Radicalidad, moderación o irrelevancia: el incierto futuro del PP vasco sin su figura más mediática, Borja Sémper

El PP vasco no pasa por su mejor momento. Tras la salida esta semana de uno de sus dirigentes más mediáticos y reconocidos en Euskadi, Borja Sémper, el partido tiene el reto de animar y reconquistar a sus votantes, en una plaza en la que Sémper fue el único que logró crecer en votos e incluso adelantar a Elkarrekin Podemos, toda una excepción teniendo en cuenta que en las pasadas elecciones municipales su partido se encontraba en un contexto de caída global tanto en Euskadi como en España. ¿Cuál fue su secreto? Una campaña política individualizada y fresca en la que decidió no seguir las siglas de su partido –y en la que se llegó a ver incluso un beso lésbico– y con la que logró el mejor resultado para el PP en Euskadi en las pasadas elecciones municipales del 26 de mayo en su candidatura como alcalde de San Sebastián.

Para muchos, el éxito de Sémper en Euskadi radica en que, desde el primer momento, se ha mostrado muy crítico con la deriva derechista emprendida por el líder del partido, Pablo Casado. Incluso en su “último agur” dedicó palabras de afecto y gratitud a Casado, pero criticó el clima político por el que está pasando la política actual, de “enfrentamiento gratuito, bronca y política de trinchera”.

En una entrevista con este diario tras anunciar su salida definitiva de la política, Sémper también señaló que “el discurso del PP tiene que ser muy diferenciado de lo que representa Vox” a diferencia del candidato impuesto por Pablo Casado en Gipuzkoa para las elecciones generales del 10N, Íñigo Arcauz, quien, como dio a conocer este periódico y confirmó el propio Arcauz, colaboró con Vox captando militantes para el partido de Santiago Abascal entre su entorno familiar y de amistades. Además, Sémper ha sido protagonista de encontronazos como el que tuvo con Cayetana Álvarez Toledo, a quien criticó duramente diciendo que “mientras algunas caminaban cómodamente sobre mullidas moquetas, otros nos jugábamos la vida defendiendo aquí la Constitución y la convivencia”, en referencia a su trayectoria en el partido en tiempos de ETA. Sobre la banda terrorista asegura que “en él no encontrarán rencor, pero tampoco olvido” porque, como señaló en su comparecencia de despedida: “No pudieron matarme, pero tampoco pudieron amargarme la vida”.

Tal es el sentimiento de afecto por parte de la sociedad vasca hacia el papel de Sémper en aquellos tiempos que incluso tras su marcha le han escrito una carta agradeciéndole su labor y pidiéndole perdón “por no haber estado ahí”: “Conocí a su madre y fui testigo de su sufrimiento en plena calle, cerca de la inmobiliaria en la que trabajaba. La acosaban y la insultaban. Recuerdo las palabras de Borja sobre la libertad, la democracia y la convivencia. No le creía. Pura estupidez. Ahora quisiera decirle que sé que tenía razón, y que siento no haber defendido esos tres monumentos”, aseguraba la carta firmada por Marcos Fernández Multilba, quien señalaba en el escrito enviado al periódico El País “no ser abertzale, pero tener pensamiento de izquierdas”. Incluso en su ciudad, Donostia, aparecieron pintadas que decían “Hasta la victoria Sémper”, “El pueblo está contigo” y “Adiós y honor soldado”, mensajes dedicados al exdirigente del PP.

“Una sociedad moderada que se aleje de la radicalidad”

Ahora, el PP vasco tiene el reto de seguir adelante sin Sémper y así lo está tratando. Ya están confirmados los nombres de los que le sustituirán en el Ayuntamiento de San Sebastián y en el Parlamento vasco: Borja Corominas como concejal del Ayuntamiento y Carmelo Barrio como portavoz del PP en la cámara autonómica. Barrio ha señalado en entrevista con este periódico que, a pesar de que echarán de menos a Sémper, “el PP en el País Vasco está preparado para continuar trabajando en las claves que él defendía y que defiende el conjunto del partido: trabajar por la Constitución, por una sociedad democrática y moderada que se aleje de la radicalidad nacionalista y que contribuya a la convivencia”.

“Echamos de menos a Borja el primer día que nos deja, pero no hay problema porque ese sentido moderado del partido es el que lo preside en este momento. La clave política que preside este partido y en la que nos movemos muchos de sus cargos consta en buscar la moderación, buscar la actitud constructiva, con la firmeza democrática en todo momento y con la oposición a la radicalidad en todo momento. Eso es un elemento fundamental y esencial y forma parte hoy de las señas de identidad del PP vasco”, ha señalado Barrio en una conversación telefónica.

Preguntado por si existe un riesgo de que esa moderación vaya desapareciendo con la salida de Sémper, Barrio asegura que “no hay riesgo de que la moderación en el PP se trunque o de que las claves puedan radicalizarse. A pesar de los discursos que se hacen en otros sitios, en la clave vasca el sentimiento foralista y de unión del País Vasco con el conjunto de España son claves intensas y fuertes y van a perdurar sin radicalidades y sin estridencias”.

Alfonso Alonso, contra el 'pin parental' de Vox

Así lo ha demostrado este sábado el presidente del Partido Popular en Euskadi, Alfonso Alonso, en un evento en Vitoria en el que ha tachado de “absurda” la posición de Vox sobre el 'pin parental', reafirmando así su apuesta por un PP vasco sensato y moderado.

“Ya sé que hay peticiones de Vox que son absurdas. Los de Vox quieren que los padres no cumplan el currículum si no les da la gana”, ha denunciado Alonso, quien ha destacado que esto “no es lo que se ha aprobado en Murcia”, ya que “no se podía aprobar eso”. El líder del PP de Euskadi ha manifestado que “la moderación no consiste en no ser contundente cuando hay que serlo”, sino en “buscar posiciones sensatas”. De esa forma, y en referencia al Ejecutivo de Pedro Sánchez y a Vox, ha manifestado que “entre quienes quieren ideologizar y adoctrinar y entre los que ahora nos quieren moralizar a todos”, se ha de encontrar un punto de “sensatez”.

Este periódico ha tratado de ponerse en contacto con Alfonso Alonso para valorar la situación del PP vasco tras el abandono de la política de Borja Sémper. Se ha limitado a decir que “la decisión de Borja es personal. Será relevado de los cargos que ha estado ocupando y no hay más interpretación política. Es algo habitual que la gente tanto en política, como en otros sectores, decida emprender nuevas etapas en su vida. No hay más valoración que esa”. Se da la circunstancia que de la noche a la mañana ocurrió algo similar a lo de esta semana con Antonio Basagoiti y Arantza Quiroga. Y Javier Maroto, otrora activo electoral, ya no hace política vasca.

Lo que sí que está clara es la labor que tiene Alonso de “aupar” al PP de cara a las elecciones autonómicas vascas, para las que aún no hay fecha concreta, teniendo en cuenta que en las generales de abril su partido se quedó en blanco y en noviembre tan solo la joven Beatriz Fanjul logró el escaño de rebote tras la subsanación de errores en el recuento de las mesas y el voto de los españoles que viven en el extranjero. Los comicios municipales del pasado mes de mayo fueron otra de las pruebas que confirmaron el peligroso descenso prácticamente hacia la irrelevancia que ha tomado el partido en Euskadi, sin que dé, por ahora, síntomas de recuperación.