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Cómo hacer una fiesta por videoconferencia para sortear el confinamiento

Foto: Pixabay

Cristian Vázquez

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Cumplir años durante la actual cuarentena obligada por la pandemia de coronavirus puede resultar un poco triste. Sobre todo para la gente que gusta de celebrar su cumpleaños con una fiesta. Peor aún lo tienen las parejas que habían planificado -durante meses, en ocasiones más de un año- su boda o alguna otra celebración especial para estas fechas.

Sin embargo, existe una alternativa para poner un poco de optimismo ante las malas noticias: las fiestas virtuales o fiestas online. Ya muchas iniciativas han tomado esta dirección. Numerosos músicos han brindado conciertos desde sus casas, e incluso se ha organizado el festival #YoMeQuedoEnCasa, en el que decenas de artistas ofrecen música en directo a través de sus propios perfiles de Instagram.

Con humor, #YoMeQuedoEnCasa se anuncia como el primer festival “en el que no tendrás que esperar más de dos minutos por una cerveza”, o donde “puedes entrar con la pulsera que te da la gana”. Una opción parecida es la del Cuarentena Fest, “Festival de música en streaming en tiempos difíciles”, que incluye sobre todo a artistas independientes y que en su manifiesto afirma que “la música no se detiene, ni siquiera en momentos tan duros como este”.

Fiestas en modo videoconferencia

Más allá de esas propuestas masivas, todos los que tengan ganas de hacer una fiesta -tanto porque cumplan años como porque simplemente echen mucho de menos tomar algo con sus amigos- pueden hacerlo a través de internet. Está claro que las limitaciones son muchas, pero también que se pueden poner los mejores esfuerzos para que la fiesta online sea lo más parecida posible a una fiesta presencial.

Varios programas y aplicaciones son muy útiles en este sentido. Una de las más utilizadas se llama HouseParty (literalmente, algo así como “fiesta en casa”): permite crear, de manera muy simple, videoconferencias de hasta ocho personas. La app se puede utilizar con móviles y tabletas, y también -a través de una extensión para el navegador Chrome- con el ordenador.

Por supuesto, también se pueden emplear aplicaciones y programas más tradicionales, como Skype, Zoom, WhatsApp o Hangouts. Sin embargo, la facilidad de uso de HouseParty (y quizá el hecho de incluir en su nombre la palabra “fiesta”) ha hecho que esta app -lanzada originalmente en 2016 y, después de un momento de auge, no demasiado popular- haya repuntado en estas últimas semanas y sido muy elegida para las celebraciones online.

Además de qué plataforma será el soporte para el encuentro virtual, hay que tener en cuenta varios detalles organizativos más:

1. Pensar y preparar la musicalización de la fiesta

La música es una de las partes fundamentales en una fiesta y una de las claves radica en poder compartirla. Por eso, lo más apropiado será montar con antelación una lista de reproducción en Spotify o algún programa similar, y pasarla durante la fiesta de manera que todos estén escuchando a la vez las mismas canciones. Otra posibilidad, desde luego, es que todos sintonicen la misma emisora de radio, aunque en este caso, lógicamente, no podrán saber sus contenidos de antemano, serán interrumpidos por publicidad, etc.

2. Arreglarse como para salir de verdad

Uno de los riesgos del confinamiento es dejar de prestar atención a algunos aspectos esenciales, como la higiene personal y el aspecto exterior. Aunque puede sonar como una obviedad, no está de más recordar la importancia de seguir cuidando esas cuestiones cuando se habla de estrategias para sobrellevar la cuarentena del mejor modo posible. Y mucho más cuando una persona va a acudir a una fiesta, aunque esta sea virtual: debe vestirse de manera especial, ponerse guapa, incluso maquillarse y perfumarse si así lo desea. La fiesta representa una ruptura de la cotidianeidad, y todos estos elementos son claves para lograrlo.

3. Compartir comida y bebida

Esto puede parecer no tan importante, pero sirve para aumentar el sentido de reunión. Aunque los participantes de la fiesta no estén de manera presencial en un mismo sitio, pueden compartir una misma comida o una bebida. Es un recurso de gran utilidad sobre todo cuando se trata de un grupo de amigos o colegas que tienen por costumbre compartir algún plato, una copa en particular, etc. La provisión de los ingredientes y preparación del menú resultan, además, un incentivo extra y una manera de disfrutar de la fiesta desde antes de que empiece.

4. Planificar una actividad común

Del mismo modo que la comida y la bebida, planificar una actividad para que compartan todos los asistentes a la fiesta es un recurso que contribuye con el sentido de encuentro y unidad. Puede ser un juego, algún baile que todos deban efectuar, alguna consigna a la que todos deban responder, etc. De hecho, esta actividad puede ser el centro del encuentro virtual: puede no haber comida y bebida, hasta no haber música, y que la reunión sea para disfrutar de algún juego de mesa, o de dados, o de algún otro relativamente sencillo como para poder compartirlo a través de las pantallas.

Fiestas virtuales improvisadas

Igual que el COVID-19, las fiestas online también llegaron primero a China. Antes de que en Europa se dispusieran las medidas de confinamiento, los habitantes de Wuhan y otras provincias del país asiático ya se realizaban celebraciones “en la nube” para disfrutar -en lo posible- de la fiesta sin exponerse al riesgo de contagio. 

Y no hay que descartar que, al igual que en la “vida presencial”, también puedan surgir fiestas improvisadas. Fue lo que sucedió el sábado 21 de marzo, la fecha en que una pareja, en Argentina, tenía ya todo listo para casarse y celebrar la boda en una fiesta con 170 invitados. Todo tuvo que suspenderse por la llegada del coronavirus y la cuarentena obligatoria decretada por las autoridades de ese país. El mismo 21, la pareja grabó un vídeo casero en el cual, en el living de su casa, representaban la boda, y enviaron el vídeo a sus amigos.

Lo inesperado fueron las reacciones de sus amigos, compartidas en un hilo de Twitter por la hermana de la novia: comenzaron a su vez a enviar sus propios vídeos, en los que mostraban las formas en que celebraban la boda ellos también, cada uno en su casa.

En ellos, brindaban y dedicaban pequeños discursos para homenajear a los “recién casados”, aunque la boda hubiera sido solo una actuación, casi un juego. Las fiestas virtuales, tanto si son premeditadas como espontáneas, ayudan a estar más cerca de los seres queridos y, por lo tanto, a sentirse mejor, incluso aunque no se pueda salir de casa. 

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