Revés judicial para los dueños de HM Hospitales en la guerra con minoritarios del grupo de sanidad privada
El juzgado de lo Mercantil 11 de Madrid se ha posicionado inicialmente a favor de accionistas minoritarios de HM Hospitales enfrentados a la familia Abarca Cidón, los dueños de más del 90% de uno de los grupos más importantes del sector de la sanidad privada en España.
El juez Manuel Ruiz de Lara ha estimado la medida cautelar que pedían varios minoritarios de HM en la demanda que han presentado por la vía civil para impugnar la reciente absorción de los laboratorios de análisis clínicos de los Abarca, Abacid 2007 SL.
El magistrado ha acordado la anotación preventiva de esa demanda en el Registro Mercantil, como pedían esos minoritarios. Entiende que el acuerdo de la junta de accionistas, por la que el 7 de octubre de 2020 la matriz de HM Profesionales de la Medicina y la Empresa SA (PME) acordó absorber esa empresa de análisis clínicos de los Abarca, “podría ser contrario a derecho, abusivo y lesivo para los socios” puesto que la ecuación de canje planteada podría perjudicar a los pequeños accionistas del grupo de hospitales privados.
El magistrado se alinea así en esta primera fase del proceso con los argumentos de los demandantes. Estos están encabezados por la familia Espiga Calderón y representados por el despacho Martínez-Echevarría & Rivera, que preside el ex líder de Ciudadanos, Albert Rivera.
Posible salida a bolsa
El auto del juez, al que ha tenido acceso elDiario.es y fechado el pasado 15 de noviembre, señala que de los documentos aportados junto a la demanda se desprende “que el acuerdo impugnado podría ser contrario a derecho, abusivo y lesivo para los socios demandantes”. Antes de la absorción, estos tenían cerca de un 4,5% de HM Hospitales.
HM, que ha declinado hacer comentarios, se oponía a la medida cautelar que solicitaban. Esta supone dar publicidad a la existencia de este contencioso, con el consiguiente efecto reputacional para la empresa. Según fuentes del proceso, el grupo de sanidad privada entendía que esa medida afectaría a su imagen, a sus relaciones con determinados proveedores o a eventos como una eventual salida a bolsa.
En el trasfondo está la pregunta del millón en empresas familiares como HM: cuál es su valor real. Según el auto, las participaciones de Abacid aportadas en la operación se tasaron en 22.609 euros, “valor muy superior a su valor razonable”, y las de la matriz de HM Hospitales “se han infravalorado al no utilizarse criterios adecuados, utilizarse el valor neto individual de PME de forma incorrecta y al ignorar valoraciones alternativas como el valor consolidado de PME o valoraciones internas que eran superiores al valor neto contable”.
El juez asume así las tesis de los demandantes, que HM rechaza porque niega que PME se valorase a valor neto contable. Según el auto, Alma Terra y Cidotama, dos de las sociedades instrumentales con las que los Abarca Cidón controlan HM, “han recibido como consecuencia muchas más acciones de PME de nueva emisión de las que pudiera corresponder a una regla de canje equitativa”. Mientras, “los demandantes han sufrido un daño patrimonial al ver reducida su participación en PME en un 23% como consecuencia de la dilución que implicaba el canje de la operación”, afirma el auto.
Añade el juez que “no existe justificación sobre la necesidad razonable de PME de integrar las participaciones sociales de Abacid e incorporar a su accionariado a un número indeterminado de accionistas minoritarios de HM”, que fue la razón esgrimida para justificar la absorción, y que “los informes aportados no se ajustan a lo previsto” en la Ley de Sociedades de Capital. En concreto, a los artículos 67, relativo a la necesidad de contar con la valoración de un experto independiente en las ampliaciones de capital no dinerarias, y el 300, que regula este tipo de operaciones.
El juez de la Superliga
Este magistrado es el mismo que hace unos meses respaldó la frustrada Superliga de Florentino Pérez, en una decisión que no tuvo efecto al descolgarse un reguero de clubes europeos de la iniciativa que lideraba el presidente del Real Madrid y ACS. Como entonces, el magistrado lo ha hecho sin oír a las partes (inaudita parte), una decisión poco habitual.
La urgencia se justifica, según Ruiz de Lara, por “un peligro de mora procesal”: “A partir del acuerdo hay unos nuevos accionistas minoritarios propietarios del 4,07%” de PME, los procedentes de la filial HM Hospitales 1989 y “la medida cautelar solicitada permitirá el conocimiento de la impugnación” por parte de esos socios, dice el auto.
Añade el magistrado que con esta medida, y respecto a los títulos en manos de esas dos patrimoniales de los Abarca, se pretende “evitar que terceros compren dichas acciones acogiéndose a la condición de terceros de buena fe”.
