En lo que va de año un total de 6.328 personas han acudido al Servicio de Mediación Familiar del Gobierno vasco para resolver sus conflictos. La mayoría de ellos, que son atendidos por teléfono o de forma presencial, acuden para solicitar ayuda con problemas derivados de las rupturas de pareja, aunque hay un pequeño repunte de conflictos familiares intergeneracionales, especialmente en Gipuzkoa. Según los datos aportados este miércoles por el Departamento de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico, en el primer semestre de 2025, el servicio atendió 6.328 consultas telefónicas y presenciales, frente a las 6.287 registradas en el mismo periodo de 2024. Bizkaia lideró la demanda con 3.243 atenciones en el primer semestre, mientras que Gipuzkoa registró 1.707 y Álava, 1.378.
Entre enero y junio el servicio, cuyo principal objetivo es promover acuerdos mutuamente ventajosos fuera de los tribunales y prevenir la judicialización de los conflictos, tramitó 1.463 expedientes de mediación, implicando a 2.820 personas. Esta cifra supone un 13,8% más que la del primer semestre del año 2024. El incremento del número de personas que ha participado en el servicio de mediación familiar se ha producido en los tres territorios. En Álava el ascenso ha sido del 9,3%, en Bizkaia del 16% y en Gipuzkoa del 12%. La mayor parte de las atenciones corresponde a conflictos derivados de la ruptura de pareja (más del 80%), seguidos de conflictos intergeneracionales y familiares.
La mediación familiar se trata de un servicio público, voluntario y gratuito que consiste en la intervención de terceras personas imparciales y expertas, en un entorno neutral; y se desarrolla en el contexto familiar y de pareja. El profesional o la profesional mediadora no adoptan ninguna decisión por sí misma, sino que son las partes quienes deciden y alcanzan o no acuerdos sobre el conflicto que mantienen. Es decir, la persona mediadora familiar se perfila como una figura profesional especializada, imparcial e independiente, cuya actuación es requerida, por iniciativa de las partes, a efectos de posibilitar la apertura de vías de comunicación entre ellas, proporcionándoles, a este fin, un procedimiento que permita alcanzar soluciones satisfactorias y amistosas para sus situaciones de conflictos familiares de modo extrajudicial.
Entre los objetivos de este servicio está ayudar a afrontar los conflictos familiares y facilitar la comunicación, favorecer acuerdos consensuados, minimizar los costes emocionales y evitar judicializar las relaciones familiares. El equipo está integrado por personas mediadoras familiares de carácter interdisciplinar en el ámbito social, psicológico y jurídico.
A día de hoy existen tres oficinas del Servicio de Mediación Familiar ubicadas en las tres capitales vascas. En la oficina de Vitoria (Álava), ubicada en la calle Santa Olaja de Acero, 1, con 287 expedientes en el primer semestre de este año, se atendió a 563 personas (250 hombres y 313 mujeres). Además, 195 casos llegaron a mediación formal, mientras que el resto se quedaron en fase de premediación o seguimiento.
En Gipuzkoa, en la oficina ubicada en la calle Larramendi, 1 de Donostia, con 322 expedientes y 640 personas atendidas (285 hombres, 355 mujeres), 470 mediaciones avanzaron a proceso formal. Mientras que en en Bizkaia, en la calle Santutxu 69 de Bilbao, se tramitaron 854 expedientes y se atendió a 1.617 personas (774 hombres y 843 mujeres). Además, 605 mediaciones se desarrollaron formalmente. “El 80% de las mediaciones finalizadas alcanzaron acuerdos, reduciendo la judicialización de conflictos familiares. Del mismo modo, se observa un aumento progresivo en las consultas de premediación, reflejo de una mayor sensibilización social sobre la utilidad de este recurso”, informan desde el Gobierno vasco.