Las renovables ahorraron a los consumidores 4.180 millones en electricidad, Extremadura es la segunda termosolar
Las energías renovables son ya plenamente competitivas e incluso más baratas que las tradicionales como son las fósiles (gas y petróleo) además de más amables con el medio ambiente. La asociación nacional de energías renovables, APPA, ha presentado este miércoles en Mérida su estudio anual sobre el impacto económico de esas fuentes energéticas en España referido a 2015, según el cual el sector aportó al PIB nacional 8.256 millones de euros.
El sector que incluye la energía eólica tiene sin embargo el viento en contra especialmente desde que gobierna el Partido Popular, lo que ha hecho que la aportación de las fuentes limpias a la producción energética nacional lleve tres años disminuyendo, sin bien en 2015 por el valor superior del kilowatio su facturación por fin aumentó.
Las renovables no avanzan, al contrario que lo hacen en el resto de Europa y del mundo, explica a eldiarioex el director general de APPA, José María González Moya.
“Las tecnologías se han abaratado mucho y ya son plenamente competitivas con las energías tradicionales”, afirma. La prueba es que “el año pasado los países que más renovables instalaron fueron los subdesarrollados y los emergentes, más que las potencias del primer mundo; es decir, las naciones que más crecen y tienen que hacer frente a la demanda eléctrica por ejemplo, optan por las fuentes solares y eólicas.
“Esos países con menos potencial económico optan por lo más ventajoso, ellos han cogido el tren a tiempo”.
Según los cálculos de esta Asociacion de Empresas de Energías Renovables el año pasado esa eficiencia abarató en el bolsillo de los consumidores españoles la factura eléctrica en 4.180 millones de euros, y en importaciones de fuentes fósiles (petróleo, gas) 6.866 millones de euros equivalentes al coste de 20 millones de toneladas equivalentes de petróleo (tep).
Extremadura, potencia solar
González Moya detalla que Extremadura es la segunda potencia nacional, tras Andalucía, en potencia instalada solar termoeléctrica (o termosolar), y tercera en solar fotovoltaica después de la comunidad andaluza y Castilla-La Mancha.
En la región no hay producción eólica porque el viento es escaso y la regulación autonómica ha resultado indecisa, y si se prescindiera de esa fuente Extremadura sería la segunda potencia nacional en el conjunto del resto de renovables; sumando la eólica, es la octava en la actualidad.
Se acabaron las falsedades
El consejero de Economía e Infraestructuras, José Luis Navarro, que ha participado en la presentación del estudio, ha reiterado la necesidad de definir el sistema eléctrico de España para los próximos años, hasta el 2030 como mínimo, porque el sector eléctrico, energético y el de las energías renovables, particularmente, “necesitan estabilidad y seguridad jurídica”.
El Gobierno hasta hoy en funciones, en vez de tomar decisiones sobre qué combinación eléctrica necesitará el país, sigue instalado en sus “contradicciones”, manifestando que cumplirá los Objetivos 2020 europeos sobre energías renovables, mientras que por otro lado “está impidiendo el desarrollo de las mismas”.
Como ejemplo la Planificación de las Redes de Transportes de Electricidad, aprobada en 2015 y en la que se contemplaba autorización de hasta 8.500 MW de potencia para nuevas instalaciones de energía de fuente renovable, pero “ha pasado el 2015 y el 2016 y estamos prácticamente a cero, mientras que en el resto del mundo, países primeras potencias y países emergentes, han puesto en marcha 150.000 megavatios nuevos solo en 2015”.
Ha recordado Navarro por otro lado las “numerosas falsedades” transmitidas durante años mediante una campaña “reiterada, insistente y machacona” contra las energías renovables, haciéndolas responsables del déficit tarifario eléctrico (una deuda económica que se iba acumulando a favor de las empresas energéticas), lo cual está “sobradamente desmontado. El déficit sería mucho mayor sin las renovables”.
Para el consejero el nuevo escenario político, en el que nadie tiene mayoría, es propicio para dar un giro “muy importante” en el modelo energético nacional e impulsar un acuerdo de Estado sobre energía que defina el proceso de transición hacia un nuevo modelo energético basado en las energías renovables, que dé estabilidad y seguridad jurídica al sector.
En el corto plazo, propone derogar el real decreto sobre autoconsumo eléctrico y modificar la actual regulación nacional sobre energías renovables, de forma que España pueda cumplir con los objetivos fijados por la UE para 2020.