Detienen a dos ocupantes de la Corrala de Mérida, acusados de intentar pinchar la luz
Detenidos, acusados por la policía de un delito de de resistencia, desobediencia y robo con fuerza en grado de tentativa. Estos son los delitos que la policía imputa a dos de los habitantes de la corrala de Mérida, fueron detenidos en la madrugada de este pasado viernes en las inmediaciones de la barriada de La Calzada. Se les acusa de intentar pinchar la luz.
Se cumplen dos meses desde que los ocupantes de la corrala anunciaran la ocupación de las viviendas propiedad de la Sareb, el banco malo, en la barriada de la Calzada de Mérida.
Dos meses sin luz, algunos de ellos con grupos electrógenos, y otros sin ningún tipo de suministro. Tampoco en las farolas, porque el alumbrado público se cortó unos días antes de las elecciones del pasado 24 de mayo en la calle de las viviendas ocupadas. Solo en esa calle.
Fuentes de la Delegación del Gobierno en Extremadura han explicado a este diario que los hechos se produjeron en torno a las 04,30 horas de la madrugada del viernes, y que en la calle Madre Teresa de Calcuta apareció “forzada” una arqueta de la compañía eléctrica, “y se observa que los cables de luz estaban fuera de dicha arqueta”.
Los detenidos fueron puestos en libertad tras pasar a disposición judicial. Han acudido al médico, con el objetivo de presentar un parte de las lesiones que según ellos les produjeron los agentes de la policía en su detención.
Pedro Benítez, abogado de los dos detenidos, ha explicado que los acusados niegan los hechos que se les imputan. Advierte que fueron detenidos junto al campo de fútbol, cerca de la carretera de Proserpina, y que se les acusa de haber roto el candado de una caseta de luz, “sin referirse a que esos hechos se produjeron otro día”, y por lo tanto no se les puede acusar a ambos de ser los responsables según ha argumentado.
Jesús Oliva, uno de los detenidos, también ha negado los hechos que le imputa la policía. Además, asegura haber sufrido un “maltrato policial claro”, a tan solo unas horas de celebrarse su propia boda. Asegura que han sufrido heridas en el costado y las piernas.
El Campamento Dignidad asegura que, “no contentos con la detención de nuestros dos compañeros, les han pegado patadas y golpes de todos los tipos. Les han insultado y vejado de mil maneras”. “Pero sabemos que no son ellos (la policía). Son sus jefes en la Delegación del Gobierno, son los políticos del PP, rabiosos por haber perdido las elecciones municipales y autonómicas y aterrados ante la perspectiva de ser derrotados en las próximas generales”.
El campamento apoya la lucha de estas y exige a la Delegación del Gobierno que ponga fin a la política de “acoso” contra los activistas de los campamentos dignidad y del movimiento por los derechos sociales.
También reclama la apertura de una mesa de negociación en la que se dé solución a las familias de la Corrala y la puesta en alquiler social de todas las viviendas de la SAREB (banco malo). Mientras tanto, pide que por parte de las administraciones se garantice el acceso de todas las familias al suministro de luz y agua.