70 menores extremeños y portugueses en riesgo de vulnerabilidad comparten campamento en el Jerte
Setenta menores procedentes de Extremadura y el Alentejo portugués, cuyas familias están en riesgo de vulnerabilidad, han compartido unas vacaciones “diferentes” en el campamento infantil “Las Picotas” que Cruz Roja Juventud ha puesto en marcha en el Valle del Jerte cacereño.
La entidad informó este lunes mediante una nota de que se trata de niños y niñas de localidades como Almendralejo, Badajoz, Cáceres, Montijo, Navalmoral de la Mata, Olivenza, Plasencia, Vila Viçosa, Villafranca de los Barros y Zafra, que ya han participado o recibido atención en otros programas de la institución a lo largo del año.
Esta iniciativa, que se puso en marcha por primera vez en el año 2012, pretende ofrecer la oportunidad a estos niños, que forman parte de familias afectadas por la crisis, de disfrutar de unos días de ocio en un entorno natural como el que ofrece el Albergue Juvenil Carlos V, cedido por el Instituto de la Juventud de Extremadura.
Dentro del programa de actividades, los menores han disfrutado de talleres de animación, juegos deportivos, rutas nocturnas y talleres ambientales, entre otros. El objetivo principal de esta iniciativa es trabajar la educación en valores y el desarrollo personal de los propios participantes.
En el campamento, que concluirá el próximo día 27, han participado un total de 19 voluntarios de Cruz Roja.
“Las Picotas” es una de las actividades de referencia dentro de la campaña que la sección juvenil de Cruz Roja pone en marcha cada verano y que atiende a más de 2.000 niños y niñas en toda la región.
Junto con este campamento, Cruz Roja Juventud ha desarrollado otras iniciativas, como los Campamentos Urbanos, el proyecto Ludipiscinas y acampadas de ámbito local que completan la oferta veraniega de Cruz Roja Juventud.
Además, por segundo año consecutivo, los Espacios Educativos Saludables, financiados por la Junta de Extremadura y el Gobierno de España y gestionados por Cruz Roja, con apoyo de una treintena de ayuntamientos, han permitido que más de un millar de menores cuyas familias tienen dificultades puedan contar con unas vacaciones diferentes y tener garantizada la cobertura de su tiempo de ocio, así como la alimentación.