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El presidente de Caixabank asegura desconocer si el ERE en su entidad afecta la reputación del banco

Rodrigo Ponce de León

El presidente de Caixabank, Jordi Gual, ha señalado este miércoles que desconoce si el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) voluntario que ha cerrado hace pocas semanas con los sindicatos tiene efecto sobre la reputación del banco: “No sé si afecta positiva o negativamente a la reputación del banco pero por el bien de la entidad era importante llevarlo a cabo”. Gual ha asegurado que el despido de más de 2.000 empleados se ha hecho según el marco legal y de acuerdo con los representantes de los trabajadores en el curso organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE) en Santander.

En la misma conferencia, el máximo directivo de la entidad ha explicado que para solventar la “dañada reputación de los bancos” Caixabank tiene como características principales de su gestión “evitar el cortoplacismo y el compromiso con los grupos de interés: accionistas, empleados, proveedores, etc”.

Ante el pronunciamiento del gobernador del Banco de España sobre la necesidad de retrasar al máximo la edad cuando los bancos están prejubilando con 52 años, el presidente de Caixabank ha argumentado que “se ha presentado un ERE voluntario, acordado con la representación sindical, que obedece a consideraciones organizativas, que obedece al reto de la transformación digital, para reorganizar la empresa como hemos creído necesario, tomando decisiones prudentes para asegurar su continuidad y seguir siendo un banco competitivo”.

“Nos interesa que clientes y grupos de interés se desarrollen positivamente y que estén con nosotros muchos años. Nos interesa la reputación colectiva del sector pero la mejor manera de actuar es hacer banca distintiva como hacemos en Caixabank”, ha apostillado Gual.

Ante el reto que supone la llegada de posibles nuevos operadores digitales al sector financiero, el presidente de la entidad ha pedido a las Administraciones Públicas una “respuesta regulatoria” para nivelar la presión competitiva. Gual ha apuntado a extender a los nuevos entrantes las regulaciones de privacidad que tienen los bancos o que se les aplique la responsabilidad fiduciaria que se exige a la banca.

Por otro lado, el directivo de Caixabank ha negado que a pesar de la “situación anómala de tipos bajos” la entidad vaya a cambiar su plan estratégico ni a repercutir los costes cobrando a los clientes por los depósitos.

Además, no se quiso pronunciar sobre si la entidad iba a volver a Catalunya y ha pedido esperar a la actuación del nuevo equipo gestor de la Cámara de Comercio de Barcelona, de corte independentista, antes de hacer algún comentario.

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