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Cuando Strauss-Kahn quería combatir los paraísos fiscales como a Al Capone

Strauss Kahn tiene graves problemas con sus palabras y sus hechos.

elDiario.es

Rodrigo Rato ya no es el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) con el expediente de resquicios fiscales más abultado. Su sucesor, Dominique Strauss-Kahn, pelea por el pasado más viciado al reescribir hoy su hoja de servicios con la aparición de un fondo de inversión luxemburgués que presidió hasta 2014 y que ayudó a crear hasta 31 empresas en paraísos fiscales. El fondo abrió y administró empresas en paraísos como las islas Seychelles, Panamá, Hong Kong o las Islas Vírgenes para clientes como productores audiovisuales asiáticos o ricos inversores franceses, según publica Le Monde gracias a los datos obtenidos en los papeles de Panamá

Atrás queda ese momento dorado en la gestión del francés, antes de que el escándalo sexual con la camarera de un hotel truncara su carrera (la de gestor financiero mundial y la de presidente de Francia), en la que en plena crisis financiera clamaba por poner coto a los paraísos fiscales. Decía en 2009 el socialista que había que combatir estos refugios como se había hecho con el mafioso Al Capone “por la vía fiscal”

En aquellos momentos en los que incluso desde la entidad se especulaba con implmentar una Tasa Tobin, el mensaje del francés era revolucionario. El mundo se desangraba por las trampas de los bancos y el responsable del FMI decía que había que someter a estos territorios a las reglas tradicionales de transparencia bancaria para saber quién estaba detrás de las cuentas. “Con dinamita”, aseguraba el artillero finaciero que habría que atacar estas actividades al margen de la legalidad, ya que aseguraba que “estos territorios sirven para la evasión fiscal y, aún peor, para hacer tránsito de dinero que proviene del tráfico de armas o drogas”.

En 2009, el fondo de inversión luxemburgués ya tenía su actividad offshore aunque Strauss-Kahn aún no había tomado las riendas. Lo hizo en octubre de 2013, apenas unos meses después de una conmovedora intervención en una comisión del Senado francés sobre paraísos fiscales en la que Strauss-Kahn hizo un encendido ataque a la existencia de estos territorios opacos.

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