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Euskadi tiene un resquicio legal para no aplicar la subida automática del 8% en la Renta de Garantía de Ingresos

Beatriz Artolazabal, en Vitoria

Iker Rioja Andueza

El Gobierno vasco tiene un resquicio legal al que agarrarse si su decisión política es no subir en un mínimo de 50 euros las cuantías de todas las modalidades de la renta de garantía de ingresos (RGI), como cabría prever por la subida histórica del 8% para 2017 del salario mínimo interprofesional (SMI), al que van vinculadas desde 2009 las ayudas sociales autonómicas. La letra pequeña del real decreto que regula el nuevo SMI tras el pacto entre el Gobierno central del PP y el PSOE, publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) en un sábado semifestivo como era el de Nochevieja, incluye precisamente como excepción a este incremento, que tendría un impacto presupuestario en Euskadi de unos 30 millones de euros, “a las normas vigentes de las comunidades autónomas […] que utilicen el SMI como indicador o referencia”.

El Ministerio de Empleo y Seguridad Social califica de “excepcional” la subida (el nuevo SMI ahora queda fijado en 707,06 euros mensuales en 14 pagas o 824,90 euros mensuales en 12 pagas) y limita sobremanera su efecto práctico al acotar su aplicación. Así, una disposición transitoria marca que la nueva cantidad “no será de aplicación” automática para las prestaciones autonómicas vinculadas a este indicador, entre otros supuestos.

La normativa estatal modifica el sistema de cálculo de un ramillete de ayudas autonómicas y locales, incluidas las RGI vascas. Otro artículo del real decreto las indexa ahora a otro indicador económico, el denominado IPREM (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples). Así las cosas, en 2017 se propone que la cuantía base para la fijación de la RGI sea el SMI de 2016 –sin la subida- más lo que se incremente el IPREM, que es cero euros en 2017 según ha acordado ya el Gobierno central.

Se da la circunstancia de que hace una semana el portavoz del Gobierno vasco, Josu Erkoreka, denunció públicamente con dureza que el Estado no permitiera que la Ertzaintza planificase sus OPE con autonomía o que regulara la jornada laboral de los 70.000 funcionarios contra el criterio de Lakua. Criticó un afán recentralizador por parte del Ejecutivo del PP que no había cesado ni ante un nuevo escenario de ‘deshielo’ con el PNV.

Ahora, este real decreto sobre el SMI abre la puerta a que la Administración autonómica pueda aprobar una “disposición expresa en contrario” que haga aplicable a los 63.797 beneficiarios de la RGI una subida del 8%. Cuestionado por eldiarionorte.es, el Ejecutivo se limita a reseñar que continúa estudiando la nueva normativa estatal, sin que exista por el momento una decisión definitiva. Así lo manifestó también la consejera de Empleo y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, en un acto con Cáritas celebrado en fin de año.

“No tiene mucho sentido”

Existe un precedente, el del recorte del 7% en las cuantías de la RGI acordado en 2011 por el Gobierno de Patxi López. Durante cuatro años, el Ejecutivo de Iñigo Urkullu ha tenido sobre la mesa propuestas políticas para derogarlo y devolver ese poder adquisitivo a los perceptores de prestaciones sociales pero siempre las ha rechazado alegando motivos económicos. Aunque el foco de la crítica se ha puesto en la situación de los pensionistas, este colectivo ha sufrido una pérdida de poder adquisitivo próxima al 10% durante estos años.

¿Pondrá el Gobierno vasco sobre la mesa 30 millones en 2017 para mejorar las cuantías de la RGI? El consejero de Hacienda, Pedro Azpiazu, dio una pista de cuál puede ser la decisión política en una entrevista con Radio Euskadi la pasada semana: “No tiene mucho sentido ligar la RGI a un ratio que no está en nuestras manos. Si finalmente se debe respetar esa subida del 8%, trastocaría bastante la distribución presupuestaria vasca”.

Si Euskadi se agarra al resquicio legal que le proporciona el Estado, se producirá la paradoja de que las ayudas sociales quedarán congeladas por primera vez en muchos años. En años anteriores, en peor situación económica, las pequeñas subidas del SMI decretadas por el Gobierno de Mariano Rajoy han ido elevando poco a poco la RGI.

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