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“El Premio estatal al voluntariado social es un subidón y un chute de ánimo”

Entrega del Premio Estatal al Voluntariado Social que recogió la voluntaria y usuaria de Gorabide Conchi Basabe.

Paloma Bravo Pérez

“En atención a la amplia y solidaria acción de sus voluntarios en la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual”. Con este motivo, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha otorgado el Premio estatal al voluntariado social 2014 a Gorabide, asociación vizcaína en favor de las personas con discapacidad intelectual. La candidatura ha sido presentada por Bolunta, la agencia para el voluntariado y la participación social. Además, ha estado respaldada por el Departamento de Políticas Sociales del Gobierno vasco, el departamento de Acción Social de la Diputación Foral de Bizkaia y por 40 entidades del tercer sector de acción social de varias provincias.

Para satisfacer los servicios que ofrece Gorabide, una asociación creada por padres de discapacitados intelectuales, cuentan con la ayuda de 391 voluntarios al año. Gracias a ellos y a profesionales, hasta 800 usuarios llegan a beneficiarse de las 1.440 plazas disponibles para diferentes programas y actividades.

Tras 52 años de trayectoria, desde 1962, el Ministerio, con este premio, ha valorado “el plan integral de gestión del voluntariado de Gorabide, el grado de participación de las personas voluntarias en la entidad, las actividades de difusión, comunicación y promoción en la sociedad realizadas, la mejora social generada o la colaboración con otras entidades”.

Con motivo de esta celebración, Maite Fernández, directora del servicio de tiempo libre de Gorabide, repasa los inicios de la asociación y analiza los retos a los que la entidad se enfrenta ahora.

Se trata de un premio al que la propia asociación no puede presentarse, tiene que hacerlo alguna entidad ajena. Si el galardón per se sabe a gloria, ¿así todavía se disfruta más?per se

Sí. Recibir el premio es muy importante, pero que además te hayan presentado desde fuera significa que no solo llegamos a la sociedad vizcaína, que va más allá y que la labor que hacemos es de provecho. El Premio al voluntariado social es un subidón y un chute de ánimo.

Nos presentó Bolunta, la agencia para el voluntariado y la participación social y, además, hemos recibido el apoyo de la Consejería de Políticas Sociales del Gobierno vasco, el departamento de Acción Social de la Diputación Foral de Bizkaia y de 40 entidades del tercer sector de acción social de varias provincias.

Tras 52 años de trabajo ha llegado el reconocimiento, pero ¿qué dificultades se ha encontrado Gorabide en todos estos años?

Ha habido épocas en las que la presencia del voluntariado en la asociación ha sido más escasa y nos ha costado un poco más seguir adelante. En consecuencia, cumplir con los objetivos diarios. Pero ahora, en estos últimos años, estamos muy contentos. Las personas se muestran más dispuestas a prestar su tiempo de forma altruista.

Al año casi 400 personas voluntarias colaboran con la asociación. ¿Qué importancia le da Gorabide al voluntariado?

Para nosotros esas personas que actúan desinteresadamente son muy importantes. Necesitamos de ellos, para poder mantener el nivel de personas usuarias. Precisamos de tantos para que encajen con los horarios y perfiles necesarios. Para nosotros es un canal de comunicación y de transmisión de ideas con la sociedad.

Para lograrlos, tenemos una campaña permanente mediante charlas en centros educativos, pegada de carteles tanto para captar voluntarios como para transmitir nuestros proyecto.

Y como asociación, ¿qué prioridades tenéis?

Como entidad queremos mejorar la imagen de las personas con discapacidad intelectual y lograr la satisfacción de las personas usuarias.

¿Cómo responden esos beneficiarios, personas con discapacidad intelectual, ante la ida y venida de tantos ayudantes?

Somos un colectivo amable y es un ámbito agradecido. Los usuarios están acostumbrados a estar atendidos y cuidados por voluntarios, que son personas que vienen a ayudar. Puede que por parte de los cooperantes exista cierto miedo en un principio, pero supongo que se trata de un miedo normal, como cuando cualquier persona se enfrenta a un proyecto nuevo. Quizás desconfíen de no cumplir con las expectativas del programa, pero nada más.

¿Qué perfil de persona voluntaria responde mejor con las necesidades de Gorabide?

Es cierto que el perfil general es de jóvenes de 23 a 25 años, de sexo femenino y estudiantes, aunque hay un poco de todo. Cada perfil viene bien para completar unas necesidades concretas. Nadie es más o menos necesario. Por ejemplo, un joven aportará dinamismo, pero una persona mayor dará tranquilidad, que también es muy necesario. La variedad de perfiles enriquece los programas.

¿Cuáles son los retos de Gorabide para los próximos años?

Seguir trabajando a diario. Este premio anima a seguir y significa un reconocimiento y un impulso muy importante para los que apuestan día a día por este proyecto.

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