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Alemania y Grecia, dos izquierdas frente a la austeridad

Representantes de Irabazi Gipuzkoa, junto a los miembros de los partidos Syriza y Die Linke.

Paola Fernández

San Sebastián —

Alemania y Grecia son dos países muy diferentes entre sí. Y no solo eso, sino que se encuentran en dos situaciones muy diferentes en cuanto a sus realidades económicas. Representantes de partidos de izquierda de ambos países se han acercado hasta San Sebastián para explicar la situación de su país y el trabajo que están haciendo desde sus partidos. Además, han mostrado su apoyo a la plataforma Irabazi que se presentará a las próximas elecciones municipales y forales. El diputado del partido de izquierda alemana Die Linke, Hienz Bierbaum, ha destacado que nos encontramos en un momento político en Europa “muy especial, que ofrece oportunidades, pero también riesgos. Ya que a partir de las elecciones europeas la situación cambio, pero también con la victoria de Syriza en enero, cuestión que considera ”un rayo de esperanza para la política europea“. A su juicio, es la oportunidad de una renovación, de acabar con la política de austeridad, lo que es beneficioso ”no solo para Grecia, sino para toda Europa“. Por su parte, Costas Zachariadis del Comité central de Syriza se ha referido a las ”difíciles negociaciones“ en la que se encuentra su gobierno actualmente y de las que el Gobierno alemán ”es el obstáculo principal“.

Bierbaum ha asegurado que es el Gobierno alemán el responsable de la política de la troika y de una política de rigidez fiscal con unas consecuencias muy duras para los países. Por lo que cree que el hecho de que gobiernos, como el de España, quieran seguir este modelo “es un error”. Claramente el modelo alemán no es un modelo para Europa y es también un riesgo para el desarrollo en Alemania, porque “tenemos una situación contradictoria”, destaca. Por un lado, existe un desarrollo económico bastante bueno, un sector industrial fuerte, una economía basada en las exportaciones y una productividad muy alta. Pero reconoce que en Alemania tienen también unos problemas sociales muy grandes. Existen contradicciones sociales, por ejemplo, tiene el sector más grande en Europa de trabajo precario. Así, en el sector del automóvil, se gana bastante bien, pero los sectores de servicio e industria están muy mal pagados, con condiciones muy malas. Además, en un estudio reciente se concluía que existe gran riesgo de pobreza en una gran parte del pueblo alemán, en particular los inmigrantes, las familias monoparentales o la gente en paro.

En Grecia esta situación viene desde mayo de 2010 cuando los gobiernos social-demócratas y derechistas llegaron a acuerdos con la troika, lo que ha sentenciado a Grecia a seis años consecutivos de recesión y a un incremento de la deuda nacional del 120% al 175%. “La recesión sin precedentes, la fiscalidad elevada sobre la clase trabajadora, las clases medias y las pequeñas y medianas empresas, y la explosión de la deuda privada han dado como resultado el estancamiento de la deuda real”, explica Zachariadis. Entre otros datos apunta que un tercio de la población griega ha perdido el acceso a la seguridad social y a la sanidad gratuita, incluyendo las vacunas gratuitas para los niños. De hecho cuenta que “hay niños que se están desmayando en las guarderías y en los colegios por malnutrición”. Así, frente a una crisis humanitaria sin precedentes el pueblo griego dio un paso histórico, masivamente rechazaron la austeridad y dieron a Syriza la oportunidad de convertirse en el primer gobierno de izquierdas en la historia de Grecia. Sin embargo, en los días posteriores el gobierno de alemán y sus aliados próximos como Rajoy incrementaron su ofensiva y su rigidez contra Grecia “en un intento desesperado de evitar un gesto político de tolerancia sobre las demandas griegas”.

Soluciones desde la izquierda

El miembro de Syriza explica que el gobierno griego está trabajando duro en el aspecto individual de las negociaciones, en Bruselas y en Atenas, “con el objetivo de llegar a un acuerdo mutuamente beneficioso, un compromiso honorable con nuestros socios, que respete el mandato popular reciente”. Así, explica que hay varios puntos de convergencia entre las dos partes y se ha conseguido un progreso remarcable comparado al punto de partida en una serie de asuntos. Como por ejemplo, la recaudación fiscal, la autonomía del sistema fiscal, la lucha contra la corrupción, la eficiencia en la administración, iniciativas fiscales que garanticen un superávit para los próximos años sin que la carga caiga sobre la mayoría de la sociedad, sino sobre aquellos que tienen una mayor posibilidad de pagar impuestos. Pero también cuentan con cuatro puntos de desacuerdo en los asuntos de relaciones laborales, en el sistema de seguridad social, en el incremento del IVA y en la idea de desarrollo de la propiedad del estado.

Desde Die Linke también tienen en cuenta varios elementos cruciales para una política alternativa. Primero un control democrático del sector financiero, ya que es importante un cambio del papel del Banco Central Europeo. Así, considera que en vez de reducir más los salarios, se tienen que aumentar para estimular la demanda interna. Además, cree que se necesita otra política fiscal más justa, e inversiones públicas para recuperar la base productiva en algunos países, en particular en el sur, que como consecuencia de la política de la troika la situación económica es muy mala. Finalmente, cree que tiene que haber una solidaridad entre la izquierda europea, porque existe una situación que políticamente tiene muchos riesgo porque no ha habido un avance de la izquierda después de las elecciones europeos, y hay un avance muy fuerte de la derecha, hacia una política racista, xenófoba y nacionalista. “Y creo que el futuro de una Europa común depende del éxito de la izquierda porque luchamos por una concepción de solidaridad y una solución democrática de inclusión”, concluye el diputado alemán.

Por su parte, la candidata a diputada general por Irabazi, Arantza González, apunta que todo demuestra que “a nosotros no nos arruina el pueblo alemán, ni nos arruina que el pueblo griego no pague la deuda, lo que nos arruinan son esas políticas que han generado esa deuda”. Apunta que esas políticas están haciendo que en países ricos como Alemania haya una cantidad impresionante viviendo en la pobreza y con trabajo. Pero desde la izquierda “creemos que hay posibilidades, y pasan por un reparto del trabajo y defendiendo los servicios públicos”. Así, reitera que “esto no es una lucha de países, no es una lucha de Europa del sur y de Europa del norte, es una lucha de personas contra las corporaciones”.

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