Los robos en el campo extremeño bajan un 21%
El jueves se cumplen dos años de la puesta en marcha de los equipos ROCA de la Guardia Civil, unos grupos especializados en la prevención y persecución de los robos en el campo que han logrado que se reduzcan de forma notable, un 21 por ciento en los ochos primeros meses de 2015 en Extremadura, un punto más que la media española.
En Extremadura se ha pasado de los 1.125 robos perpetrados en los ocho primeros meses de 2014, a 890.
Los datos nacionales han sido puestos en valor, en declaraciones a Efe, por el comandante de la Guardia Civil Jorge Juan Pérez, coordinador de los 97 equipos ROCA distribuidos por toda España (salvo Cataluña y País Vasco, que cuentan con policías autonómicas integrales), con casi 400 agentes dedicados prácticamente en exclusiva a combatir los delitos en las explotaciones agrarias y ganaderas.
Preocupada por el incremento de robos que se estaba detectando en algunas provincias, sobre todo en Almería, Valencia y Sevilla, la Guardia Civil decidió poner en marcha este plan, que ha incidido sobre todo en las quince provincias donde se producían tres de cada cuatro robos.
Además de las tres anteriores, las más afectadas por esa delincuencia era Zaragoza, Albacete, Ciudad Real, Toledo, Badajoz, Cáceres, Córdoba, Huelva, Granada, Murcia, Alicante y Castellón.
La experiencia dio resultados positivos nada más ponerse en marcha, según los datos del instituto armado. De este modo, en los tres primeros meses de vida -octubre, noviembre y diciembre de 2013- los robos habían descendido un 5 por ciento respecto al mismo periodo de un año antes.
La Comunidad que “se resistía a bajar”
Ya en 2014 la reducción llegó hasta el 12 por ciento y en lo que va de año -hasta el 31 de agosto-, la bajada ha sido del 19 por ciento respecto a los ocho primeros meses del ejercicio pasado.
De las 13.550 infracciones penales registradas entre enero y agosto de 2014, se ha pasado a las 10.950 este año.
Todas las comunidades autónomas han registrado este año descensos significativos en las infracciones penales cometidas contra las explotaciones agrarias y ganaderas, a excepción de Murcia, donde se ha constatado un ligero descenso.
Hasta Extremadura, la comunidad en la que los robos en 2014 “se resistían a bajar” y subieron un 1,3 por ciento (de 1.700 delitos en 2013 se pasó a 1.720 el año pasado), ha experimentado una importante bajada este año, del 21 por ciento.
Otra comunidad que este año están registrando menos robos en sus explotaciones agrarias y ganaderas es la Valenciana, con una reducción del 28 por ciento al pasar de 2.250 en el periodo enero-agosto del año pasado a 1.600.
Andalucía ha contabilizado en lo que llevamos de año 3.650 delitos, un 22 por ciento menos; y Castilla-La Mancha, 1.570, es decir, un 18 por ciento menos.
Prevención y persecución del delito
Respecto a los detenidos, desde el 1 de octubre de 2013 hasta el 31 de agosto de este año, la Guardia Civil ha arrestado a 3.720 personas e imputado a 3.135.
Los 97 equipos ROCA están distribuidos en número según la relevancia de las explotaciones agrarias y los robos que sufren. Así, la provincia de Valencia cuenta con 7, mientras que la media es de 2 ó 3, aunque en otras la cifra llega a 5.
Su labor no se centra sólo en la persecución del delito, sino también en la prevención. Por ello, los agentes mantienen permanentes contactos con el sector y, de hecho, éstos han alcanzado los 15.437 desde la puesta en marcha de los ROCA. Además, se han mantenido 2.860 reuniones.
Tal y como ha subrayado el comandante, el sector está “muy satisfecho” con el resultado de este plan contra los robos en el campo, según les han trasladado las asociaciones agrarias y de ganaderos, en las que ha aumentado la sensación de seguridad.
En suma, dice el comandante Pérez, se han establecido canales de comunicación fluidos para trasmitir a los agricultores y ganaderos consejos de actuación y sencillos procedimientos para evitar ser víctima de estos robos.
Maquinaria, uvas, almendras, piñas, animales, motores, productos químicos, gasóleos, tuberías de canales de riego y todo tipo de metales, sobre todo cobre, son objeto de deseo de los cacos del campo.