Por fin se acaba

Este martes se constituye la nueva Asamblea de Extremadura y termina, por fin, la legislatura más negra de la democracia extremeña.

La legislatura comenzó con una inmensa mentira (aquella que decía que entre el PP e IU no había pacto sino sólo una inocente abstención, ya, ya…) Lo cierto es que la pareja de baile de la legislatura negra cerró un pacto de acero que IU cobró en prebendas y favores variados. Y lo que comenzó sobre una gran mentira ha terminado en una montaña de engaños a cual más desvergonzado. No podía ser de otra manera

Cualquier día de estos habrá que hacer un inventario para dirimir cuál ha sido la mayor mentira de estos años. ¿Tal vez las esperpénticas razones de Monago queriendo explicar sus viajes canarios? ¿Tal vez los discursitos de Teniente diciendo, aguantando la risa, que habían implantado un nuevo modelo productivo y de crecimiento y emprendimiento y etc…? ¿O aquella de que aquí se creaba empleo? ¿O aquella otra de que se iban a sanear las cuentas y acabar con la deuda pública? ¿O aquella de que iban a inventar una televisión pública plural y de calidad? O, aquella otra de que habían aprobado una ley de transparencia para que todo fuera más opaco aún, o aquella otra ley de transición modélica de un gobierno a otro…

Este gobierno de la derecha e IU ha mentido tanto, tanto, que se ha llegado a creer sus propias mentiras. Por eso, cuando la noche del 24 de mayo se conocieron los resultados electorales no daban crédito, no podían aceptarlo. En serio, se habían creído sus propias mentiras, sus propias encuestas amañadas, sus propios desvaríos; lo creyeron ellos, y el amplio elenco de calumnistas que alimentaron la mentira con entusiasmo bien remunerado.

Pero la mentira no borró la tristeza de los pueblos, ni engañó otra vez a la gente que supo ver la mirada del lobo bajo los embusteros corderos.

Ahora llegan a la Asamblea destellos de la rabia que nació en las calles y plazas el 15 M; vuelven socialistas acosados por sus ideas; entran ciudadanos que quieren construir una derecha diferente.

Esa es la nueva mayoría social que ha ganado estas elecciones y que tendrá que borrar los rescoldos del odio que han alimentando desde la Plaza del Rastro aprendices de brujo y maestros de la engañifa.

La dirección regional del PP, los jefes de la gran mentira, aún no ha hecho ni el más mínimo ejercicio de autocrítica. Ni lo harán. Siguen diciendo que han hecho historia, que han sido pioneros en esto y en lo otro. Es verdad, han hecho historia: después de 28 años chupando el banquillo de los suplentes, les sacan como titulares y la afición no ha tardado ni un cuarto de hora en sacarles tarjeta roja. Y es verdad, eso es para pasar a la historia.