Exhaustos

Están exhaustos. De verdad, los bolsillos no aguantan un apretón más. Están al límite. O bien porque las nóminas se van encogiendo poco a poco o bien porque, simplemente, desaparecen, los ingresos mensuales de cualquier familia en sus diversas variedades y tipologías – numerosa, monoparental, unipersonal.. – dejaron ya hace tiempo de ser lo que eran (si un día fueron). Pero, ¡paradojas de la vida! es en esta devastadora coyuntura cuando instituciones y poderes públicos se ponen la mar de creativos a la hora de diseñar los más variopintos tipos de asalto a esos extenuados bolsillos.

Un último ejemplo lo acaba de brindar la Diputación de Gipuzkoa y su plan para cobrar peajes en todas las vías de alta capacidad de la provincia. Bien es cierto que, por lo que conocemos, la ocurrencia eximiría de la obligación a los ciudadanos del territorio convirtiendo al resto en paganos de la medida que, según explican, podría tener un tope de 25 euros al mes para los usuarios habituales siempre que sean vizcaínos, alaveses o navarros.

Considero absolutamente estrambótica esta nueva modalidad de recaudación. Los impuestos que todos los ciudadanos pagamos sirven, o deberían servir, entre otras cosas para el mantenimiento de las carreteras y la mejora de la seguridad en la circulación. Sorprender con nuevas figuras impositivas justo cuando estrenamos el “repago” de los medicamentos y no nos hemos recuperado – porque es imposible- de las subidas del IVA, el aumento de los tipos del IRPF o el incremento de las múltiples tasas municipales, representa todo un golpe bajo a las menguantes economías familiares.

Ante el impacto inicial de la noticia la diputada de Infraestructuras viarias de la diputación gipuzkoana, Larraitz Ugarte, ha iniciado un periplo explicativo por los territorios forales para dar detalles del nuevo sistema que prevén implantar el año próximo.

A tenor de las consideraciones que sobre el tema ha realizado ya José Luis Bilbao no parece que Vizcaya esté por aplaudir el plan. El Parlamento de Navarra ya se ha pronunciado en contra del sistema de peajes y tampoco en las instituciones alavesas se han escuchado parabienes a la propuesta. Todo apunta, por tanto, que el gobierno de Bildu, que preside Martín Garitano, no encontrará apoyos a su iniciativa.

También el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, se ha sumado a las críticas para censurar el “afán recaudador” en el que se muestra inmerso el ejecutivo foral. El ha recordado que en estos momentos está abierta una mesa institucional y política que busca acuerdos en el ámbito de la fiscalidad.

Ojalá se alcancen y se alcancen pronto y con justicia. Porque estará muy bien que paguen más quienes más tienen, pero es que resulta también urgente aclarar el panorama, al menos en la parte en la que las haciendas vascas pueden hacerlo.

Es evidente hasta ahora que en un contexto económico como el que estamos atravesando los recargos tributarios penalizan el empleo y la actividad. El catedrático de Hacienda Pública Juan José Rubio aseguraba hace unos días que “las subidas de impuestos están asfixiando las bases imponibles, hay menos consumo, las familias tienen menos rentas y las empresas menos beneficios. El efecto final en la recaudación es pírrico”.

¿Será también pírrico el efecto de los nuevos peajes en Gipuzkoa? Algunos dirán que seguro y otros pensaran que, por lo menos, el lío va a ser mayúsculo. Ya veremos. De momento el equipo de Garitano lo que ha logrado es estremecer un poco más a nuestros exhaustos bolsillos y a nuestras cansadas neuronas (por lo de aguantar).