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Una veintena de afiliados de Podemos han firmado ya la rebelión contra la dirección estatal

Congreso de Vistalegre, donde se aprobaron unos estatutos que ahora la dirección cambia unilateralmente

José L. Aroca

Casi una veintena de afiliados de Podemos Extremadura habían firmado ya, hasta el domingo por la noche, un manifiesto estatal que se revuelve contra la decisión de la dirección nacional del partido de modificar los estatutos e imponer graves sanciones disciplinarias y hasta la expulsión de quienes filtren información a la prensa, o desde las direcciones regionales no acaten las decisiones políticas estratégicas de Madrid.

Entre los firmantes están el concejal de Hervás Luis Moriche Mateos, el activista de la agroecología Fernando Llorente Arrebola, y el de los derechos LGTBI Pablo Iglesias Fernández; también Raúl Gijón, miembro del consejo ciudadano autómico (órgano permanente de dirección política entre congresos) ha anunciado que firmaba.

La rebelión viene cociéndose a lo largo de agosto desde que en julio la dirección estatal encabezada por Pablo Iglesias aprobó unos nuevos estatutos y régimen disciplinario que según la comisión de garantías democráticas –la encargada de aplicar la disciplina interna en caso de conflictos- violan lo aprobado por todo el partido en el último congreso de Vistalegre.

Tal comisión de garantías elaboró a raíz de eso un dictamen contra las decisiones de la dirección estatal, y la respuesta de ésta ha sido inscribir oficialmente los estatutos sin cambio alguno, y apartar de sus funciones a la presidenta de la comisión de garantías, Olga Jiménez, en cuyo lugar otro componente de ese comité se ha declarado nuevo presidente.

Al surgir desde las bases un movimiento de apoyo a Olga Jiménez y el comité en general, por entender que se estaba rompiendo la división de poderes necesaria entra el ejecutivo del partido y el ‘judicial’ representado por la comisión de garantías democráticas, el pasado jueves en Madrid 11 de las 16 comisiones regionales de garantías existentes–una presente se abstuvo, Cantabria, otros cuatro entre ellos Extremadura no asistieron, y la de Baleares no se ha constituido- firmaron una resolución en la que declaran nulos los estatutos aprobados por los de Iglesias y ya inscritos en el Ministerio del Interior, y facultan a la que siguen reconociendo como presidenta estatal, a realizar las acciones necesarias incluso las judiciales.

En Extremadura

La comisión de garantías democráticas de Extremadura, cuyos componentes no publica Podemos en su web autonómica –la página estatal sí lo hace con la suya, - guarda silencio ante lo que está ocurriendo en Madrid, aunque según fuentes del partido el sábado por la noche emitió un comunicado pero solo de carácter interno y para determinados cargos directivos.

Se sabe no obstante que uno de sus componentes apoya la rebelión, y tras colgarse el viernes en la web un manifiesto estatal de apoyo a la misma, al que se van incorporando firmas de inscritos a título individual, a primera hora de la noche del domingo iban ya 848 firmas.

Entre ellas las de 15 afiliados de Extremadura, algunos de los cuales lo han hecho público en redes sociales. De momento un solo cargo público, el concejal de Qué Hervás Quieres, Luis Moriche Mateos, figura en esa relación, en el que hay nombres de 13 localidades.

Entre ellos Fernando Llorente Arrebola, de Talaveruela de la Vera, activista de la agroecología, o Pablo Iglesias Fernández, del círculo estatal LGTBI. También Jónatham Moriche, de Don Benito, Manuel Nogueras de Mérida, José Luis Martín Galindo de Cáceres o Chema Álvarez de Montijo. Con posterioridad otros como Raúl Gijón, mientro del consejo ciudadano regional de Extremadura, ha anunciado su participación.

Hay firmantes de Badajoz, Cáceres, Mérida, Don Benito, Campanario, Miajadas, Montijo, Garrovillas, Trujillo, Perales del Puerto, Hervás, Moraleja y Talaveruela.

En redes sociales han elevado comentarios contra la “cacicada pablista” y la “vergüenza propia y ajena” que les causa el silencio del comité extremeño de garantías democráticas.

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