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El presunto engaño del Gobex que duró 5 días

Tedo Castro

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El pasado miércoles 11 de marzo, en Cáceres, una joven de 23 años resultaba gravemente herida tras caer de un vehículo en marcha conducido por su marido. Pocas horas después se notificaba su muerte. Una noticia que recogían los medios de comunicación esa misma tarde. En algunos, como “20minutos”, aparecían ya literalmente las primeras declaraciones de Delegado del Gobierno en Extremadura: “sin poderse determinar a priori las causas de la caída”, aunque una vez fallecida, al marido se le imputa por “homicidio doloso”.

Homicidio doloso implica el conocimiento y la intención de asesinar. Cuando el asesinato “con conocimiento e intención” lo comete un varón y la víctima es su pareja o expareja, es considerado como violencia de género. Así de explícito es el art. 1.1 de la Ley. Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género.

Sin embargo el mismo miércoles saltaba la alarma entre las Asociaciones de Mujeres, y en las redes sociales se hablaba claramente de un nuevo caso de violencia de género. De hecho se realizaron las mismas convocatorias de repulsa que en otros asesinatos machistas. El anterior, por cierto, unas horas antes de la muerte de la joven Tamara Simón. Pero éste seguía siendo “homicidio doloso”.

Jueves, viernes, sábado y domingo. Durante cuatro largos días de silencio maloliente en los dominios del Gobex, nadie confirma la muerte de Tamara Simón como violencia machista, pero se mantiene la consigna en los medios de “homicidio doloso”.

Fuera de Extremadura, se llevaban a cabo actos de repulsa y manifestaciones de condena. En Cáceres, la Plataforma de Mujeres por la Igualdad convocó un minuto de silencio. Así mismo, en Navalmoral se concentraban más de 200 personas y la familia se despedía de la joven Tamara.

Hasta el lunes 16 de marzo, el Instituto de la Mujer no ha convocado un minuto de silencio a las 12h en todos los municipios extremeños reconociendo el asesinato como violencia machista. ¿Por qué el Gobex ha maquillado la realidad durante casi cinco días?, ¿con qué finalidad?, ¿quizás con fines electoralistas? Seguro, no cabe otra interpretación, pero siempre hemos de decir “presuntamente”.

Sólo en Extremadura el gobierno se atreve a mantener la ambigüedad de un hecho, de una realidad dura de digerir pero que hay que afrontar con políticas públicas, con recursos, con decisión. No merecen gobernarnos quienes vacilan ante la violencia machista.

Con respecto a los delitos de violencia de género y para quienes aún duden, hay numerosos artículos y publicaciones que determinan a qué llamar y como tratar la violencia de género. Sirva de ejemplo el artículo de Eduardo Ramón, Profesor Titular de Derecho Penal de la Universitat de les Illes Balears en la revista Estudios Penales y Criminológicos (Nº. 33, 2013), “Los delitos de violencia de género según la jurisprudencia actual” donde dice: “La amplitud del término violencia, sobre el que debe operar su adjetivación como de género en los términos previstos en el artículo 1.1 de la LO 1/2004, permite afirmar que cualquier delito violento es susceptible de adoptar tal expresión: el homicidio, el asesinato, las lesiones, la detención ilegal, las coacciones o las amenazas no son, por definición, delitos de violencia de género, pero tienen la posibilidad de serlo, produciéndose su transformación cuando un comportamiento reúna los caracteres exigidos por dicho artículo 1.1.” (pp. 401- 464).

Pues bien, el citado artículo de la Ley. Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género recoge textualmente: “La presente Ley tiene por objeto actuar contra la violencia que, como manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, se ejerce sobre éstas por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aun sin convivencia”.

Por todo esto, La Plataforma de Mujeres por la Igualdad, y como ya lo han hecho otros colectivos feministas, exigimos un Pacto de Estado contra la violencia de género.

 

*Tedo Castro, integrante de la Plataforma de Mujeres por la Igualdad de Cáceres, en nombre de todas las personas que conforman la PMI

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