El desembarco del nuevo salario mínimo en la región con los sueldos más bajos del país

La subida del Salario Mínimo Interprofesional hasta los 900 euros aprobada por el Gobierno se dejará notar especialmente en Extremadura, la comunidad con los sueldos más bajos del país. 

La media del sueldo del conjunto de empleados de la región estaba hasta ahora por debajo de esa cantidad, en 875 euros, con una brecha de hasta 200 euros frente a la media nacional, según explica el sindicato CCOO.

“Si una persona que antes ganaba 735 euros pasa a ingresar 200 más podrá invertir más. Se comprará la lavadora que antes no podía, comprarse ropa, salir a comer o viajar. Los trabajadores tendrán más capacidad de compra y la economía se reactivará”, destaca Alberto Franco desde CCOO. Subraya que se trata de una regla sencilla, que revertirá en el conjunto de Extremadura. 

En la Comunidad existen unos 35 convenios, de los que 22 tienen que firmarse este año. Todos tienen que garantizar al menos los 900 euros. Será una subida importante para el campo, con un convenio que afecta a 67.000 personas y donde hasta 9 categorías estaban por debajo del salario mínimo. 

Destacan todos aquellos grupos en los que no hay convenios, y que ahora tienen que garantizar el salario mínimo. Es el caso de miles de empleadas del hogar en la región, que por regla general tenían una remuneración de 735 euros, en 14 pagas y 30 días de vacaciones. 

Hay más sectores sin convenio que reciben con los brazos abiertos la subida, como es el caso de lavandería, porteros de fincas y de edificios, así como las pompas fúnebres en la provincia de Cáceres. También hay algunos ayuntamientos que tampoco tenían hasta ahora convenio colectivo y a cuyos trabajadores también afecta.

La precariedad como forma de vida

Es difícil determinar cuántas personas cobrarán menos de los 900 euros en Extremadura porque hay convenios colectivos que estaban por encima (por ejemplo en el caso de la hostelería). CCOO anima sin embargo a mirar hacia la precariedad que sufre la clase trabajadora. Apunta a las condiciones de los contratos y la temporalidad de sectores como el comercio y la hostelería, que mueven buena parte de la economía extremeña.

Desde el sindicato Alberto Franco señala que sólo hay que darse una vuelta por las calles comerciales de las principales ciudades para encontrar a personas que están dadas de alta media jornada, pero que en realidad echan sus ocho horas diarias. Mientras que otras no cobran las horas extra, o las que lo hacen por debajo del convenio. 

El sindicato UGT coincide en el diagnóstico y señala que, a pesar de que el paro se ha reducido en la región un 8,84% en 2018, el empleo que se genera es de una alta temporalidad y muy precario. Para luchar contra ello aboga por revertir la reforma laboral aprobada por el PP. 

Los convenios tienen que crecer

UGT Extremadura subraya que tanto la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) como las contempladas en el IV Acuerdo por el Empleo y la Negociación Colectiva, que implican una subida del 2 por ciento en los nuevos convenio firmados,  son de obligado cumplimiento y tienen que plasmarse en los convenios “sí o sí”. 

Para que los salarios crezcan se necesita más empleo e industria, y UGT se muestra ‘esperanzado’ ante el proyecto de Azucarera en Mérida, de un parque de ocio en La Siberia o de construcción y puesta en marcha de plantas de energía fotovoltaica, informa la Agencia Efe. 

Los sindicatos rechazan las críticas de la patronal extremeña, que afirma que hay empresas que no van a poder asumir el incremento de los sueldos. Frente a esto ponen que manifiesto que los datos macroeconómicos indican un crecimiento de la economía que no ha revertido en los empleados. “La clase trabajadora es la que ha estado aguantando los embistes de la crisis, y es el momento de que esa riqueza se reparta también entre los trabajadores”.

Para evitar los fraudes que se puedan producir a partir de ahora abogan por la reforma el Estatuto de los Trabajadores, con el objetivo de se cree un registro diario de la jornada laboral que frene el abuso de la horas extraordinarias impagadas y que se eleve esta infracción a la calificación de grave. Es decir de que los trabajadores fichen.