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Urkullu interrumpirá sus vacaciones para participar en la toma de posesión de Chivite como presidenta de Navarra

Urkullu, con mascarilla, mira a Chivite, sin ella, en Pamplona en diciembre de 2021

Iker Rioja Andueza

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El lehendakari, Iñigo Urkullu, interrumpirá sus vacaciones para participar este jueves, en Pamplona, en el acto solemne de toma de posesión de la presidenta de Navarra, María Chivite, si se confirma que la socialista supera el trámite de la investidura en segunda votación, como está previsto este mismo martes. Será la primera aparición pública de Urkullu, que ha veraneado cerca de su lugar de origen, desde que acudiera a la basílica de Loiola con motivo de la festividad de San Ignacio pero, según fuentes de la Presidencia vasca, no retomará su agenda ordinaria hasta el primer Consejo de Gobierno del nuevo curso, que se celebrará como cada año en el palacio donostiarra de Miramar.

Urkullu ya acudió en 2019 a la primera toma de posesión de Chivite pero no en 2015 a la de Uxue Barkos, aunque sí se reunió con ella a las pocas semanas de llegar al cargo y mantuvo una estrecha relación en el pasado casi inexistente entre los lehendakaris y los presidentes navarros de UPN. El partido de Urkullu, el PNV, forma parte del nuevo gabinete de Chivite a través de la coalición Geroa Bai y preside el Parlamento navarro con Unai Hualde. Además, Chivite y Urkullu mantuvieron en diciembre de 2021 un encuentro en Pamplona para actualizar las relaciones de colaboración entre dos comunidades autónomas limítrofes.

Durante el mes de agosto, Urkullu ha mantenido un perfil bajo, sin agenda pública. Sin embargo, sí ha querido participar en el debate político con dos mensajes difundidos la pasada semana a través de Facebook. En primer lugar, criticó que Sortu -el partido principal de EH Bildu- hiciera un homenaje a miembros de ETA que fallecieron cuando manipulaban explosivos. “Convivencia no es homenajear a personas que cargaban con una bomba en un coche, aunque murieran víctimas de sus propios explosivos”, escribió. Y, a las 24 horas, volvió a cargar contra la ley estatal de vivienda a la luz del recurso de inconstitucionalidad anunciado por Catalunya y que se suma al del propio Gobierno vasco. Sin embargo, esta intervención reabrió su brecha con sus socios del PSE-EE, que dirigen la cartera de Vivienda y apoyan la ley, hasta el punto de desmarcase con rotundidad de la posibilidad del recurso.

Urkullu retomará la normalidad el 29 de agosto, martes, con el Consejo de Gobierno en Donostia. Después, el 14 de septiembre, jueves, tomará la palabra para hacer su balance del año y de la legislatura en el pleno de política general que celebrará el Parlamento Vasco. Se trata del último curso político de la legislatura en Euskadi con la incógnita de cuándo se celebrarán las elecciones autonómicas. Manejar el calendario es una prerrogativa exclusiva de Urkullu y no ha dado ninguna pista al respecto. Además, ni siquiera está claro cuándo se cumplen los cuatro años de referencia ya que en 2020 legalmente todo se preparó para que los comicios se celebraran en abril pero el confinamiento por la COVID-19 obligó a adoptar la medida extraordinaria de aplazarlos hasta julio.

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