Los sindicatos de Educación: “Es irresponsable dejar que cada centro decida si vuelven las clases”

La decisión del Departamento de Educación de dejar el retorno a las clases presenciales a lo que decida cada centro ha soliviantado a los sindicatos. Y es que llueve sobre mojado porque las centrales bastante enfadadas estaban ya cuando el Gobierno vasco anunció el regreso a las aulas para el 18 de mayo para determinados colectivos de alumnos. Según las centrales, dejar que cada centro decida es “irresponsable”. La nueva postura de Educación de permitir a los centros que decidan en qué fecha y en qué condiciones se incorporan a las clases presenciales los alumnos de Bachillerato, Formación Profesional y cuarto de la ESO viene precedida del fuerte rechazó que provocó en la comunidad educativa de regresar sí o sí a las aulas el 18 de mayo.

“Educación tiene que asumir sus responsabilidades para posibilitar las condiciones que garanticen la salud y negociar con los agentes las medidas del retorno”, recalcan. El plan presentado la semana pasada por la consejera de Educación, Cristina Uriarte, a los diferentes agentes educativos nunca fue negociado con éstos. “Nos encontramos [los sindicatos y el resto de la comunidad educativa] ante una decisión unilateral adoptada por el Departamento de Educación sin la participación de quienes deberán aplicar, llevar a cabo, cumplir y ejecutar los criterios y medidas que debieran recogerse en dicho plan”.

Una vez conocido el plan, la comunidad educativa ha llegado a una conclusión común: que hoy por hoy no hay condiciones para poner en marcha el retorno a partir del próximo 18 de mayo garantizando la salud de trabajadores y alumnos. “El plan”, abundan las centrales, “se limita a recoger criterios de seguridad excesivamente generales que se quedan cortos. El Departamento de Educación ha adoptado medidas para dar cumplimiento a estos criterios generales sin trabajar con los centros, ni prever los recursos para su puesta en marcha, estableciendo un nivel de responsabilidad desproporcionada en las direcciones de los centros”.

Según las centrales, aplicar el plan “pondría en grave riesgo la salud de las y los trabajadores y estudiantes y, por tanto, la del conjunto de la sociedad.” Y ahora, que sean los prooios centros los que decidan si abre o no es “una mayor irresponsabilidad”.

Por un lado, porque mientras sigue sin garantizar la salud, “el Departamento de Educación pone toda la responsabilidad sobre los centros escolares, las familias y los alumnos, faltando gravemente a su responsabilidad. Corresponde al Departamento de Educación recoger y prever en un plan adecuado los criterios concretos, protocolos, medidas para garantizar la salud y los recursos para llevarlas a cabo, de forma que cada centro pueda llevarlos a cabo en el marco de su autonomía”.

Por otro lado, porque dejando la decisión en manos de cada centro existe un claro riesgo de que se produzcan o aumenten las brechas entre el alumnado de los diferentes centros. “Unos recibirían estudios presenciales y otros no. Lo que ya ha afectado a los procesos educativos entre el alumnado”.