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Las FSE, de entrada, se quedan en Euskadi

Un agente de la Guardia Civil y otro de la Ertzaintza en una reciente operación del instituto armado contra los abogados de ETA.

Aitor Guenaga

Bilbao —

Antonio lleva trabajando en tareas de información desde hace 18 años. Y todos esos años ha visto como los diferentes consejeros de Interior reproducían el debate sobre la “necesaria” salida de los policias y guardias civiles como si de un Guadiana se tratara. “Llueve sobre mojado en este asunto del repliegue de las Fuerzas de Seguridad del Estado. Y siempre termino diciendo lo mismo: yo de aquí no me voy a marchar, salvo que se cambie la Constitución y el Estatuto y las competencias exclusivas que ahora tenemos por ley pasen a ser de la Ertzaintza”, sostiene.

Antonio es un nombre ficticio. Trabaja en la calle, el lugar de donde se nutren los agentes que se dedican a tareas de información. Y muchas veces no hay horarios. Por eso no le gusta nada escuchar de políticos como el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, cosas como que “están mano sobre mano” y “acuartelados” en Euskadi, dando a entende que no hacen prácticamente nada.

Prefiere hablar con libertad y por eso pide confidencialidad. “La realidad es que la plantilla de la Policía está aquí bien dimensionada para las competencias que tenemos. No sobra gente. Incluso te diría que tal vez falte gente. Pero tampoco me siento muy respaldado por los políticos que, ante declaraciones de este tipo o de la consejera Estefanía Beltrán de Heredia, no ponen coto de verdad”, censura este agente con novia vasca y perfectamente.

El Estatuto y la Constitución reservan a la Policía y la Guardia Civil funciones exclusivas en la vigilancia de puertos y aeropuertos, costas, fronteras y aduanas; armas y explosivos; resguardo fiscal, entrada y salida del territorio, extranjería, extradición, expulsión, pasaportes y DNI y mantienen compartidas en tareas antiterroristas y lucha contra el narcotráfico. La novedad en el debate político es que el Gobierno vasco, por primera vez, ha puesto como ejemplo de duplicidades la presencia de los cuerpos estatales en el informe que ha remitido al Parlamento vasco para que se debata en la ponencia sobre duplicidades e ineficiencias.

El documento apunta exactamente que “tras el despliegue de la Ertzaintza en todo el territorio y el efectivo ejercicio por su parte de la generalidad de las funciones policiales, no parece justificable a la luz del ordenamiento vigente la permanencia un número de efectivos de las FCSE en la Comunidad Vasca que no se corresponde con las tareas que tienen encomendadas”.

La realidad es que mientras el trabajo contra el terrorismo de ETA va perdiendo importancia progresivamente, otro tipo de quehaceres toman el relevo. “¿Eso supone que se van a marchar los efectivos que estaban dedicados a esas tareas? No. Pongo un ejemplo, vamos a abrir en breve brigadas de información en Extranjería, que aunque pueda parecer extraño, no existían”, explica Antonio.

Manuel lleva 23 años desplegado en Euskadi. Como Antonio su trabajo es la lucha contra el terrorismo y siempre en tareas de información. “Tengo hijos, esposa de aquí. Somos muchos los que nos sentimos arraigados en el País Vasco y siempre que surge este debate la sensación que te queda es que parece que nos miran como si fueramos individuos de segunda fila. Como si te dijeran aquello de: ”Tú, policía nacional, aquí no cabes“. El concepto de adecuación que maneja Manuel es diferente al de los nacionalistas. ”La gente se va a resituar porque habrá que restar efectos al trabajo frente a ETA, que hasta ahora nos llevaba el 80% de los efectivos, y adecuarlos en nuevos frentes de trabajo: islamismo radical, extranjería, trata de mujeres. Además, hay delitos supranacionales en los que el trabajo de la Ertzaintza queda cojo porque los delincuentes tienen conexiones nacionales e internacionales. Mientras esto sea España y mantengamos nuestras competencias exclusivas no nos marcharemos“, coincide Manuel.

