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Colectivos sociales alzan la voz contra los grandes proyectos de Bizkaia: el subfluvial y el Guggenheim de Urdaibai

Concentración contra el Gugenheim de Urdaibai en Bilbao.

Maialen Ferreira

Bilbao —

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Después de publicarse el pasado 23 de julio los resultados del proceso de escucha impulsado por el Gobierno vasco y la Diputación de Bizkaia sobre el nuevo Guggenheim en la comarca de Busturialdea-Urdaibai, en el que los 500 participantes han determinado que no se niegan a albergar nuevas infraestructuras culturales, pero rechazan la idea de hacerlo en Murueta, la plataforma Guggenheim Urdaibai Stop ha pedido a las instituciones que “tengan en cuenta y respeten a la ciudadanía”. Además, otros colectivos y plataformas en contra del recién confirmado túnel bajo la Ría en Lamiako, Subflubiala EZ!, Stop Subfluvial, AMPA del Instituto Artaza-Romo y AMPA de CPI Romo, han elaborado un “exhaustivo” documento de alegaciones en el que denuncian la “irregular” aprobación del proyecto, mientras “aún está vigente” el plazo para presentar alegaciones al informe de URA.

Según anunció el pasado 17 de julio la diputada general de Bizkaia, Elixabete Etxanobe, las obras del subfluvial de Lamiako, que conectará ambas márgenes de la Ría de forma subterránea, comenzarán en el primer semestre de 2026 con un plazo de ejecución de seis años. Los cuatro lotes en los que se han divido los trabajos saldrán a licitación, de manera sucesiva, durante los próximos meses, con un presupuesto total de 543,7 millones de euros. Las asociaciones denuncian que esta situación, que califican de “precipitada y opaca”, pone en evidencia “graves deficiencias en la evaluación de un proyecto con impactos ambientales, sociales y climáticos de gran envergadura”. “El proyecto impulsado por la Diputación Foral de Bizkaia ha sido aprobado sin esperar a la resolución de URA, organismo encargado de evaluar su viabilidad hidrológica y ambiental. Esta decisión vulnera el principio de precaución y desoye las demandas ciudadanas y técnicas que exigen una evaluación rigurosa antes de dar luz verde a una obra de tal magnitud”, han advertido tras apuntar que entre los principales riesgos no evaluados, el documento de alegaciones “destaca la amenaza sobre el humedal de Lamiako, el único espacio de estas características no artificializado en la Ría de Bilbao, cuya desecación podría ser irreversible debido a las obras del túnel”.

En el caso la plataforma Guggenheim Uraibai Stop, han exigido que tras el informe de escucha llevado a cabo por las instituciones, se “respete” la decisión del pueblo. “Siempre hemos tenido claro que Busturialdea no necesita un museo Guggenheim y hoy lo tenemos aún más claro y estamos dispuestos a decirlo en este proceso y en todas las campañas que las instituciones pongan en marcha. Si lo manifestado por la ciudadanía en las calles no es suficiente, consideramos que este proceso es otra herramienta más para poder denunciar la imposición de este proyecto y que quede documentado. Escuchar a la ciudadanía no basta. Hay que tenerla en cuenta y respetarla. Sobre todo, siendo el 'proceso de escucha', un instrumento que las propias instituciones han puesto en marcha. El lehendakari Pradales lo dijo bien claro: 'No se puede gobernar sin escuchar al pueblo'. Aquí tienen una oportunidad única para dar ejemplo y cumplir con lo dicho”, reconocen desde la plataforma.

“A pesar de que no hay una oposición frontal a la posibilidad de desarrollar nuevas infraestructuras culturales, la ubicación en Murueta genera rechazo de manera transversal en diferentes perfiles y se ha convertido en un punto de fricción simbólica, cargado de valores ambientales, históricos y emocionales para la comunidad”, recoge el primer informe llevado a cabo por Agirre Lehendakaria Center -un organismo a cuyo frente está el lehendakari Juan José Ibarretxe- y la Universidad de Columbia de Nueva York, que concluye que “repensar la localización, dimensión y naturaleza de las posibles ubicaciones del museo permitiría reiniciar el debate”.

