celebrada en 2007 en Riad, capital de Arabia Saudí, en la que la empresaria y examante del rey Juan Carlos I se presentó ante el príncipe y multimillonario Al-Waleed bin Talal como “representante” del entonces jefe del Estado.

La presencia del entonces embajador español en Riad, Manuel Alabart (hoy directivo de Técnicas Reunidas), consta en una nota del diario oficialista Al Riyad fechada el 6 de junio de 2007. Y plantea la duda de si el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y, en concreto, su Ministerio de Exteriores, entonces a cargo de Miguel Ángel Moratinos, dio cobertura y medios del Estado español a las actividades de Juan Carlos I y su examante.

El asunto cobra relevancia ahora que la Audiencia Nacional investiga las acusaciones de Corinna contra el rey emérito en unas grabaciones del excomisario José Manuel Villarejo en las que la alemana hablaba de supuestas actividades ilegales. El Congreso bloqueó el martes la petición de Unidos Podemos de crear una comisión de investigación sobre este asunto gracias al rechazo de PP, PSOE y Ciudadanos.

El diario Al Riyad, considerado un medio oficioso de la familia real saudí, definía a Corinna en su nota, ilustrada con una foto de la empresaria y el príncipe Al-Waleed, con el sustantivo “mumazila”, procedente de la raíz “mazala”, que en árabe significa “representar” y se utiliza para designar al enviado y representante legal de una persona o entidad. Según Al Riyad, en el verano de 2007 Corinna se personaba en los palacios de la familia Real saudí con las credenciales de “representante” de la corona de España, con capacidad para hablar y negociar en nombre del rey Juan Carlos.  

La noticia, expresada en el tono y la forma con la que se redactan en la prensa árabe las informaciones sobre visitas oficiales de ministros y jefes de Estado, destacaba la presencia del “embajador de España en el Reino Saudí, Manuel Alabart”, y que al término del encuentro, el príncipe ofreció a sus invitados “un almuerzo”.

Que el principal representante del Estado español en Riad estuviera presente eleva el rango de esa reunión, ya que los embajadores solo suelen acompañar a cargos oficiales del Estado, y en ocasiones, a empresarios con grandes intereses económicos y comerciales en los países en los que están acreditados.

eldiario.es ha intentado ponerse en contacto con Alabart remitiendo una serie de preguntas a su correo electrónico y a través de su secretaria en Técnicas Reunidas, la empresa del Ibex de la que es vicepresidente para asuntos internacionales, sin obtener respuesta.

Una portavoz oficial de Técnicas Reunidas señala que el exembajador está “de baja” y añade: “Desde la oficina del Sr. Alabart, me indican que el Sr. Alabart no tiene nada que informar sobre este asunto”. Por su parte, la Casa Real rechaza hacer comentarios y se remite al Gobierno, por considerar que este asunto no “concierne” a su ámbito de actuación. El Ministerio de Exteriores tampoco hace comentarios.

El exministro Moratinos, en conversación telefónica, niega tener “recuerdo alguno” de esa reunión, ni de si hubo nota diplomática informando de la misma. Sí subraya que “los embajadores están para ayudar a los intereses españoles en las relaciones comerciales en el exterior”.

Al Riyad reseñaba que la examante del monarca y el príncipe Al-Waleed analizaron en el encuentro “oportunidades de cooperación e inversión en España y las formas de fortalecer las relaciones bilaterales” entre ambos países. También abordaron la situación del Fondo de Inversión Hispano-Saudí de Infraestructuras y Energía que se presentó dos semanas después en El Pardo, “cuyos esfuerzos apoya desde su creación” Corinna.

Ese fondo, creado en 2006, partió de una “idea” del propio Moratinos, según reconoce el exministro. En él participaron 14 empresas españolas, entre ellas, OHL, ACS, Endesa, Sacyr, Acciona, Iberdrola, La Caixa o Técnicas Reunidas. Acabó siendo un fiasco y las compañías españolas perdieron su inversión, 21 millones de euros, después de que la parte árabe (que debía aportar el 80% del dinero) incumpliera sus obligaciones, aunque no consta que iniciaran reclamación alguna. 

Dos de las afectadas (ACS y OHL) acabaron integrando el consorcio que en 2012 se adjudicó el multimillonario contrato del AVE a La Meca por el que, según Corinna, el rey Juan Carlos pidió una comisión “millonaria”.

Moratinos traslada la responsabilidad en las gestiones relacionadas con ese fondo del gobierno de entonces al área de Comercio, entonces dependiente del Ministerio de Industria. “No tengo ni la menor idea de esta reunión ni de que se hubiese celebrado”, asegura el entonces ministro, Joan Clos, preguntado por este asunto.

En esos años, el secretario general de Comercio era Alfredo Bonet, actual consejero de Técnicas Reunidas y secretario general del Círculo de Empresarios. Bonet también dice no tener “ni idea de que se hubiera producido esa reunión” de Corinna y Al-Waleed con la asistencia del embajador español.

Cercano al rey emérito

Considerado una de las 20 personas más ricas del mundo, Al-Waleed es muy cercano al rey emérito, que en 2012 le mostró su apoyo por carta cuando la Audiencia de Palma sobreseyó las acusaciones de violación de una modelo española contra él. Preside Kingdom Holding Company, enorme conglomerado empresarial con inversiones en multinacionales como Apple, Motorola, Citi o Twitter, que no ha respondido a las preguntas de eldiario.es sobre este asunto. El saudí fue socio de la inmobiliaria Mixta África, vinculada al entramado societario de Iñaki Urdangarin en Aizoon.

Diplomático de carrera desde 1972, el exembajador Alabart fue director general de Política Exterior con José María Aznar (1996-2000). A punto de cumplir 71 años, acredita una larga trayectoria en el cuerpo, con destinos como Argentina o Guinea Ecuatorial. Su último servicio al Estado (hasta noviembre de 2013) lo prestó como embajador en México, cargo que ocupó hasta incorporarse a Técnicas Reunidas.

Presidida por el octogenario exministro de la Transición José Lladó Fernández-Urrutia, otro amigo personal de Juan Carlos I, esta empresa del Ibex se dedica a la ingeniería y está especializada en infraestructuras energéticas. Es uno de los diez grandes contratistas internacionales del sector en proyectos llave en mano y Oriente Medio concentra alrededor del 65% de su cartera. Está especialmente presente en Arabia Saudí, donde consiguió su primer contrato en 2003.

“Somos la única ingeniería que trabaja en las cuatro grandes refinerías saudíes”, explicaba Alabart en 2017, en una jornada en la Casa Árabe de Madrid. La empresa tampoco ha querido comentar este asunto.

La reunión entre Al-Waleed y Corinna es conocida en España desde hace años, pero no había trascendido la presencia de Alabart en ella. En abril 2012, El Confidencial contó que Corinna (entonces desconocida por el gran público) había actuado en el encuentro como “representante de Su Majestad el Rey Juan Carlos de España”. Citaba una nota de Kingdom Holding Company hoy imposible de encontrar en su web.

Entonces, la Casa Real despachó el asunto señalando que no tenía “constancia de que Corinna zu Sayn-Wittgenstein haya representado a Su Majestad en ninguna ocasión” y subrayó que al entonces jefe del Estado “solo le representan los altos cargos autorizados de la Administración española”. La noticia se publicó en vísperas del accidente de caza del rey en Botsuana que precipitó un galopante deterioro de la imagen pública del monarca. Juan Carlos I abdicaría dos años después.

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