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“Las instituciones deben dar un paso al frente porque los plazos se agotan”

Los miembros del comité han comparecido en el Parlamento.

Natalia González de Uriarte

La cuenta atrás para la planta de Zumarraga afronta su recta final en esta última semana de negociación y los representantes de los trabajadores no se resignan ante lo que parece un intento de acuerdo “que no se va a llegar a producir”. Siguen apostando por el mantenimiento de la actividad en la planta guipuzcoana para esquivar la recolocación y el cierre planteado por la dirección de ArcelorMittal. “Es hora de que las instituciones den un paso al frente porque los plazos se están agotando”,  han reiterado varias veces los miembros del comité de empresa al responder a los parlamentarios, que se preguntan qué más se puede hacer. “Es el momento de mantener en tensión al Gobierno vasco e instituciones para que no bajen la guardia, para intentar revertir la situación. La planta es viable. Venimos aquí porque entendemos que es tiempo de dar un impulso y os pedimos que sigáis incidiendo porque esta semana es clave”, han insistido en su tentativa a la desesperada de dibujar un final diferente para Zumarraga.  

En su intervención han advertido de las consecuencias que tendría el cierre no solo para los propios trabajadores, sino para el entorno y la propia comarca. “No hablamos solo de unos 350 trabajadores sino que se verán afectadas contratas, empresas auxiliares, transportistas, nos estamos yendo a 700 trabajadores en una comarca muy afectada por ya el traslado empresas y cierres. Y si cae Zumárraga pueden caer otras del mismo grupo en Gipuzkoa y supondrá la muerte del tejido comercial del entorno, la muerte para la comarca”,  han resaltado.

“Su estrategia empresarial, exprimirnos y luego tirarnos”

Después de agradecer el apoyo mostrado por las administraciones han pasado a la crítica, centrada sobre todo,  en la actitud y gestión de ArcelorMittal desde que adquirió la factoría de Zumarraga. “Estamos abocados a un cierre que parece que es irreversible y a la hora de apuntar a los malos siempre son los demás, China, el precio de la chatarra, los costes eléctricos…y todo eso es coyuntural. Lo que ocurre es que la empresa pone todo eso encima de la mesa para desviar la atención de lo que nos ha traído aquí: la estrategia empresarial de Arcelor Mittal. Estrujar, exprimir como un limón y luego tirarnos. Cuando compraron Zumarraga, ya la daban por muerta”, ha reprochado Julián Amado, secretario del comité. “Reconocen que tenían que haber hecho inversiones y apostado por otro producto, y ahora dicen que ya es tarde. No lo es. Tenemos un ERE firmado por dos años. En ese tiempo pueden tomar ese camino con las ayuda del Gobierno vasco  pero la estrategia empresarial es la que es, se impone y nos encontramos en un callejón sin salida”, ha lamentado. Amado ha denunciado que se está pasando la producción de la planta de Zumarraga a otras plantas de España y Europa y ante esta situación “el Gobierno Vasco debe responder de forma contundente”.

Los sindicatos creen en la viabilidad de la planta pero la dirección mantiene sus planes de reducir Zumarraga a un parque de chatarra, con 8 empleados y recolocar al resto en otras factorías de la firma en Asturias y Euskadi.

Inmediatamente después de su comparecencia en el Parlamento vasco, el comité tenía previsto reunirse en la misma Cámara vasca con la consejera de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantxa Tapia.

 

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