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A golpe de pedal: cinco Paradores en los que disfrutar del cicloturismo

Cicloturismo

Ricardo Arnaiz

De todos los medios de transporte que existen, pocos nos acercan tanto al entorno que nos rodea como la bicicleta. Y los que lo han probado lo saben. El cicloturismo nos pone en contacto con la naturaleza, con sus sonidos, sus colores y con sus olores. Con las ciudades, los pueblos, sus calles y sus gentes. Y nos lleva sin prisas a descubrir y conocer nuevos lugares. A nuestro ritmo. A su debido tiempo. Para que no se nos olvide disfrutar de nuestro viaje y de todas las experiencias que es capaz de brindarnos a nuestro paso.

Viajar en bicicleta es una alternativa sana y sostenible. Buena para nosotros y buena para el planeta. Para nosotros porque hacemos deporte y para el planeta porque evita el deterioro del medioambiente. Y ya sea porque te gusta realizar largos viajes desplazándote en bici, o porque la usas para hacer pequeñas excursiones una vez en tu destino, es imprescindible contar con una buena infraestructura especialmente pensada para ellas. Por eso, y para que los amantes del cicloturismo tengan a su alcance todo lo que puedan necesitar, la red de Paradores cada vez ofrece más alojamientos preparados para que podamos pedalear sin preocupaciones.

Paradores amigos de las bicis

Para que todo esté previsto cuando nos alojamos en un Parador con nuestra bicicleta, muchos de ellos se han adaptado para ofrecer una serie de servicios especialmente orientados al cicloturismo. De manera que encontramos guardabicis con capacidad para al menos diez bicicletas, zonas de taller en las que solucionar posibles averías, rutas personalizadas confeccionadas por cada Parador, y tiendas, talleres y servicios de alquiler de bicicletas asociados en las proximidades del alojamiento.

Pero hay algunos Paradores que van incluso más allá y opcionalmente ofrecen servicios como permitir subir la bicicleta a la habitación o zonas de lavado y soportes de sujeción para la bicicleta. Opciones que para muchos pueden ser de gran interés y cuya disponibilidad es conveniente confirmar previamente con el Parador.

Cinco Paradores ideales para cicloturistas

Cada vez más Paradores se están uniendo al cicloturismo y ya hay once ubicados en plena naturaleza, como los de Arties,  Ayamonte, Benicarló, Cangas de Onís, Cervera de Pisuerga, Fuente Dé, Limpias, Mazagón, Nerja, Puebla de Sanabria y Ribadeo. Ocho cargados de historia, como los de Baiona, Carmona, Lerma, Lorca, Monforte de Lemos, Sos del Rey Católico, Tortosa y Verín. Y siete que nos permiten conocer las ciudades desde dentro, como los de Argómaniz, Cádiz, Córdoba, Manzanares, Salamanca, Soria y Tordesillas.

Y aunque todos tienen su encanto, hay cinco de ellos en los que merece la pena detenerse con atención porque gracias a sus instalaciones y a su entorno pueden ser de especial interés para los que disfrutarán del cicloturismo en ellos.

Parador de Argómaniz

A unos 13 kilómetros de Vitoria-Gasteiz se encuentra el Parador de Argómaniz, en plena Llanada Alavesa y a escasos metros del embalse de Ullibarri-Gamboa. Aquí, un palacio renacentista nos da la bienvenida a un enclave tranquilo en el que desconectar y disfrutar de la bicicleta. El edificio en sí ya es toda una experiencia, de finales del siglo XVII y de estilo barroco, así como su restaurante, que además de ofrecer la gastronomía local y tradicional del País Vasco llama la atención por situarse en el antiguo granero del palacio, conservando su artesonado de madera y sus características ventanas de ojo de buey.

Parador de Benicarló

Si mientras pedaleamos lo que buscamos es playa, sol y tranquilidad, entonces no podemos pasar por alto el Parador de Benicarló, ubicado en un entorno excepcional frente al Mediterráneo. Desde él podemos relajarnos escuchando el rumor de las olas mientras desconectamos en sus inmensos jardines. A menos de media hora en bicicleta se encuentra Peñíscola, con su portentoso castillo sobre el mar, y no podemos olvidar entre pedalada y pedalada que nos encontramos en una zona de exquisita gastronomía, donde la alcachofa tiene denominación de origen propia, y donde los arroces, los pescados y los mariscos se combinan a la perfección con los productos de la huerta.

Parador de Fuente Dé

El Parador de Fuente Dé se encuentra en un lugar privilegiado, en pleno corazón del Parque Nacional de Picos de Europa y rodeado de gigantes cumbres que nos vigilan desde las alturas. A un paso del alojamiento se encuentra el famoso teleférico de Fuente Dé, que salva un desnivel de 753 metros en tan solo 4 minutos y rápidamente nos lleva hasta los 1.823 metros de altitud. El entorno es el lugar perfecto para los amantes de la naturaleza y el turismo de aventura, pues en la zona hay innumerables rutas de senderismo y posibilidad de practicar piragüismo, rafting, rápel y escalada cuando queramos dejar la bicicleta aparcada.

Parador de Nerja

Otro destino de mar y playa ideal para los seguidores del cicloturismo es el Parador de Nerja. Se encuentra en lo alto de un acantilado, asomado a la Costa del Sol, y es un lugar ideal si viajamos con niños gracias a sus amplios jardines. Se encuentra a menos de 5 kilómetros de la espectacular Cueva de Nerja, una de las grutas de mayor desarrollo topográfico de Andalucía y famosa por sus llamativas formaciones rocosas. Y además dispone de un ascensor panorámico que nos lleva directamente a la playa, para esos momentos en los que cambiamos la bici por la toalla.

Parador de Salamanca

Y para disfrutar de una de las ciudades con más historia de España a lo grande, nada mejor que el Parador de Salamanca. Se encuentra en la margen izquierda del río Tormes y ofrece una espléndida panorámica de esta ciudad Patrimonio de la Humanidad. La vida universitaria de la ciudad hace que siempre esté llena de vida y planes tanto culturales como gastronómicos. Y aunque los ventanales del Parador son el mirador perfecto al casco histórico salmantino, no podemos irnos sin acercarnos a conocer lugares de renombre como la Plaza Mayor, la Casa de las Conchas o la que presume de ser la universidad más antigua del país.

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