Un castaño quemado y un roble arrancado, eliminados del Catálogo de Árboles Singulares de Extremadura
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Dos árboles han salido del catálogo de ejemplares singulares de Extremadura tras degradarse. Se trata de un castaño quemado en Casas del Castañar y un roble arrancado en Garganta la Olla.
Entra en la lista el alcornoque de la dehesa boyal de Mirabel recibe esta declaración en atención a sus valores biológicos especialmente representativos, según ha aprobado este martes el Consejo de Gobierno de Extremadura.
Este ejemplar destaca por sus espectaculares dimensiones: posee una altura total de 16,5 metros y un diámetro medio de copa de 22,50 metros. El perímetro del tronco alcanza los 6,48 metros, con varios contrafuertes que se insertan en la tierra. Se le estima una edad en torno a los 350 años.
Los ejemplares descalificados
En concreto ha sido desclasificado el Árbol Singular el carballo grande de La Garganta, localizado en Garganta la Olla, decisión que se justifica en el hecho de que el árbol ha muerto al desprenderse sus raíces de la inestable ladera donde se encontraba, cayendo a la Garganta Mayor. En estas circunstancias se considera necesaria su descalificación dado que han desaparecido las causas que motivaron su declaración.
También dejará de formar parte del catálogo de árboles singulares de Extremadura el castaño de Los Realengos, situado en el término municipal de Casas del Castañar.
Este árbol resultó afectado en un incendio que quemó su tronco por completo. Aunque han rebrotado algunos renuevos, las ramas principales no han podido hacerlo.
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Reglamento de la caza
Por otro lado el Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura ha aprobado un decreto por el que se aprueba el reglamento que regula el ejercicio de la caza, así como la planificación y la ordenación cinegéticas, y con el que se completa el desarrollo de la Ley de Caza de Extremadura. Este reglamento actualiza y modifica toda la normativa anterior sobre esta práctica y se suma al ya aprobado por el que se regulan los terrenos cinegéticos y su gestión.
El decreto regula el ejercicio de la caza en lo relativo a la documentación y acreditación necesaria de los cazadores, las modalidades y medios para la caza, la caza deportiva, las acciones por daños y el control de predadores, así como las normas de seguridad en el desarrollo de las acciones cinegéticas.
Además, regula todo lo relacionado con las especies cinegéticas en cuanto a su clasificación, introducción, régimen de tenencia y transporte de las piezas cobradas en acciones cinegéticas, así como las granjas cinegéticas y los talleres de taxidermia.