Las ‘Euromarchas’ hacen parada en Extremadura en su ruta a Bruselas para exigir una Europa más social
Aplausos a su paso, pero también miradas curiosas en torno al centenar de personas que participan en la ‘Euromarcha de la Dignidad’ a su paso por Extremadura. Frente al modelos de austeridad y la Troika, reclaman una Europa “más social”.
En su segunda etapa, la marcha hizo varias paradas en la comunidad extremeña arropados por los Campamentos Dignidad y la Plataforma de Afectados por las Hipotecas, así como por Podemos e IU, entre otra organizaciones. También recibieron la visita del alcalde de Mérida, el socialista Antonio Rodríguez Osuna.
El característico autobús azul que les acompaña desembarcó en en primer lugar en Almendralejo, donde fueron recibidos por la Corrala de esta localidad bajo el lema “Por una Europa de las personas, digamos ¡basta! A la Europa del capital”.
La siguiente parada fue la de Mérida, donde la marcha tenía preparada una acción reivindicativa. Los activistas se colaron en uno de los supermercados de la cadena Aldi para señalar --explican-- a uno de “los grandes beneficiarios de la Troika”.
Manuel Cañada, del campamento, indica que la cadena es propiedad de una de las familias “más ricas” de Alemania“, símbolo del modelo de las grandes superficies comerciales que ”deteriora el empleo de la pequeña y mediana empresa“, ”y un símbolo del sistema capitalista que auspicia el Cuarto Reich“.
Tras el acto, y una asamblea popular en el centro de Mérida, tocó tomar fuerzas antes de partir hacia Cáceres, donde la ‘Euromarcha’ ha repetido una manifestación desde la barriada de Aldea Moret (una de las zonas más deterioradas de la ciudad) con destino hasta el centro.
Uno de los participantes de esta marcha, que va a recorrer 4.000 kilómetros es Pedro Arrojo. Es profesor aniversario en la Universidad de Zaragoza, y está convencido de que Europa tiene que dar un giro en sus políticas. “Venimos para decir: alto ya a las políticas de depredación social”.
Insiste en que, aunque las reivindicaciones de los colectivos sociales son locales, las decisiones que afectan a todos se toman en gran medida desde las instancias europeas. “Los últimos acontecimientos en Grecia han mostrado que por encima de la soberanía de los pueblos está la de la Troika, y que por mucho que se cambie una realidad nacional, poco puede cambiar en una Europa como la actual”, comentaba en declaraciones a este diario.
Por parte del Campamento Dignidad, Manuel Cañada valoró la presencia de la marcha en Extremadura. En primer lugar para mostrar una región que sufre uno de los mayores índices de paro de España, con un 30 por ciento de personas apuntadas a las listas del paro (y un 60 por ciento de desempleo juvenil).
Un desempleo que según advierte ha generado situaciones de desigualdad y un aumento de la pobreza, y donde la lucha por la renta básica ha sido su bandera. Precisamente bajo esta defensa recuerda que nació un movimiento “combativo y vivo” del Campamento Dignidad, que ha arropado a la euromarcha en Extremadura, y que se une a ella con numerosos activistas hasta Bruselas.
