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El cine con más derechos

Josemi Beltrán durante la presentación del esta edición del Festival de Cine y Derechos Humanos. Foto: Donostia Kultura.

Paola Fernández

San Sebastián —

La reflexión, la sensibilización y el debate entre la ciudadanía son los objetivos del Festival de Cine y Derechos Humanos de Donostia. En esta décimo tercera edición se abarcarán vulneraciones de derechos humanos tan diversas como el genocidio de Armenia o la situación de las mujeres en el Sahara. Para su director, Josemi Beltran, “el cine sigue a la realidad y nosotros intentamos también estar pendientes de ello”. Este año se presentan 26 largometrajes, 16 cortos, 1 obra de teatro, 4 exposiciones y diversas actividades paralelas, que tendrán lugar entre el 17 y el 24 de abril.

En esta edición del Festival ¿Cuáles son los largometrajes y las temáticas más destacables?

Por un lado, yo creo que este año, bueno no sé si ha sido buscado, pero aparte del hecho de tener a la mitad de las directoras mujeres en la Sección Oficial, la temática de mujeres está muy presente. De hecho, la premiada especial de este año es Lourdes Portillo, que además ha elegido proyectar ‘Las madres de la plaza de mayo’, documental de los años 80 que representa a las mujeres como arma de cambio. Pero en otras películas también vamos a poder ver, desde el documental ‘Dreamcatcher’, sobre una asociación de ayuda a prostitutas en las calles de EEUU o ‘Bring the sun home’, que trata de una organización que forma a las mujeres para convertirse en ingenieras solares en sus pueblos de origen y luego van a África a montar la energía eléctrica en poblados que no tienen acceso a ella. Por ejemplo, este último es uno de los documentales que puede pasar desapercibido porque no tiene ningún nombre potente detrás, pero yo creo que va a llegar muchísimo al público. Las mujeres también están presentes en ‘Coria y el Mar’, ya que respecto a la preocupación que siempre tenemos con el Sahara, la innovación de la película es que está contada la problemática saharaui desde el punto de vista de las mujeres que viven allí.

Con los temas intentamos no reiterar demasiado respecto a años anteriores, porque tenemos un público en parte fiel que viene año tras año, entonces intentamos abordar cuestiones nuevas o estar un poco al filo de la actualidad. Por ello, hemos elegido también ‘Caricaturiste, Fantassins de la Démocratie’, que es un documental nuevo francés que habla de diferentes humoristas gráficos que trabajan en prensa, en Internet, y a veces en situaciones bastante complicadas, en regímenes no democráticos o que tienen problemas respecto a la libertad de expresión. Y esta película habla de diferentes casos, además está producida en Francia, en donde desgraciadamente ocurrió el atentado a Charlie Hebdo recientemente. Y va a ser uno de los debates también del festival.

Tal y como se puede ver la actualidad está muy presente en este tipo de cine ¿no es así?

En el cine, aunque cada vez es más instantáneo y más rápido en su construcción, las cosas filmadas en caliente pueden tener su interés, pero igual luego no transcienden para construir una obra muy completa, si lo consigues eres un gran maestro. Pero hoy que se hace mucho cine muy directo y sobretodo en el mundo del documental, sino es en el mismo año en el que se producen los acontecimientos, al menos en el año posterior. De hecho, esta película ‘Caricaturiste’ está obviamente realizada antes de los sucesos de Charlie Hebdo, que se ha estrenado ahora en Francia. Ha sido en este caso una coincidencia desafortunada, pero es un documental muy completo. Sí que por ejemplo, este año que es el centenario del genocidio en Armenia, va a salir más de una película al hilo de esta cuestión y una de ellas ha sido la de Fatih Akin, 'The Cut'. Película de ficción histórica con la que vamos a hacer también un debate. Sí que seguimos el cine que sigue a la realidad o el cine a las conmemoraciones también, y nosotros intentamos también estar pendientes de ello.

Ya han pasado 13 años desde el primer Festival de Cine y Derechos Humanos ¿Cómo se ha ido desarrollando?

Este es un Festival de formato mediano, tampoco vamos a aspirar a ser un gran festival, pero sí que creo que a nivel España es el festival más consolidado con este perfil específico de cine de Derechos Humanos o cine social. Porque hay otras experiencias, pero son quizás más ciclos pequeños, experiencias que por desgracia han aparecido y desaparecido, pero yo creo que con este formato y esta regularidad el nuestro es destacable. También es una demostración del interés y el apoyo que da el público de Donostia al cine, la sensibilidad que tiene, y en este caso la preocupación por los temas sociales. En los últimos años hemos mantenido el formato, cuando crecemos es en forma de actividades paralelas o talleres o alguna exposición más, pero el formato de programación lo mantenemos un poco. A futuro veremos lo que sucede.

Este tipo de películas cuesta que lleguen al gran público, ¿Crees que este tipo de festivales hacen que las temáticas que se tratan se escuchen?

Bueno este año tenemos películas que se van a estrenar en cines como ‘Coming Home’, ‘La profesora de Historia’ o ‘Hippocrate’. Más de una es una producción francesa, donde tienen una especial sensibilidad con este tipo de temas y una habilidad también para abordarlos de una forma accesible para todo el público, con una historia y unos actores que enganchan. Por otro lado, está el caso de ‘Difret’ que está producida por Angelina Jolie, que también se ha caracterizado en los últimos años por apoyar películas relacionadas con la Guerra de los Balcanes o en cuestiones sociales diferentes, pero que seguían siendo grandes producciones. O ‘The Cut’, la película sobre Armenia, también es una gran producción, incluso espectacular visualmente en algunos momentos. Y es una historia que llega al público. Hay películas que dan un ligero salto para poder llegar a un público mayoritario. Lo que animo es que a que la gente no se retraiga por el hecho de pensar que van a salir muy deprimidos de ver este tipo de películas. Obviamente muchas veces son temas crudos, pero otras veces también se tratan con vitalidad, esperanza y optimismo, y hay películas de las que uno sale de muy buen rollo, con muchas ganas de actuar y solidarizarse. No necesariamente son deprimentes.

Habéis anunciado que el premio de Honor de este año es para la directora mejicana Lourdes Portillo ¿Qué destacarías de su trayectoria?

Esta mujer empezó a hacer cine en los años 70, una de sus primeras películas y más conocida es el documental de las madres de la plaza de mayo que estuvo nominado a los Oscar. En España y en Europa otra de sus pelis más conocidas ha sido ‘Señorita Extraviada’ que fue un documental sobre los asesinatos en Ciudad Juárez y que fue una de las primeras películas que abordó la cuestión de una forma que mezclaba el reportaje periodístico desmenuzando todas las especulaciones sobre los causantes de esos feminicidios, con la emoción y el estilo propio de una autora de documentales. Ella ha trabajado sobre las luchas en Nicaragua, sobre el reflejo de la colonización en Latinoamérica y siempre con la visión de un inmigrante de alguna manera. Ella es mexicana, pero pronto se fue a EEUU, a San Francisco, formó allí también su productora y siempre ha sido señalada como una de los nombres más importantes de la cultura del cine chicano, que desgraciadamente también es desconocido aquí. Esa mezcla entre dos mundos, entre EEUU y México, esa preocupación le ha convertido en una referencia para muchas jóvenes cineastas. También el compromiso, a ella no le gusta llamarlo feminista, pero sí en la práctica su cine es feminista o al menos muestra una preocupación especial por el punto de vista de las mujeres, además siempre de una forma muy activa.

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