Más del 40% de la juventud extremeña que trabaja está en riesgo de pobreza

El 43 por ciento de la juventud que trabaja en Extremadura está en riesgo de exclusión social. Uno de los principales motivos son los salarios, los más bajos del país, con una media anual de 9.200 euros.
Una persona emancipada no debe destinar más del 30 por ciento de su sueldo a la vivienda, y en caso de hacerlo se considera que vive con índices cercanos a la pobreza. A esto hay que sumar que el coste de los suministros y servicios de la vivienda se han encarecido, hasta en el 25% en el último año.
Así lo refleja un informe del Observatorio de Emancipación Joven, editado por el Consejo de la Juventud de España. Señala que cerca de 2.000 jóvenes extremeños hacen la maleta y emigran cada semestre. Desde el año 2013, calcula que Extremadura ha perdido a 14.660 personas jóvenes, con una media de 4.000 chicos y chicas menos por año en los últimos analizados.
La tasa de paro juvenil en Extremadura es la mayor de España, del 43%. A pesar de los datos, casi 3.000 personas han conseguido emanciparse en los últimos seis meses.
Precariedad y temporalidad
El Consejo de la Juventud de Extremadura explica que la precariedad del empleo del colectivo juvenil sigue marcada por la temporalidad, con una tasa del 59% y una caída interanual del 13% de contratos indefinidos. Las nuevas contrataciones realizadas a jóvenes son temporales, y más de la mitad no llevan ni un año en el mismo centro de trabajo.
“Seguimos siendo la Comunidad Autónoma que tiene a un mayor número de jóvenes trabajando en un puesto que requiere una formación menor de la alcanzada, con una sobrecualificación del 65%”, destaca la entidad juvenil.
La presidenta del Consejo extremeño de la Juventud (CJEx), Elena Ruiz, advierte que los datos son “bastante negativos”, puesto que la tasa de pobreza y exclusión social entre los jóvenes extremeños afecta al 50 %. De modo que la variación entre los que trabajan, y los que están en paro, apenas varía en siete puntos.
A esto suma el Consejo de la Juventud que en el último año la población joven asalariada ha descendido en más de 3.200 personas y el porcentaje de jóvenes autónomos, del 10%, dobla la media española.