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Las empresas ganan 8,3 millones de euros al año con cursos sin apenas control

Los cursos de formación han dado lugar a un gran fraude e investigaciones judiciales.

José L. Aroca

En los últimos meses los sindicatos son objeto de auditorías con lupas muy grandes sobre los cursos de formación en los que participan. Sin embargo un buen puñado de empresas, cerca de 13.000 en Extremadura, se mueven en silencio en el terreno de otro tipo de cursos, la ‘formación bonificada’, que concierta con empresas formadoras y dan derecho a bonificaciones en las cuotas a la Seguridad Social que en el último ejercicio cerrado, 2013, ascienden a 8,3 millones de euros en la región.

De media por cada trabajador en activo, la empresa tiene derecho a deducirse 420 euros anuales.

Según los datos que ha recopilado Comisiones Obreras, aunque el presupuesto no es nada despreciable, los resultados son más que dudosos, y sobre todo, en ese tipo de formación “no hay control alguno”, asegura el secretario de formación y empleo de CC OO Extremadura, Miguel Coque, que no duda en añadir que “hay fraude”.

La radiografía que el sindicato ha hecho indica que dos tercios de los participantes en los cursos no lo hicieron de presencia, sino a distancia, lo que ya significa una primera anomalía puesto que a escala nacional es al revés y predominan las acciones formativas en persona. Extremadura es la comunidad con menor formación presencial de España en ese aspecto.

Se evidencia, reprocha CC OO, que el método mayoritariamente elegido, a distancia, es “de difícil evaluación y seguimiento”. Según Miguel Coque no existe ningún procedimiento oficial que controle que efectivamente se hacen los cursos, y los trabajadores efectivamente participan en ellos, aunque el dato oficial dice que fueron 35.000 personas en 2013, en Extremadura.

Va en aumento

De la ‘buena salud’ de este tipo de formación da idea el que en ese año las empresas recibieron 8,3 millones de euros en bonificaciones a la Seguridad Social por ese motivo, y que la cifra representó además un aumento de nada menos que el 22% sobre el año anterior; en el total nacional fueron 608 millones de euros.

UGT Extremadura ha recibido ofertas de gestorías para dar ese tipo de cursos a sus propios empleados del sindicato “pero hemos dicho que no, para evitar problemas”, explica a eldiarioex Ana Santos, secretaria regional de formación. “Nos tememos que sobre esos cursos no hay mucho control, o ninguno”.

Otras dos cosas que arrojan más sospechas sobre la calidad de esas acciones, y el buen uso del dinero público destinado a ellas, es el hecho de que al final de las acciones no se expiden certificados de profesionalidad, a diferencia de la formación intersectorial que llevan a cabo las organizaciones empresariales y sindicales, que acaba con unos certificados con validez oficial; a lo que se añade que los cursos más frecuentes son los de manipulador de alimentos, o prevención de riesgos laborales, acciones ‘estándar’ y de escasa cualificación.

La formación real en el seno de la empresa es por tanto a juicio de CC OO “más que cuestionable”, ya que carece de controles por parte de la administración, y las empresas en su mayor parte descuidan su diseño, planificación, además del control por parte de la representación sindical. “Hay que ser rigurosos con el dinero público, pero no sólo con el de los sindicatos”, reclama Miguel Coque.

Y puede ser peor ya que el Gobierno central prepara –y podría ser este viernes en Consejo de Ministros— reforzar aún más ese sistema de formación gestionado por las empresas, lo que sería “un nuevo traspaso de dinero de los trabajadores, al capital”.

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