Extremadura perdió 1.335 reses bravas y dos explotaciones ganaderas dedicadas a su crianza el año pasado.
El número de las reses de lidia había repuntado en 2016 en Extremadura hasta llegar la cifra de 32.101, la mayor cantidad en cinco años, a pesar la crisis del sector, según el censo elaborado por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. Sin embargo, en 2017 cayeron hasta las 30.766, el tercera región española con más número tras Andalucía (66.773) y Castilla y León (39.203).
Asimismo se redujo el número de ganaderías dedicadas al toro de lidia, de 108 a 105, por detrás también de Andalucía (254) y Castilla y León (185). De las 30.766 cabezas contabilizadas en Extremadura al cierre del año, 18.915 eran hembras y 11.851 machos.
Las reses dedicadas a la reproducción eran 11.591 hembras y 665 los machos. El año pasado se registró en la región el nacimiento de 7.324 hembras y 11.186 machos. Desde el 2009, el primer censo por autonomías publicado, el año con mayor número de ganaderías registradas en Extremadura fue el 2010, con 139.
En el caso las reses bravas, el año punta fue también el 2009, con 40.427 cabezas. A nivel nacional, el Mapama habla en su último censo de tendencia a la “recesión” en la población total de reses y en la de hembras reproductoras en particular, mientras que en el caso de las ganaderías es “mantenida”.
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Abrimos una nueva ventana a la información de Extremadura. Nos asomamos a la actividad en torno a un sector como el agrario que representa en torno al 6% del PIB regional.
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