Sin reducciones significativas

La Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía apenas han reducido en Euskadi sus efectivos a lo largo de todos estos años. Ni las diferentes tregua de ETA en todos estos años -1998, 2006-, ni el cese definitivo de la violencia decretado por la organización terrorista el pasado 20 de octubre de 2011 han marcado hito alguno en la presencia de policías y guardias civiles en el País Vasco. La Ertzaintza culminó su despliegue en las tres provincias el 1 de septiembre de 1995 con 7.300 agentes (ahora tiene 8.000) y desde entonces lleva reivindicando su carácter de policia integral. Ese año había en el País Vasco 4.896 agentes de los dos cuerpos de las FSE, según datos oficiales.

Por ejemplo, la tregua de 1998 (que ETA declaró tras el Acuerdo de Lizarra y su correspondiente acumulación de fuerzas soberanistas) no tuvo apenas incidencia en la presencia de las FSE. Cuatro años después del despliegue de la Ertzaintza y pasados ya 13 meses desde la declaración unilateral del alto el fuego indefinido de ETA, la Guardia Civil y la Policía mantenían de forma casi invariable su presencia en el País Vasco con una reducción de apenas 439 agentes.

Si en 1995 había 4.896 agentes y en 1996 eran 4.804, según datos del Ministerio de Presidencia aportados en una respuesta parlamentaria a Begoña Lasagabaster, entonces diputada de Eusko Alkartasuna (EA), durante 1998 la cifra oficial fue de 4.365, según medios de la Guardia Civil y Presidencia de aquella etapa.

A 31 de enero de 2012, los efectivos de la Policía y la Guardia Civil en el País Vasco ascendían a 4.580, un total de 3.060 eran guardias civiles y los 1.520 restantes pertenecían al Cuerpo Nacional de Policía, segun una información oficial remitida por el Gobierno del PP al diputado de Amaiur, Rafa Larreina. A día de hoy, dos años y medio después del cese definitivo de la violencia por parte de ETA, las cifras redondas sobre los efectivos están en unos 1.500 agentes de la Policía y unos 2.800 miembros de la Guardia Civil, en total 4.300 agentes.

¿A qué se dedican los policías y guardias civiles?

Un año después del despliegue de la Ertzaintza, según una respuesta parlamentaria del 17 de junio de 1996 a una cuestión planteada por José Navas, entonces diputado de IU, la Guardia Civil tenía 615 agentes trabajando en terrorismo y 88 en narcotráfico. El resto de los efectivos del instituto armado se distribuían así: el 28%, para puertos, aeropuertos...; el 14%, para armas y explosivos, y el 18%, para temas fiscales. En esas mismas fechas, la Policía contaba con 410 para la lucha contra ETA, 153 para el narcotráfico y los restantes, un 22%, para extranjería, pasaportes y DNI. Los porcentajes han variado, pero no sustancialmente, aunque en terrorismo si se nota un goteo a la baja, sobre todo en el instituto armado, según fuentes policiales. Luego, la mayor parte de los efectivos se dedica a las competencias exclusivas que ambos cuerpos tienen fijadas por ley.

Julián lleva su 'mili' también en Euskadi. Este guardia civil reclama su derecho a reconocerse como bilbaíno y vasco. “Toda esta polémica del repliegue es algo cíclico, va por temporadas. Muchos compañeros y compañeras la tienen superada porque se sienten vascos. Tienen parejas de aquí, hijos que han nacido aquí. Y mientras la ley diga lo que dice o se cambie a un modelo federal o se modifique el Estatuto, los guardias seguiremos aquí. Sin duda”.

“Los de verde siempre nos han doblado o triplicado en efectivos dedicados a información. Cuando yo llegué aquí hace 18 años en la brigada estábamos 140 agentes. Ahora no pasamos de 80”, admite Antonio. Son esos agentes y en general los que trabajan contra el terrorismo los que podrían ver mermados su efectivos. Pero antes deberá mediar un acuerdo político. Ambas administraciones deberán tratar el repliegue en la Junta de Seguridad, un órgano que no se ha reunido en la etapa de Rajoy y Urkullu como presidentes de Gobierno, pese a la insistencia de la parte vasca.

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