La Junta avisa a Madrid que si no le dejan ejecutar el presupuesto es cuando viene el problema
La consejera de Hacienda y Administración Pública, Pilar Blanco-Morales, le ha explicado este martes en Madrid al secretario de Estado para las Administraciones Públicas, Antonio Beteta, que si empiezan a retenerle fondos económicos, y a decirle qué partidas del presupuesto tiene que congelar, es cuando el problema financiero de la Comunidad se va a complicar y tendrá peor solución.
La reunión, en respuesta a las dos cartas enviadas por el Ministerio de Cristóbal Montoro, que informan de una primera retención de 66 millones de euros, y ordenan la congelación de partidas presupuestarias sin concretar, es continuación de la que días atrás tuvo el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, con el ministro.
Entrando ya en pormenores más técnicos, y con más detalle, Blanco-Morales ha explicado a Antonio Beteta que “todo lo que nos exigen está ya en el presupuesto aprobado para este año”. El calendario “nos ha jugado una mala pasada”, en el sentido de que mientras la primera carta del Ministerio iba de Madrid a Mérida, el presupuesto 2016 iba de la Asamblea de Extremadura, donde acababa de ser aprobado, a su publicación en el Diario Oficial de Extremadura.
El departamento de Montoro quiere que Extremadura pague a proveedores en al menos 60 días, y las cuentas extremeñas contienen el mecanismo para ello, que este mismo martes se ha puesto en marcha.
El Consejo de Gobierno de la Junta ha aprobado la elevación del techo de endeudamiento en 140 millones de euros, de 100 a 240, y a la vez iniciar negociaciones con los bancos para abrir una línea de crédito por ese último importe, llamada ‘confirming,’ para empezar a pagar a los proveedores de la sanidad –productos farmacéuticos y equipo sanitario-, que es donde hay mayor atasco, con la vista puesta en que en julio ya cualquier factura de la Junta se pagaría a 60 días en lugar del plazo medio actual de 102.
Así lo han explicado al término de la reunión la portavoz, Isabel Gil Rosiña, y el consejero de Sanidad y Política Social, José María Vergeles.
Por otro lado, y debido a que el déficit presupuestario del año pasado ha rebasado cualquier límite, se ha puesto en el 2,6%, y es la razón por la que Madrid ha ordenado en una segunda carta ir pensando en congelar gastos por 200 millones, el presupuesto 2016 ya se reduce en un 3,1% respecto al anterior, prevé ingresos extraordinarios, y dedica todo el dinero nuevo –como los 170 millones de ingresos atrasados de 2014 que vendrían en julio- a recortar déficit que si no se convertiría en deuda.
“No podemos no disponer de aquello que ya hemos dicho no íbamos a poner en el presupuesto”, rechaza la consejera; lo que quiere Madrid es que los nuevos ingresos adicionales no vayan a nuevo gasto, sino que sirvan para reducir déficits anteriores, “y así lo hemos recogido ”.
En el presupuesto hay medidas “muy claras”, ha explicado la consejera extremeña a Beteta, orientadas a mejorar el plazo a proveedores, “medidas que podrían quedar sin contenido si no nos dejan ejecutar el presupuesto”, le ha advertido con claridad.
Lo echan abajo
Es decir, hay todo un plan para proveedores, y para reducir el déficit acumulado en 2015 (ambas cosas recogidas en un programa específico de ajuste), que se vendría abajo si desde el propio Ministerio de Hacienda, con retenciones de dinero e intervenciones en el presupuesto autonómico extremeño, meten la mano.
Según lo previsto “estamos en condiciones de cumplir en plazo muy breve, y es muy probable que esas medidas ya no tengan sentido”, sostiene Pilar Blanco-Morales. “Si nos dejan aplicarlo, si nos dejan ponerlo en práctica”, añade no obstante.
¿Renunciaría así el Ministerio de Montoro a las retenciones y a ordenar retoques en las cuentas de la Comunidad? La consejera no las tiene todas consigo dada la dureza en la que parece haberse instalado el titular de Hacienda, pero “podemos entendernos”.
El clamor en el que se ha convertido el foro de consejerías autonómicas y Ministerio respecto a la situación financiera, desembocará el viernes en una reunión del Consejo estatal de Política Fiscal y Financiera, para el cual ambas partes intentan sembrar calma con un maratón de reuniones bilaterales que se están produciendo desde mediados de la semana pasada.
Extremadura explicará en esa reunión “nuestro compromiso para cumplir con Madrid y con Bruselas, pero a otro ritmo y sin destrozar a la gente, sin recortes”, reitera Blanco-Morales el mensaje.
Antes, este jueves, la consejera comparece en la Asamblea de Extremadura para explicar las actuaciones del Gobierno regional.