“Abandono Vox por los ‘ramalazos’ radicales sobre los derechos LGTBI o la violencia de género”

Ha abandonado Vox, aunque piensa seguir como concejal independiente en el Ayuntamiento de Cáceres para trabajar por su ciudad. Se muestra sereno, y a sus 70 años sentencia que no volvería al partido. Está en contra de los ‘ramalazos’ radicales de algunos de sus dirigentes en cuestiones sobre los derechos de las personas LGTBI o la violencia de género.

Dice que sigue compartiendo los 100 puntos del ideario, pero no interpretaciones ‘machistas’ que hacen algunos.

Es contrario a las ‘teatralizaciones’ que revientan actos en recuerdo a las mujeres asesinadas, al igual que tampoco comparte las posturas de algunos militantes ‘nostálgicos’ de Franco.

Dos de los máximos dirigentes de este partido en Extremadura, Juan Antonio Morales y Antonio Pozo, fueron nombrados caballeros de honor por la Fundación Francisco Franco, un premio que recibieron cuando aún estaban en el PP. En este sentido no responsabiliza a la directiva de Vox, que a su juicio no puede controlar la presencia de estos exaltados, y apunta a casos 'individuales'.

“Me han acusado de ser socialista”

El único concejal que la formación de Santiago Abascal tenía en la capital cacereña enviaba días atrás un burofax a la sede nacional del partido en la que confirmaba su salida.

Lamenta que hayan llegado a acusarle de ‘socialista’, por el hecho de hacer vida municipal e intentar alcanzar el consenso con el resto de formaciones. Dice que todas las propuestas y debates estaban encaminados a mejorar la vida de la ciudad.

Explica que mantiene una buena sintonía tanto con Unidas Podemos y PSOE, como con PP y Cs, y que en sus tres meses como concejal ha presentado más de una veintena de propuestas.  “Yo he venido aquí a trabajar por mi ciudad, no a estar con la escopeta cargada esperando disparar contra el equipo de gobierno”.

Falta de democracia interna

Una de las cuestiones con las que más crítico se muestra este cacereño ha sido con la democracia interna, que a su juicio ‘brilla’ por su ausencia. De hecho afirma que desde Madrid “hacen y deshacen listas a su antojo”, sin contar con la voz de la militancia.

“No se ha contado con nadie tras la convocatoria de la comisión gestora en Cáceres. A ningún militante le han preguntado cuál era la persona más idónea para liderar la comisión. No conocemos a las personas que han puesto”.

Advierte que en la elaboración de las listas electorales aparece gente “que jamás ha pisado la sede del partido”. “Son amigos o personas impuestas, que no han colaborado en absoluto con el partido”.

Prueba de la falta de democracia se encuentra a su juicio en el número mínimo de militantes necesario para conformar los comités ejecutivos. Hasta febrero se podían elegir con al menos 50 militantes, y a partir de entonces la cifra subió hasta los 500.

“Esto ha hecho que en la inmensa mayoría de las provincias no haya comités ejecutivos elegidos por los militantes, hay comisiones gestoras impuestas por Madrid”. Así lamenta que la única vida de los militantes en el partido es la de “pagar su cuota y obedecer”. 

Derechos de las mujeres y LGTBI

Teófilo Amores critica la ‘radicalización’ en torno a la violencia de género y a las interpretaciones que de nuevo hacen algunos mandatarios dentro de Vox.

Comparte el concepto de violencia intrafamiliar, por encima del de violencia de género, porque a su juicio es necesaria la protección de todos los miembros del hogar. “Pero otra cosa es que no se respeten actos y a las mujeres que han sido asesinadas, y que además saquen pancartas los mandatarios más conocidos. Es inadmisible”.

Una de las propuestas de Teófilo Amores en el Ayuntamiento de Cáceres consistió en renombrar calles de la ciudad y ponerles títulos de mujeres. A día de hoy dice que sólo 10 de las 1.000 calles de Cáceres están dedicadas a una ellas, y su propuesta fue la de añadir al menos 140 nuevos nombres femeninos. “Esto provocó el estruendo y el escándalo en el partido. Se derrumbaban las murallas de Jericó, y esto es algo que no tenía nada que ver con el ideario del partido”, lamenta.

En torno a la libertad sexual y los derechos LGTBI critica las prohibiciones expresas a la hora de participar en actos en los que esta comunidad reivindica sus derechos en la calle.

“Son interpretaciones que hace alguien. En el ideario sí está que el colectivo no tiene que tener privilegios por el hecho de serlo, pero tampoco debe tener estigmatizaciones de ninguna clase. Si quieren hacer una marcha, ¿por qué no los voy a acompañar como concejal de Vox? Igual que cuando el colectivo católico de la ciudad hace una procesión en Semana Santa, o cuando sale el Corpus Cristi”.

Subraya que las LGTBI también son ciudadanas cacereñas, y entre ellas hay votantes de Vox. “¿Por qué no voy a participar en los actos del Orgullo? Pues no gusta que se participe”.

Memoria histórica

Sobre la Ley de Memoria Histórica quiere aclarar que se trata de una norma que “a muchas personas”, como a él, no les gusta. Aunque en el marco constitucional hay que acatarla. “Si nosotros rechazamos que se cumpla una ley, ¿con qué legitimidad la vamos a pedir a los catalanes que acaten nuestras leyes?”.

Anima a ser ‘coherentes’, y subraya que no puede mantenerse vivo ni el callejero franquista ni los homenajes de ninguna clase. “Franco se murió hace muchos años y ha pasado tiempo suficiente como para que lo tengamos olvidado, tanto para los nostálgicos que se meten en homenajes, como para aquellos que quieren desenterrarlo, porque lo están reviviendo”. Aboga por haberlo dejado en el ostracismo.

‘Enchufismos’

También ha relatado cómo la dirección de Vox le obligó a retirar de las redes sociales las críticas que trasladó al que fuera candidato de este partido a la Presidencia de la Junta de Extremadura, Juan Antonio Morales.

Morales, que no logró acta de diputado autonómico, fue contratado como asesor del Grupo Municipal Vox en el Ayuntamiento de Badajoz. Aclara que no está en desacuerdo con su nombramiento, sino con que lanzara numerosos vídeos durante la campaña regional en los que afirmaba que iba a acabar con los asesores a sueldo en los partidos, “por ser una sangría para las arcas públicas”.

“Terminan las elecciones, no logra un escaño en la Asamblea de Extremadura y ahora se mete como asesor a sueldo en el Ayuntamiento de Badajoz. Pues vaya usted predicando con el ejemplo. No haga usted eso, hay que ser coherentes entre lo que se dice y lo que se hace”.