El nuevo pacto prima al pequeño ahorrador y la deducción por vivienda, pero sin inversiones para Álava

La letra pequeña del acuerdo fiscal sellado ahora con el PP para sumar al partido que preside Arantza Quiroga al consenso entre socialistas y peneuvistas deja algunas buenas noticias para los populares. Pero no ha logrado el 100% de sus exigencias y está por ver la influencia del acuerdo en las maltrechas arcas de la Diputación que dirige Javier de Andrés. Precisamente, el mismo representante institucional que tensó la cuerda en la negociación para encarecer el acuerdo, ha sido el encargado de hacer público el acuerdo. “Hemos logrado que se modere la subida fiscal” diseñada inicialmente en el acuerdo PNV-PSE, ha declarado De Andrés al anunciar su adhesión. Los tres partidos se comprometen en el acuerdo a tramitar en las Juntas Generales de Bizkaia y Alava, donde gobiernan PNV y PP, respectivamente, una proposición de norma que incluya la reforma pactada inicialmente por socialistas y peneuvistas con las aportaciones del PP.

En Gipuzkoa, la iniciativa la deberá llevar el gobierno foral, en manos de Bildu. No se descarta un acercamiento previo entre PSE y Bildu -al igual que han hecho PP y PNV para incorporar a los populares al pacto, con reuniones incluso de los responsables de Hacienda de ambas instituciones forales-, dado que la norma foral tributaria vigente lleva el sello de socialistas y de la coalición soberanista. Los comisionados por la Ejecutiva del PSE para esa tarea son el responsable de area económica de la dirección, Javier Lasarte, y el líder guipuzcoano de partido, Iñaki Arriola. En caso de que, previsiblemente, no se produzca ese acercamiento con Bildu, los tres partidos presentarán conjuntamente el contenido del pacto a tres a través de una proposición no de norma esta misma semana.

IRPF (Pequeños ahorradores). El nuevo acuerdo abre el abanico de tramos para incluir alguno nuevo entre los pequeños ahorradores y modificar otros de los pactados entre PNV y PSE. Así, como exigía el PP, se incluye un nuevo tramo de 0 a 2.500 euros, con un gravamen del 20%. De 2.500 euros a 10.000, el 21%. De 10.000 euros a 15.000, el 22% de gravamen. De 15.000 euros a 30.000, el 23% y más de 30.000 euros tendrá un gravamen del 25%.

Deducción por Vivienda. Queda todo igual, pero se recoge la petición del PP de ampliar la deducción por compra y alquiler del 20% al 23% para las familias numerosas con un límite de 1.700 euros anuales.

Impuesto de Sociedades. Se crea una bonificación de 600 euros para los empresarios que contraten de manera indefinida a menores de 30 años, parados de larga duración y determinados colectivos especialmente castigados por el desempleo o con determinadas minusvalías. La petición el PP, según explican fuentes socialistas, era más amplia al pretender una bonificación “para todos los contratos indefinidos”.

Emprendedores. El acuerdo rechaza expresamente el tratamiento exigido por el PP a lo largo de la negociación para este grupo en relación con los beneficios fiscales. El texto señala expresamente que “no nos parece adecuado” el planteamiento popular, pero tanto el PNV como el PSE dejan “abierta la posibilidad” de limar las diferencias a lo largo de la tramitación en las Juntas Generales. El PP pretende que esos beneficios fiscales no se limiten solo al Impuesto de Sociedades, sino que también afecten a los que en su IRPF tributen como autónomos o se den de alta en el IAE.

EPSVs. Aquí, la petición de que las aportaciones realizadas a esos fondos por parte de los mayores de 52 años con un límite de 5.000 euros anuales tuvieran otro tratamiento que el definido en el pacto también han sido rechazada.

Donde el PP no ha logrado invertir el planteamiento diseñado en el Acuerdo de Reactivación económica es en la Adenda (anexo) relacionado con los proyectos concretos en los diferente territorios. El PP veía con buenos ojos más inversiones en Álava, ya que el acuerdo solo incluye el proyecto del hospital de Santiago. Pero no hay nada nuevo bajo ese sol. Fuentes populares, finalizada la negociación, aducían que “no se trataba de eso, sino de modificar el pacto con una rebaja impositiva” como la lograda. Fuentes socialistas creen que, en este asunto, el PP ha jugado a la “tergiversación, porque el acuerdo no incluía un desglose territorial de inversiones, sino volver a poner en pista proyectos que ya venían de la legislatura anterior y que el Ejecutivo de Urkullu había decidido abandonar”. Andrés ha dicho públicamente que no han querido poner encima de la mesa el capítulo de inversiones ahora para allanar el acuerdo que, finalmente, se ha producido, como todo el mundo esperaba.