El obispo pide a los padres de Almoharín “una oportunidad” para el cura condenado por pornografía infantil
El obispo de Coria -Cáceres, Jesús Pulido, ha pedido en una reunión con familias de Almoharín dar “una oportunidad” al párroco del municipio cacereño, un sacerdote que fue condenado hace más de 20 años por distribuir pornografía infantil, según ha explicado la propia diócesis, que ha destacado la “total normalidad” con la que se están desarrollando las catequesis y demás actividades en la localidad.
Durante la reunión, que se produjo en la localidad a principios del mes de octubre, las familias de la parroquia entregaron al obispo las firmas recogidas en contra del sacedorte, también responsable de la iglesia de Valdemorales. El obispo se reunió con todas las familias que quisieron asistir al encuentro para conocer el motivo de la designación del sacerdote como párroco de la localidad, ha aclarado la diócesis extremeña.
Anteriormente, Pulido también se reunió con los alcaldes, por lo que el obispado da por cerrada ya la polémica sobre la continuidad del sacerdote como párroco de Almoharín y Valdemorales, localidades a las que fue designado a finales del pasado mes de junio.
El párroco fue designado a finales de junio y en septiembre, tras conocerse que hace 20 años había sido detenido y condenado dentro de una operación internacional contra la pornografía infantil al intercambiar material fotográfico en internet, la diócesis aclaró en un comunicado que le considera “apto para ejercer el ministerio sacerdotal, después de un proceso de rehabilitación y acompañamiento, como ha demostrado en su paulatina reinserción”.
En este sentido, señaló que actualmente el sacerdote, que fue condenado a un año de prisión, “dispone de certificado negativo de delitos sexuales emitido por el Ministerio de Justicia”, en el que se recoge que en el Registro Central de Delincuentes Sexuales no consta información penal sobre él. Además, la diócesis aseguró que se tomaron las “medidas pertinentes” para que “todas las parroquias sean un espacio seguro para los menores”, dejando en manos de seglares la labor catequética en ambos pueblos.
“Lamentamos profundamente las acciones que llevó a cabo el sacerdote y queremos manifestar nuestro firme compromiso en la lucha contra el abuso de menores y con la reparación a las víctimas de esta lacra en la sociedad y en la Iglesia”, expuso el obispado.
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