Sacyr no llega a un acuerdo de ERE con la plantilla de Fluor y amenaza con “cerrar la empresa”
La constructora española Sacyr y la ingeniería estadounidense Fluor se casaron en octubre de 2015. Juntas constituyeron la sociedad Sacyr Fluor, participada al 50% por cada una, con el fin de hacer proyectos para petroleras y gasísticas. Pero la pandemia, el parón de las inversiones y la rebaja de sus propias expectativas —pretendían facturar 88 millones de euros en 2016 y se quedaron en 56, cifra que se fue reduciendo en los últimos años— han mandado al traste la unión.
El pasado mes de junio, Sacyr anunció que se quedaba con el 100% de la compañía, al tiempo que Fluor replegaba su presencia en España. La consecuencia directa era el despido de 186 personas, de algo más de 300 que son en total.
“Firmaron la venta ante notario y dos días después nos comunicaron el ERE para cargarse a media plantilla”, cuenta Juan Manuel del Río, responsable de ingenierías de CCOO y parte de las negociaciones. “Empezamos a hablar el 10 de julio y llegamos a un preacuerdo que nos parecía aceptable. Pero se cargaron a varios directivos que estaban en la mesa de negociación y el propio acuerdo. Y desde entonces no hemos vuelto a hablar”.
Del Río reconoce que nunca se había visto en una situación igual. El preacuerdo al que llegaron la empresa y la representación de los trabajadores reducía el número de despidos a 145 y otorgaba indemnizaciones de 36 días por año trabajado. Tras descartarlo, la siguiente propuesta de Sacyr —que no hará declaraciones antes de cerrarlo del todo—bajaba la indemnización a 28 días por año trabajado con un máximo de 18 mensualidades. La plantilla, que ha creado una mesa de representación ad hoc porque no tenía comité, descartó esta proposición.
“Fluor era una compañía muy seria y funcionaba bien”, continúa Del Río. “Pero Sacyr nos ha dicho que está dispuesto a cerrar la empresa si no llegan a un acuerdo. Y es Sacyr, no una ingeniería cualquiera”.
La 'joint-venture' de Sacyr Fluor tiene oficinas en Madrid y en Llanera, Asturias. Los trabajadores de la segunda se manifestaron este martes para denunciar los “desprecios” y “coacciones” que están sufriendo. Según recogió La Voz de Asturias, se mostraban “hartos de una negociación infructuosa por el momento, debido a la postura hierática, prepotente e incluso coaccionadora que Sacyr lleva a cabo durante todo el proceso de negociación”.
En la mesa de negociación está Silvia Loureda, hija de José Manuel Loureda, uno de los principales accionistas de Sacyr y dueño del 7% de la empresa. Loureda hija ascendió recientemente para encargarse del área de ingeniería. “Es dialogante, pero no va a dar su brazo a torcer”, continúa el representante de CC.OO.
En la mesa también está un equipo de abogados contratado por los trabajadores. Este martes por la tarde tenía lugar la penúltima reunión, que concluyó sin novedades. El miércoles por la mañana está prevista la última, momento en el que los trabajadores de la sede madrileña se manifestarán. De no haber acuerdo, la plantilla no descarta demandar a la empresa. “Suponemos que, o hay avances, o acabaremos en ruptura de la negociación”, zanja Del Río.
Actualización: el jueves de madrugada la empresa llegó a un acuerdo con la representación de los trabajadores, que aún debe ser refrendado en asamblea. Finalmente, habrá 153 afectados que se irán con una indemnización de 32 días por año trabajado con un máximo de 22 mensualidades.
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