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Nuevo Mazda3: todas las claves de su revolucionario diseño interior

Nuevo Mazda3: todas las claves de su revolucionario diseño interior.

Jorge Castro

Completamente nuevo, de la carrocería a la suspensión, la cuarta generación del compacto de Mazda sienta también los nuevos pilares del diseño interior. Radicalmente distinto al común de sus congéneres, donde los salpicaderos tienden a ser cada vez más voluminosos y los guarnecidos de puerta más impersonales, el Mazda3 consigue la conexión física entre el vehículo y el conductor (jinba ittai, según su expresión original) con un elaborado estudio ergonómico y una deliberada supresión de elementos superfluos, distribuyendo los esenciales de forma horizontal y forrándolos de materiales de aspecto, tacto y calidad premium.

Un meticuloso trabajo interior centrado en el conductor

En un momento donde el conductor tiende a dispersar la atención entre diferentes pantallas, superficies táctiles y mandos de espectacular forma pero difusa función, Mazda devuelve una composición interior radicalmente distinta: la filosofía “ma”. Este principio, que no solo inspira sino que dicta la organización de los elementos desde un punto de vista arquitectónico, sirve para devolver un espacio en el que el aire fluye y los equipamientos (audio, clima, multimedia), se colocan bien orientados hacia el conductor buscando la máxima horizontalidad, que incrementa la sensación de espacio.

Una armonía que no pone límites a la información: frente al conductor, una lámina de plástico transparente soporta la información proyectada de forma limpia, sin interferir en el diseño ni en la atención a la carretera. En el centro de la instrumentación compuesta por dos grandes esferas, limpias y analógicas, una pantalla de siete pulgadas complementa el control del ordenador de a bordo, la navegación, el audio o los sistemas de atención hacia el resto del tráfico y, por primera vez, también hacia el nivel de atención y fatiga del conductor. Y en el centro de la consola, elevada para hacerla coincidir con el plano de los ojos pero arropada tras la sección central del mueble del salpicadero, una pantalla adicional de 8,8 pulgadas sirve de soporte ampliado para las prestaciones que permite el software específico para Android Auto y Apple CarPlay, o los ajustes de personalización.

Punto de fuga profundo

El volante de tres radios y un centro muy pequeño otorga una perspectiva muy profunda al puesto de conducción, que se envuelve a derecha e izquierda de suave material textil, coordinado con la tapicería y que continúa también en las puertas traseras. El cuero opcional por primera vez en la futura versión asociada al motor Skyactiv-X y carrocería coupé podrá estar tintada en un vistoso color burdeos. Y en colaboración con Bose, se ofrece un cuidado sistema de audio con 12 altavoces, listo para alimentarse de cualquier fuente de sonido. La curvatura del respaldo de los asientos reproduce la forma de la espalda y amplía la base para distribuir el peso y contribuir al movimiento natural del cuerpo en las curvas. Una serie de elementos pensados para pasar inadvertidos en igual medida que el tiempo o los kilómetros, que prometen ser devorados sin cansancio y con el mayor grado de atención en la carretera.

Así es la cuarta generación del Mazda3 de puertas para adentro. Tan apetecible como el exterior y pretendidamente premium para incrementar el valor del coche en un tiempo en el que la posesión de un vehículo necesita estar más justificada que nunca.

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