Desde la plataforma temen que el hecho de que Murueta no sea el lugar para acoger el museo haga que se escojan nuevos lugares también en Urdaibai. “Parece claro que Murueta no será el lugar para la ampliación del Guggenheim de Bilbao. Siempre lo hemos dicho, es el corazón de la Reserva de la Biosfera. Se trata de una zona con una situación de vulnerabilidad tremenda, con signos de saturación y que requiere de una gestión activa de urgencia. La exclusión de Murueta parece abrir la posibilidad de una nueva ubicación en Urdaibai, ante lo cual decimos muy claro que Busturialdea no puede acoger semejante macroproyecto turístico. Alejar el proyecto de Murueta supondría salvar el corazón de la reserva de la Biosfera, pero en ningún caso estamos dispuestos a sacrificar ningún otro órgano de la misma. Evitar las vulneraciones legales que supondría este proyecto en Murueta no puede suplir los múltiples daños que el turismo masivo supondría para la comarca. Haremos todo lo que esté en nuestra mano para que uno no sustituya al otro”, defienden.

El informe describe a Murueta, donde las instituciones piensan ubicar parte del museo junto con la antigua Cubiertos Dalia de Gernika, no solo como un lugar físico, sino como “un espacio simbólico cargado de significados colectivos”. “Las 945 hectáreas del humedal combinan orgullo territorial, memoria histórica, sensación de agravio por el abandono institucional y narrativas de protección del humedal. No es solo un entorno natural, ahora es también un símbolo identitario y político. La intervención en un espacio así requiere comprender su triple dimensión: material (humedal y terrenos contaminados), discursiva (narrativas de reserva protegida o de imposición) y afectivo-simbólica (atmósferas de desconfianza o resistencia). Estas dimensiones crean un ambiente colectivo que impide un debate constructivo si no se reconoce su complejidad”, indica el documento presentado por Gorka Espiau.

Los testimonios de personas más especializadas en las industrias culturales demandan mayor claridad y definición del proyecto museístico. “Consideran que se ha presentado el continente, pero se ha hablado poco del contenido y de la pertinencia de una nueva infraestructura de estas características. Las personas entrevistadas hasta el momento muestran una necesidad de identificarse con el proyecto, así como de ligarlo a su identidad. En opinión de estos sectores, la especialización en arte y naturaleza no debería estar reñida con una mayor presencia del arte contemporáneo vasco de vanguardia”, recoge.

En ese sentido, desde Guggenheim Urdaibai Stop exigen que se publique toda la información sobre el proyecto, ya que en el proceso de escucha hay grupos de personas que consideran que no pueden opinar porque no conocen los detalles de cómo sería un museo en Urdaibai. “Consideramos necesario que hagan público de forma inmediata el proyecto Guggenheim Urdaibai. Participantes en el informe dicen claramente que no les es posible opinar sin conocer el proyecto. La falta de información y transparencia es la narrativa más repetida en las entrevistas, y si de verdad el objetivo es que las narrativas de las ciudadanas sean claras, es necesario conocer este proyecto”, solicitan.

“Las instituciones tienen que abandonar este proyecto hoy mismo y responder con responsabilidad a las necesidades reales de Busturialdea: limpiar los suelos contaminados y el acuífero y como han repetido con asiduidad, realizar las labores de restauración; sin condiciones y respetando la Reserva de la Biosfera. Invirtiendo dinero público en beneficio de la ciudadanía y de la naturaleza y sin esperar beneficios económicos en compensación”, concluyen desde la plataforma.

El proceso de escucha no es vinculante, ya que corresponderá a las instituciones valorar los resultados y comunicar sus impresiones y posibles actuaciones futuras. “El enfoque de escucha profunda no reemplaza la decisión, pero ofrece la base para diseñar políticas públicas que se sostengan en el tiempo porque hacen un esfuerzo especial por entender los marcos de sentido de la ciudadanía. En un nivel más profundo, este debate nos permite hablar de qué modelo de desarrollo queremos para la comarca (y para el conjunto de Euskal Herria) y cómo deben activarse los procesos de gobernanza colaborativa con una fuerte perspectiva comunitaria”, apunta el documento.

A partir de ahora, el proceso continúa con más testimonios, hasta alcanzar los 1.000 e incorporar con ello a voces que aún no están suficientemente representadas, como personas jóvenes, personas mayores, personas migradas, pescadores y profesionales de la hostelería, entre otros colectivos. También se comprobará si hay cambios en los discursos dominantes entre agosto y diciembre y si emergen nuevos discursos vinculados a los acontecimientos relacionados con el proyecto de ampliación del museo.

Antes de final de año, Agirre Lehendakaria Center en colaboración con AC4-Columbia University celebrarán un seminario con expertos internacionales para contrastar resultados preliminares y enriquecer el análisis con nuevas perspectivas. Por último, llevarán a cabo la presentación del informe final a principios de 2026 con los principales hallazgos recogidos en 2025.

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