“Cuando quiero ejercer de presidenta me tengo que poner los pantalones y quitarme la falda”
Ocho de marzo. Día Internacional de la Mujer, un día para recordar que queda todavía mucho por recorrer en el camino de la igualdad, advierte Blanca Martín, presidenta de la Asamblea de Extremadura, y que a pesar de sentarse en tan alto cargo dice seguir notando, en su propia persona, que las estructuras sociales y políticas continúan siendo para los hombres.
-Pero aparentemente y en teoría la igualdad existe, hay mujeres en puestos de primera fila y usted sería un ejemplo
-Las estructuras son muy machistas, y yo diría que aunque formalmente seas igual, no lo es el trato que te dan. A veces, y es mi propia experiencia, te ningunean un poquito por ser mujer, no tanto en el ámbito político sino en el exterior; no es igual, y lo estoy notando yo misma, ser presidente del Parlamento extremeño que presidenta.
-¿Cómo?, ¿pero en qué lo nota?
-En todo, yo lo noto en la gobernanza de esta casa sin ir más lejos. No se le reconoce a la presidenta la misma autoridad que a un presidente, y si vas a un acto no es igual. He estado toda la vida observando esto y ahora lo vivo en primera persona. Si quieres ejercer la autoridad te tienes que cabrear y digamos que te tienes que poner los pantalones y quitarte la falda, hablar fuerte y en términos masculinos.
Presidenta de una comisión europea de igualdad
-Ha dicho usted que quizá por eso quiere imprimirle a su presidencia una vocación social; feminismo, lucha por los derechos sociales, como los que reclaman en este momento los refugiados. ¿En qué se va a traducir esa intención?
-Desde este cargo la única política que puedes hacer es gestionar la iniciativa de los grupos parlamentarios, además de hacer visibles ciertos problemas como la violencia machista y los refugiados.
La Asamblea pertenece a dos redes de parlamentos, una europea y otra nacional: de mis antecesores Ramón Ferreira presidió en 2010 la Conferencia de Presidentes de Parlamentos Autónomicos Españoles, la Coprepa, y Fernando Manzano en 2012 la Conferencia de Asambleas Legislativas de las Regiones Europeas, la Calre; bueno, eso estuvo bien para dar a aonocer la región fuera.
Pero como he dicho, apenas tengo margen político, y dado la Asamblea no podía volver a presidir ni una conferencia ni otra, porque hay otros parlamentos que nunca lo han hecho, me presenté a coordinar un grupo de trabajo que estaba libre porque lo gestionaba la presidencia de Gales, el de igualdad de género, y me han dado la coordinación-presidencia.
Vamos a trabajar en ello en los próximos meses, hay un montón de parlamentos europeos que han decidido involucrarse, frente a otras cuestiones preferidas antes como los derechos humanos y la democracia. En la comisión somos siete mujeres y cuatro hombres, y creo que podemos avanzar en este tema, viéndolos todos en común; además podremos analizar las diferencias entre unos países y otros. Una acción coordinada de los parlamentos regionales europeos en materia de igualdad. Presentaremos un proyecto de trabajo y en septiembre habrá una reunión en Mérida.
La suscripción a la comisión de igualdad terminó el 29 de febrero, aunque está abierta, y está el grupo hecho; hay parlamentos españoles, uno portugués de las Azores, italianos, belgas, alemanes…
-¿Son los mismos problemas por ejemplo los de las mujeres alemanas que las españolas?
-Es lo que vamos a ver pero básicamente son similares, y en el entorno de los parlamentos y políticos también pasa lo mismo. Posiblemente habrá confrontación, pero en el tema parlamentario y en materia de igualdad los parlamentos españoles vamos por delante; en representación por la ley de igualdad española vamos por delante, y no digamos en presidentas que de 17 asambleas autonómicas que hay somos 11 mujeres.
-Cada vez que hay una desgracia de violencia de género, se reclama un Pacto de Estado en la materia, ¿de qué valdría?
-Para darle un carácter de máxima importancia para las fuerzas políticas, y tomar medidas de forma unánime sin que nadie haga electoralismo con ello; los ha habido contra el terrorismo de ETA y contra el terrorismo islámico. Ahora la lacra es el terrorisimo machista, y si se ponen dinero, medidas, y las fuerzas de seguridad, todo coordinado con las autonomías y ayuntamientos, posiblemente acabemos con esto
La educación es también fundamental para evitarlo en el futuro, y no digamos la colaboración de la justicia porque sentencia como la de estos días, que una jueza pregunta a una chica violada si cerró bien las piernas… Si los jueces y juezas no saben de lo que están hablando es difícil acabar con esto.
-Violencia, pero también desigualdad salarial y laboral según los informes que han salido en las últimas semanas
-En Estados Unidos durante la II Guerra Mundial la mujer se incorporó masivamente a la industria militar, pero una vez que terminó y volvieron los hombres a sus empleos, la Administración decidió que para que no subiera el paro había que convencer a las mujeres de que una vez casadas se dedicaran a sus casas; esa mentalidad llegó a España, aunque con retraso, y mientras no se nos considere iguales nunca podremos ganar lo mismo.
La política está cambiando, sí, y debe ser un ejemplo de incorporación de la mujer a los puestos altos, pero mientras las empresas privadas no lo hagan… La crisis además ha castigado al más débil, a nosotras.