Los ecologistas celebran que “por fin ha dejado de cazarse” dentro de Monfragüe
Ecologistas Extremadura ha trasladado su “satisfacción” tras comprobar que en las monterías celebradas en los límites del Parque Nacional de Monfragüe el pasado fin de semana, “por fin ha dejado de cazarse” dentro del citado enclave.
Ello ha venido acompañado de un compromiso del director general de Medio Ambiente, Pedro Muñoz, así como de la decisión de no permitir que se maten ciervos machos, lo que también consideran “un acierto” por parte de la organización.
Según Ecologistas Extremadura, en estas últimas monterías se dieron “instrucciones precisas”, desde la dirección del Parque, de que no se podían colocar puestos en los terrenos situados dentro del mismo, ya que hasta ahora se realizaban “en fincas que tienen terrenos dentro y fuera del mismo”.
Así esperan que se confirme en las próximas monterías y se empiece a cumplir lo que indica la legislación vigente. Esta ha sido una de las “peticiones largamente reiteradas” por la asociación y respaldada por la firma de “más de 9.000 ciudadanos” que recientemente han pedido a los grupos políticos de la Asamblea que dejen de celebrarse monterías en este espacio natural protegido.
No obstante, Ecologistas asegura que, según el plan de acción selectiva aprobado para esta temporada, se pueden seguir realizando acciones cinegéticas de control “tipo monterías”, en cuyo caso ha pedido que no se suelten rehalas de perros en el Parque.
Ha solicitado que, antes de empezar a matar animales, primero se hagan estudios para conocer las poblaciones actuales de ciervos en el Parque y que estos sean públicos, teniendo en cuenta “los antecedentes de otros muchos espacios naturales, donde se ha comprobado que estos controles cinegéticos no son efectivos”.
En este sentido, la organización es partidaria de “otras alternativas más ecológicas” como: asegurarse de que no reciben alimentación artificial, evitar la competencia por los pastos con el ganado y capturar ejemplares para usarlos para repoblar otras zonas. En definitiva, ha abogado por “buscar otros métodos de control menos cruentos” y, a largo plazo, recuperar sus depredadores naturales, para que mantengan sus poblaciones a niveles estables, como ya se ha hecho en otros Parques Nacionales del mundo.