La Covatilla abre temporada de esquí dos meses más tarde de lo habitual
La estación de esquí de La Covatilla, la preferida por los extremeños, ha inaugurado la temporada el 22 de febrero, dos meses más tarde que en 2015, un retraso provocado por la falta de nieve al que se ha visto obligado el Ayuntamiento de Béjar que gestiona este servicio.
El año pasado la temporada comenzó el 18 de diciembre y se extendió hasta el 9 de abril mientras que en 2016 ha empezado el 22 de febrero y acabará el 30 de abril, de manera que la temporada se acorta prácticamente a la mitad en La Covatilla, que se ha puesto en marcha solo con tres pistas verdes en la zona de debutantes y mantiene los precios respecto a la temporada anterior. La apertura de las 28 pistas restantes está supeditada a que nieve o no.
Menos colas, más barata y cercana
La estación de esquí cuenta con 27 kilómetros esquiables repartidos entre sus 31 pistas, de las que 19 tienen calificación roja, 11 azules y tres verdes. El equipamiento se completa con 21 cañones de nieve artificial; dos telesquíes preparados para transportar hasta a 914 usuarios por hora; un telesilla y una cinta transportadora para 1.300 y 1.100 esquiadores, respectivamente. Por ella pasan cada año cerca de 50.000 personas, según los datos ofrecidos por sus gestores y la mayoría proceden de Extremadura, Portugal, Madrid y Castilla y León.
Los aficionados a este deporte encuentran en La Covatilla ventajas como no tener que soportar pesadas colas y precios más rebajados que en las grandes estaciones, además de su proximidad geográfica en el caso de las regiones de las que proceden la mayoría de los esquiadores.
La Covatilla es un revulsivo económico importante para Extremadura porque muchos de sus visitantes hacen turismo en la región, comen o duermen en la comarca del Valle del Ambroz que es la que está más próxima a la estación salmantina o en Plasencia, de manera que la inauguración de la temporada 2016 ha sido bienvenida por los empresarios de hostelería, turismo y servicios de la parte extremeña, aunque haya llegado con dos meses de retraso.
