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Rajoy se la juega con la elección de De Guindos en el BCE

El ministro de Economía, Luis de Guindos.

Rodrigo Ponce de León

Este lunes el Gobierno de Mariano Rajoy se juega mucho más que tener un puesto en el Banco Central Europeo. La reunión de los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona (Eurogrupo) para decidir el próximo vicepresidente del BCE se ha convertido en una válvula de escape para que el Ejecutivo de Rajoy pueda coger aire en un momento de asfixia en la legislatura.  

La posible designación del titular español de Economía, Luis de Guindos, como segundo del superregulador europeo tiene unas implicaciones mucho más profundas en la política interna que el papel real que juega la vicepresidencia del BCE en el contexto económico internacional.  

El Partido Popular se enfrenta a una tormenta perfecta. Las elecciones catalanas han resituado a Ciudadanos como alternativa real a los populares en el espectro del centroderecha sin que Ejecutivo de Rajoy tenga capacidad de respuesta por su minoría parlamentaria. Con encuestas semanales en las que se acrecenta la imagen de Ciudadanos como alternativa y con el desgaste que suponen los continuos problemas de los populares en los tribunales por los casos de corrupción el nombramiento de De Guindos es el revulsivo al que aspiran en Moncloa y que exigen los barones territoriales del partido cansados de la parálisis de Rajoy. 

Errores propios

Fuentes de la Eurocámara que conocen a la perfección el entramado institucional europeo admiten que De Guindos es el favorito, ya que cuenta con el apoyo de Alemania y Francia, frente al gobernador del Banco de Irlanda, Philip Lane, en la votación del lunes del Eurogrupo. Sin embargo, la propia actitud del ministro de Economía y sus compañeros de Ejecutivo más el varapalo de la comisión de Economía del Parlamento europeo han desdibujado las opciones del español.

Por un lado, Rajoy no quiso quemarse anunciado la candidatura del ministro, que tuvo que autopresentarse como aspirante al BCE pero se negó a dimitir hasta que fuera corroborado por los jefes de Estado en la reunión del próximo 22 de marzo. Posteriormente, la vicepresidenta rehuyó a dar explicaciones en el Congreso sobre la candidatura de De Guindos y trasladó la pregunta de la oposición al ministro que se encontraba de viaje en Bruselas.

A este cúmulo de traspiés se une la negativa del candidato irlandés a dimitir antes de llegar a la reunión decisiva del Eurogrupo lo que provoca más incertidumbre sobre las posibilidades de De Guindos. El Gobierno español ha hecho gestiones en vano para que el candidato irlandés se caiga de la carrera por la vicepresidencia con la oferta  de apoyo para el puesto de economista jefe del BCE, que queda vacante el próximo año.

Adicionalmente, el anuncio de la Comisión de Economía de la Eurocámara en el que señalaba que Philip Lane, “fue más convincente” que el ministro de Economía en su propuesta para el puesto de vicepresidente trasladó más dudas de las posibilidades de De Guindo y provocó nerviosismo y desconcierto en el Gobierno de Mariano Rajoy.

Fuentes de la Eurocámara, que admiten que De Guindos tiene más posibilidades, apuntan que el vicepresidente de la comisión de Economía del parlamento europeo, Markus Ferber, “no prestó especial atención a que el comunicado de la Comisión colocara a los dos candidatos en igualdad. Si el apoyo de Alemania fuera tan contundente el eurodiputado alemán, que tiene hilo directo con Angela Merkel no hubiera permitido que saliera esa nota”.

“En Bruselas cada institución es muy respetuosa con el resto. El presidente de la comisión de Economía de la Cámara europea, el italiano Roberto Gualtieri, es muy institucional, y es difícil que en Brusela un organismo emita una opinión diferente a la de otra institución, se trata de evitar que haya diferencias a la hora de los nombramientos o que haya nombramientos sin el consenso de las instituciones”, añade otra fuente en Bruselas.

El varapalo del Parlamento europeo se achaca por fuentes de la Eurocámara a “la falta de una estrategia clara del Partido Popular en torno a la candidatura de De Guindos. No han hecho los deberes, ni el Gobierno ni el partido. Ni siquiera habían hablado con los liberales para convencerlos. Si el candidato irlandés puso sobre la mesa su experiencia y sus conocimientos de política monetaria, De Guindos fue con el argumento de ser el artífice del milagro económico español en la crisis, que no es lo que se pide y que, por cierto, recuerda bastante a como se presentaba a Rodrigo Rato como candidato al Fondo Monetario Internacional”.  

Finalmente, otras fuentes añaden que una parte de la dirección del Banco Central Europeo se está moviendo para frenar las opciones del candidato español ya que en el supervisor se busca una imagen de independencia del poder político y no gusta uno de los candidatos llegue tras ser ministro.

Apoyo de Francia y Alemania

Entonces, ¿por qué es favorito De Guindos?  El Eurogrupo formado por los ministros de Economía y finanzas de los 28 países de la UE decidirá este lunes a partir de las 15:00. El ganador deberá tener una mayoría reforzada formada por 14 países que representen el 65% de la población de la Eurozona. La suma de Alemania, Francia y España ya supone el 38,4% de los habitantes europeos.

Francia ha hecho público su apoyo a De Guindos. Aunque Alemania no lo ha hecho, entre bambalinas se admite que hay un compromiso de Merkel con Rajoy para aupar al candidato español. En la trastienda está la salida del actual presidente del BCE, Mario Draghi, en 2019 y las aspiraciones de Alemania de colocar a Jen Weidmann, presidente del Bundesbank, en la cabeza del supervisor europeo, de manera que hay un cambio de cromos beneficioso para ambas partes.

“Cada país tiene sus intereses, que están entrelazados. Francia y Alemania tienen mucho peso en diferentes instituciones europeas, manejan muchas cosas y le pueden pedir el apoyo a países cercanos. Si quieren que haya un compromiso de países terceros con De Guindos lo pueden conseguir porque tienen mucho que ofrecer”, explican fuentes políticas en Bruselas.     

Además de Alemania y Francia, Portugal ha anunciado su apoyo al candidato español y la agencia Bloomberg añadía que contaba con el respaldo de Finlandia, Austria, Chipre, Malta, Eslovaquia y Letonia.  Fuentes de Moncloa admitieron las reticencias de países como Italia, pero las ubicaban en el juego de la negociación comunitaria, y recordaban que a Irlanda no la ha respaldado públicamente ningún país. “Lo tiene bastante hecho. Luego se llevará probablemente un dictamen negativo del Parlamento el lunes que viene, pero no es vinculante. Probablemente será vicepresidente del Banco Central Europeo con el 'No' de la Eurocámara”, añade un parlamentario europeo.

Una derrota sería letal para la imagen del Gobierno de Mariano Rajoy. No solo porque evidenciaría la falta de influencia de España ante el resto de Europa sino que pondría en duda la estrategia política basada en la recuperación económica y la salida de la crisis con el protagonismo de De Guindos. También lo sería para el ministro de Economía ya que sería su segunda derrota en Europa tras el fracaso frente al holandés Jeroen Dijsselbloem por la presidencia del Eurogrupo. Rajoy se la juega en Bruselas. 

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