Un documental recuerda la redada masiva de 160 comunistas extremeños hace 50 años

Un documental recuerda la masiva redada de 160 comunistas en diez localidades pacenses en 1973, hace medio siglo, con el objetivo de homenajear a los represaliados y poner de relieve el papel jugado en la lucha antifranquista por el PCE y los movimientos obreros y campesinos.

'La caída del 73', un trabajo dirigido por Mario Cano y Manuel Cañada y producido por Gran Angular, recoge las primeras detenciones se produjeron el 8 y 9 de junio de 1973 en Villanueva de la Serena y Valdivia y los últimos en salir de la cárcel de Badajoz lo hicieron el 30 de noviembre de ese año.

Los agentes de la Brigada Político-Social de Madrid y Sevilla convirtieron el edificio de La Jabonera de Villanueva de la Serena y el cuartel de la Guardia Civil de Don Benito en los principales centros para los interrogatorios y de tortura. Según Cañada, exsecretario general del PCE en Extremadura y excoordinador regional de IU, algunas torturas fueron de tal calibre que cuando fueron trasladados a la prisión de Badajoz “no querían recibirlos por cómo iban”. Fueron condenados a distintas penas de cárcel en 1976, ya en la Transición, pero nunca entraron en la cárcel.

En el documental, que comienza ahora una gira por Extremadura y que ha sido financiado por particulares, PCE e IU, participan 24 personas, como represaliados y familiares de los detenidos o los historiadores Juan Andrade, Juan Carlos Molano y Carlos Sagüillo. También cuenta con testimonios como el del escritor Tomás Martín Tamayo, maestro de la prisión de Badajoz, y Fermín Solano, párroco vinculado a los movimientos cristianos de base, que, según Cañada, también jugador un papel importante en la lucha antifranquista.

Guerras del tomate y la leche

El objetivo de la redada era desmantelar el fuerte movimiento de oposición obrero y campesino que se había forjado en unos años que se produjeron “las guerras del tomate y de la leche”, ha señalado Cañada, que ha estado acompañado por familiares de Miguel Herrera, que fue detenido en la gasolinera donde trabajaba, y de Pedro Berrocal, cuando estaba en la cuchillería.

A Rufino García, militante de las Juventudes Comunistas, que entonces tenía 23 años, le arrestaron en Calamonte cuando paseaba con su novia y fue trasladado a Mérida, según ha recordado en la rueda de prensa.

Tras lo que había pasado en Don Benito y Villanueva, los detenidos en Mérida adoptaron la postura de no declarar, ha señalado Rufino García, que estuvo 16 días arrestado.

Visitación Berrocal ha contado que su padre, presidente del comité provincial del PCE de Badajoz, comenzó a formar un grupúsculo en 1957 en Don Benito y dos años después se estuvo formando en París durante 45 días. Ha recordado que su padre la llevaba de “tapadera” a las reuniones clandestinas y que, con 14 años, estuvo presente en el registro de su casa, donde no encontraron nada aunque luego figurara en un acta que se habían encontrado documentos y dinero.

Herrera, según ha comentado su hijo Miguel Ángel, estuvo ocho años en la cárcel de Córdoba al acabar la guerra tras conmutarle la pena de muerte. Cuando fue detenido en 1973 era el responsable del partido en Mérida, estuvo 96 días en la cárcel y salió de ella “con 15 kilos menos”, ha recalcado su hijo. Ha lamentado que fuera a prisión únicamente por sus ideales, por lo que defendido la importancia de este documental para que todo esto se sepa.

Cañada ha expuesto que los que los que protagonizaron la lucha en la clandestinidad, “la izquierda la izquierda del PSOE”, como el PCE, no recogieron los resultados luego en las urnas. En este sentido, ha recordado que la primera reunión oficial del PSOE en Extremadura fue en el año 1976, muerto ya Franco.

Cañada ha subrayado que la memoria histórica no son solo los años de la posguerra y la fosas comunes, ya que a su juicio llega hasta la etapa del Tardofranquismo, como demuestran los hechos que relata el documental.