Los minoritarios díscolos llevan meses denunciando la absorción de los laboratorios de los Abarca, a los que han acusado junto a sus asesores de “irregularidades” contables y con los que tienen abierto otro procedimiento abierto en otro juzgado de lo Mercantil de Madrid (el 9) contra la entrada en HM de dos sociedades de los Abarca sin informar al resto de accionistas.
En el caso de los laboratorios, los díscolos entienden que “se trata de otro movimiento más para privarnos del derecho a información, en esta ocasión diluyéndonos en una operación propia de una ficción jurídica e inaudita para el mismo grupo, pretendiendo con una ecuación de canje no pasar por tener que fijar un valor a un laboratorio propiedad del accionista mayoritario, que desde mi punto de vista vale cero a la vista de que sus ingresos dependen de HM Hospitales”, dice Lorenzo Espiga Calderón, que lidera la oposición de estos minoritarios.
Espiga Calderón, cuya familia ha pasado de tener algo más de un 4% a controlar cerca de un 3% por la dilución que implica la absorción de Abacid, acusa a los Abarca de “endosar” a HM un crédito 40 millones de euros concedido en octubre de 2019 por Abacid a dos sociedades, Cidotama y Alma Terra Mater, sus entonces accionistas. Con esas dos sociedades, los Abarca diversifican su patrimonio en otros sectores además del sanitario, como la educación concertada en Madrid a través del grupo Educare, el inmobiliario o el hotelero.
Ese préstamo contraído por Abacid se nutrió con fondos procedentes de un crédito de CaixaBank y multiplicó la deuda de la empresa de laboratorios. Y tras ser absorbida esta, fue asumido por la propia HM a través de su matriz. La operación no se mencionaba en los informes encargados a las firmas Eudita y PKF de cara a la absorción de Abacid. En las últimas cuentas de PME, se explica que el grupo “pasa a ser deudor” del préstamo al subrogarse en sus obligaciones.
“No estamos solos en esto, somos varios minoritarios, creemos firmemente en la justicia, y trabajamos también por todos aquellos minoritarios que están viendo los toros desde la barrera por miedo a sufrir las mismas represalias por las que otros hemos pasado”, dice Espiga Calderón, que critica además el “oportunismo” de llevar a cabo esta operación en plena pandemia, “queriendo poner en valor un laboratorio que se nutre del COVID desgraciadamente a través de HM hospitales”. “Represento los intereses de médicos que han dedicado su vida a este grupo y algunos han tenido que financiarse para encontrar una salida justa”, añade.
“Un lastre”
En su opinión, Abacid “es un lastre para el grupo HM que ha permitido a la familia Abarca amasar una gran fortuna fuera del grupo, que algunos fijan en 300 millones, y seguir una política de reparto de dividendos casi nula que obligó a muchos otros a vender a precios de derribo siempre a la misma familia, sin ofrecer derecho de tanteo a otros accionistas, llegando incluso a negar el acceso al libro de registro de socios”, con el fin de “ocultar información y aumentar su participación”.
Espiga Calderón subraya que la rentabilidad del laboratorio Abacid, gracias a lo que factura a HM, ha sido “descaradamente superior a la media del sector, y no se nos presentó, a pesar de haberlo pedido en numerosas ocasiones, ofertas de otros laboratorios, tarifas o contratos, en un claro abuso”.
Su familia formó parte hasta 2017 del consejo de administración de HM y lleva tiempo intentando vender parte de su paquete. Llegaron a pactar la venta de un 2% al fondo de capital riesgo español Queka Real Partners. Los Abarca bloquearon la operación intentando ejercer un derecho de adquisición preferente a un precio muy inferior.
El cabeza visible y presidente de HM es Juan Abarca Cidón, con el que elDiario.es contactó el miércoles sin obtener respuesta. Abarca, hijo de los fundadores, es el presidente del lobby de la sanidad privada en España, aunque el consejero delegado y ejecutivo del grupo HM es su hermano Alejandro. En el consejo de HM, además de la otra hermana vinculada a la gestión y vicepresidenta, Elena Abarca, están también Juan Manuel González Serna, fundador del grupo alimentario Siro y vicepresidente no ejecutivo de Iberdrola, y Federico Conchillo, muy vinculado al capital riesgo.
“HM Hospitales era una sociedad creada por médicos, a los que se ha olvidado por un relevo generacional en la compañía, donde la codicia, que es muy mala consejera, puede marcar el futuro de algunos”, asegura Lorenzo Espiga Calderón. El grupo, con unos 5.300 empleados, 15 hospitales y una importante presencia en Madrid, Galicia y Catalunya, opera en un sector al que la pandemia ha convertido en estratégico, con carácter anticíclico y que lleva años en el punto de mira de algunos de los mayores fondos de inversión del mundo. En junio, HM anunció un ligero aumento de su facturación en 2020, pese al coronavirus, hasta los 466,2 millones de euros.
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