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ETB, el pájaro desplumado

Eduardo Barinaga, director de ETB, junto al logo de la cadena.

Igor Marín

Allá por principios de los 80 asomó a las pantallas vascas un nuevo canal: Euskal Telebista. Su logotipo era un pájaro azul en relieve y con la cola tricolor emulando los colores de la ikurriña. Hoy, treinta años después, ETB ha perdido el color en su logo y el pájaro no tiene ni color ni relieve. Una metáfora del tránsito de una televisión que fue líder y ahora es una caricatura de lo que en su día fue. Las razones del fracaso del ente público son variadas. Desde la eclosión de canales privados, y más con la llegada de la TDT, hasta una falta incomprensible de estrategia en la dirección de la televisión vasca que la ha llevado al descrédito por su sesgo y al ostracismo por sus contenidos.

Podría caerse en la tentación de incluir en el análisis a los recortes, pero el ente público cuenta con una plantilla que triplica a la de laSexta y un presupuesto elevadísimo -en torno a los 140 millones de euros anuales- para los espectadores que reúne delante de la pantalla. Es tan elevado el coste de ETB que cada vasco paga, las vea o no y según datos de 2013, 48 euros al año por tener los canales autonómicos y 6,20 euros por los correspondientes a TVE. las vea o no y según datos de 2013Otros canales autonómicos públicos cuestan entre los 14 euros por habitante de Andalucía, la más barata, a los casi 34 euros de Galicia, la segunda más cara tras ETB a pesar de suponer un 44% menos de coste por habitante.

El gasto de más, aunque tanto de más roza lo incomprensible, podría justificarse en la 'inversión' para la promoción y fomento del euskera y las culturas vascas. Pero si así fuera, el fracaso sería todavía más estrepitoso ya que los dos principales canales en vasco han logrado este año un paupérrimo 2% de audiencia en el caso de ETB 1, perdiendo un 5% respecto al 2013, y un exiguo 0,9% en ETB 3, que al menos ha mantenido las cifras logradas en el ejercicio anterior según señala Kantar Media, auditor de las audiencias de televisión. Y la caída es aún mayor en el caso de ETB 2, el canal generalista en español, que ha caído (hasta al 28 de diciembre) al 9% de audiencia y ha perdido en un solo año al 6% de sus espectadores.

A pesar de estos datos, que son los que manejan todos lo canales de televisión y los anunciantes, Urkullu mantiene su apoyo a Maite Iturbe, directora de EITB, e insite en prometer una y otra vez un baremo de audiencia que es imposible de cumplir. El lehendakari afirmó en sede parlamentaria que el grupo ETB alcanzaría a fecha de 31 de diciembre un 13% de lo espectadores vascos. La realidad objetiva dice que la cifra se queda en un 11,9%, además con una bajada del 6% y el 5% en los dos principales canales respecto al año anterior. Es decir, no es que la cosa mejore sino que empeora. ¿Y qué ha hecho ETB para reconducir la situación? Desde la llegada del nuevo director, Eduardo Barinaga, se ha decidido suspender programas, por ejemplo el informativo ETB hoy de Silvia Intxaurrondo; cambiar de nombre un canal y alumbrar ETB 4, sin explicar por qué ni para qué; y de cara al próximo año retomar la programación infantil en ETB 1 de la mano de la exproductora del actual director y a pesar de tener un canal destinado al público más joven. Mientras tanto, todo sigue en manos de las mismas productoras 'de siempre'.

La realidad que se esconde detrás de todo el tinglado montado para mantener un ente público clave en el ideario nacionalista es que la ciudadanía vasca ha dado la espalda a su televisión. El boicot 'ideológico' al que, según el anterior equipo comandado por Alberto Surio, se sometió a ETB se ha convertido ahora en un camino imposible de revertir, con conflictos laborales dentro del ente, en este caso de la radio, que enquistan la situación y con casos incomprensibles como que el mismo programa, a la misma hora y con el mismo presentador obtenga el doble de espectadores vascos en Telecinco que apenas unas semanas antes en ETB. El pájaro descolorido necesita, cuando menos, un diván y que de una vez por todas su gestión se aleje de la política y sea profesional.

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