Empleo verde

Ha finalizado la campaña de las elecciones vascas y es el momento de hacer balance de ellas. Pero, por mi parte, no voy a hacer nada de eso en este artículo, a excepción de felicitar al partido ganador en las elecciones, EAJ-PNV. Voy a hablar del llamado empleo verde.

Un tema central, y creo que no me equivoco, del discurso de todos los partidos que se han presentado a las elecciones vascas, ha sido la necesidad de crear más empleo, de mayor calidad, mejora de la empleabilidad e igualdad de oportunidades, y de esta forma, reducir el nivel del paro, aunque con sus lógicos sus matrices. Sin embargo, me ha llamado poderosamente la atención que ningún partido haya hablado del empleo verde.

Los datos que teníamos hasta hace poco sobre los empleos directos relacionados con el medio ambiente en Euskadi señalaban que nuestra comunidad contaba con 24.000 empleos verdes, asociados al sector medioambiental o ecoindustria, y que “estaba mejor que muchas otras comunidades del Estado Español en esta materia y en el nivel de cabeza de la Unión Europea -entre las diez mejores regiones europeas-, por lo que ”había esperanza y optimismo en el futuro“, según un estudio de la Asociación Cluster de Industrias del Medio Ambiente de Euskadi (Aclima). Respecto a su potencial de crecimiento, se señalaba que estos empleos verdes podrían llegar a 36.000 para 2020.

Cabe señalar que en el Consejo Europeo de Ministros de Trabajo del 6 de diciembre de 2010, se aprobó un informe sobre la dimensión del empleo a la hora de abordar el cambio climático, sin duda uno de los problemas ambientales más importante del planeta, si no el principal, en que se adopta un planteamiento de amplias miras basado en políticas sobre el empleo y el cambio medioambiental, reconociendo las complejas interdependencias entre la sostenibilidad ambiental, por una parte, y los mercados laborales, por otra. En ese mismo Consejo se adoptaron también unas conclusiones impulsadas por la Presidencia belga sobre políticas de empleo para una economía competitiva, verde, con bajas emisiones de carbono y que aproveche los recursos de forma eficiente.

En ambos textos se destaca cómo Europa está a la vanguardia de las iniciativas encaminadas a dotar a la economía de una dimensión más ecológica. Sin embargo, se apunta que poner en marcha el objetivo de la estrategia Europa 2020: Una Estrategia para un crecimiento inteligente, sostenible e integrado (Comisión Europea, marzo 2010), exigirá mayores esfuerzos para orientar el consumo, las prácticas de producción y las costumbres y, por lo tanto, para mejorar el rendimiento energético, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, especialmente el CO2, y desarrollar las fuentes de energía renovables.

Como puede verse, el tema del empleo verde ha estado muy presente en la agenda internacional, pero también en la vasca.

En lo que respecta a Euskadi, distintos estudios realizados en 2010 por parte de Aclima y de la Sociedad Pública de Gestión Ambiental (IHOBE), dependiente del Gobierno vasco, plantean que las estimaciones actuales de empleos verdes tradicionales dan lugar a una distribución sectorial dominada por el sector de las energías renovables, seguida de la gestión y tratamiento de residuos y la depuración de aguas residuales.

A futuro, se plantea que uno de los principales nichos con mayor potencial de empleo verde en Euskadi está en todo lo relacionado con la energía y la economía baja en carbono: energías renovables, energías sostenibles y eficiencia energética. La revolución en la forma de producir y utilizar la energía que necesita el mundo supone un gran reto tecnológico e industrial: tecnológico porque muchas de las tecnologías para que el mundo avance hacia una economía baja en carbono no están completamente disponibles en la actualidad; e industrial, porque los cambios se tendrán que implementar en una escala muy masiva si se quiere llegar a tiempo y evitar los peores impactos del cambio en el clima. Ambos desafíos deberán venir acompañados de grandes transformaciones en las políticas públicas.

Según el informe de 2010, EmployRES, The impact of renewable energy policy on economic growth and employment in the European Union, la UE creará 2,8 millones de empleos en 2020 si cumple su objetivo de que las energías renovables supongan el 20% de generación en ese año.

En los ámbitos de los sectores anteriormente mencionados, las fortalezas de Euskadi son importantes y me refiero a las siguientes:

Finalmente, desde la perspectiva tecnológica, Euskadi goza de un buen punto de partida, con un total 28 grupos de investigación pertenecientes a dos universidades (UPV/EHU y Mondragon Unibertsitatea), y los centros tecnológicos existentes.

Sin embargo, en las pasadas elecciones no se ha hablado para nada del empleo verde, que hasta hace muy poco se consideraba que un gran potencial en Euskadi, como he señalado.

¿Por qué? ¿Ha cambiado la situación? En lo que respecta a la propia administración vasca, sí creo que ha cambiado la situación en los últimos años, y no hay más que mirar las partidas económicas destinada al medio ambiente en continuo decrecimiento. En lo que respecta a los sectores industriales está claro que les ha afectado la crisis económica.

Sin embargo, no podemos olvidar que Euskadi sigue contando con un sector industrial medioambiental importante que puede y que va a tener a medio y largo plazo una incidencia importante sobre la economía y el empleo en nuestro país.