Nos quedamos de momento sin aviones, se resigna el gobierno regional

Dentro de cinco días, el 31 de julio, partirá del aeropuerto de Badajoz el último de los aviones de Air Europa que durante los dos últimos años han mantenido con vida, aunque moribunda, la conexión aérea con Madrid o Barcelona. “Sin las líneas nos quedamos de momento”, ha admitido el nuevo presidente autonómico, Guillermo Fernández Vara.
El dinero que venía ofreciendo la Junta a las compañías, unos dos millones de euros anuales, es insuficiente entre otras cosas porque las ocupaciones se han reducido enormemente en los últimos ejercicios, y la subvención oficial a los billetes no cubre las pérdidas.
Habrá que sacar un concurso nuevo –el último convocado por el gobierno de José Antonio Monago quedó desierto-, “estamos hablando con el sector, pero el modelo de volar a cambio de publicidad no ha funcionado y buscaremos alternativas”, añade un Vara que apunta con sorna que “este es el cuadro macroeconómico que nos han dejado: sin avión, sin tren rápido, y sin autobuses de transporte escolar”.
El propio presidente hablado con algunos de los responsables de diversas compañías, avisándoles que la Junta les va a convocar a reuniones, para escuchar sugerencias y trasladarlas a un pliego de condiciones.
El 31 de julio Air Europa, que no se presentó al reciente concurso declarado desierto, termina su contrato y se marchará sin que nadie la sustituya, con consecuencias rápidas y directas para la plantilla de trabajadores del aeropuerto.
Al margen de las medidas que decida la responsable del mismo, Aena, en materia de recortes de mantenimiento, limpieza y seguridad (ya se sabe que en en esto último serán del 50%), los habrá también en Iberia, que mantiene varios empleados para la asistencia a las compañías aéreas que usan la instalación.
Según fuentes sindicales, 4 de los 10 eventuales se irían a la calle, y para el resto habría un recorte brutal de jornada, de las 25 semanales que hacen ahora, a 2.