La cesión de los fruticultores a pagar el salario mínimo evita un conflicto generalizado en el campo
- El viernes pasado 200 jornaleros se plantaron
La disposición de la Asociación de Fruticultores de Extremadura (Afruex) a pagar el nuevo salario mínimo (interprofesional) ha evitado un conflicto generalizado en el campo, del que ya había “conatos” y un primer aviso el viernes pasado cuando 200 jornaleros se plantaron en una finca cercana a Badajoz.
Tras una reunión este miércoles de la patronal de la fruta con UGT y CCOO, ha recomendado a sus socios pagar la subida salarial hasta que se resuelvan las acciones judiciales que Afruex ha iniciado por su ausencia en la negociación del nuevo convenio colectivo del campo.
De no haber sido así, se habría producido un conflicto generalizado ya que en las explotaciones estaba habiendo varios “conatos” de huelga según Miguel Talavera, de UGT, que se alegra de que se haya evitado el problema en un momento en que no menos de 30.000 trabajadores están en plena faena recogiendo y procesando la fruta.
Los sindicatos consideran a partir de ahora interlocutor plenamente válido a Afruex, que representa al 90% de las empresas del sector, y que ellos no saben por qué no está sentada en la mesa negociadora del nuevo convenio colectivo que se está fraguando, y cuya próxima reunión será a principios de julio.
Se paga ya con retraso
Afruex pide por tanto a sus socios abonar los importes salariales que reclamaban CCOO y UGT, 46,34 euros brutos la jornada de trabajo, informan las tres organizaciones; unos importes que, recuerda Talavera, deberían de haberse aplicado desde el pasado 1 de enero.
Esta cifra de 46,34 euros se corresponde con el salario fijado por el laudo arbitral emitido el pasado 17 de mayo por el Servicio de Mediación y Arbitraje de Extremadura para aplicar el incremento del SMI a los trabajadores eventuales del campo.
Se reconocen interlocutores
En otro punto del acuerdo alcanzado este miércoles, las organizaciones sindicales y la empresarial se reconocen recíprocamente la condición de mayor representatividad en el sector frutícola extremeño, lo que equivale a ser interlocutores principales de la negociación. Los representantes de los trabajadores dialogan en dos frentes, las organizaciones agrarias, y ahora con la patronal de la fruta, y lo lógico es que todos estén sentados en la negociación del convenio colectivo nuevo.
“Nosotros”, explica Talavera, “encantados de que todos estemos en la negociación, lo que ocurrió es que nosotros en esta ocasión convocamos en su día a las mismas organizaciones que estuvieron el año pasado”.
Todas estas decisiones, pagar el SMI, o reconocerse representatividad, llegan después de que más de 200 empleados de la finca “La Adelantada” de Badajoz, perteneciente a la empresa El Escobar, se concentraran el pasado viernes para reclamar el abono de la subida del sueldo y de que los sindicatos anunciaran que estudiarían convocar movilizaciones en aquellas que no lo hicieran, todo ello en plena campaña de recogida de la fruta.
Afruex ha impugnado la mesa de negociación del convenio del campo y el convenio colectivo actualmente en vigor –que a su vez ya habían denunciado los sindicatos-, al entender que en la mesa negociadora no está representada la mayoría de las empresas del sector que más mano de obra generan en la región.