Piden medidas para recuperar la trashumancia

La Asociación Concejo de la Mesta y el Proyecto 2001 han instando a la administración a impulsar medidas para recuperar la trashumancia tradicional como un elemento fundamental en la lucha contra el cambio climático y como motor de generación de empleo en el medio rural. Así lo han manifestado en rueda de prensa el presidente de la Asociación Concejo de la Mesta, Jesús Garzón, y el coordinador del Proyecto 2001 para la recuperación de la trashumancia, Juan Serna, en rueda de prensa en Mérida para presentar la exposición “En Movimiento. La trashumancia en el Mediterráneo”. La muestra, que rinde homenaje a la existencia del pastoreo trashumante y nómada en el Mediterráneo, es fruto del trabajo de seis destacados fotógrafos profesionales de Marruecos, Túnez, España, Turquía, Líbano y Grecia. Tras pasar por París, Ginebra o Madrid, puede verse durante el mes de junio en el Patio Noble del Parlamento extremeño.

Ganadería extensiva Garzón ha reivindicado que la recuperación de la trashumancia debe ser “un gran proyecto de legislatura” pues “lo único que garantiza empleo rural y que esté ligado a la tierra es la ganadería extensiva”. Con la trashumancia, según ha dicho, se pueden generar inmediatamente y hasta 2020 “unos 3.000 puestos de trabajo para jóvenes mediante pequeñas cooperativas”. Asimismo, como defiende Naciones Unidas, ha resaltado la importancia de la ganadería extensiva para contribuir a resolver el problema del cambio climático (aumento de las temperaturas, subida del nivel del mar, avance de los desiertos y desaparición de algunos cultivos), así como para garantizar un desarrollo sostenible. Ha explicado que los terrenos en los que pastorea el ganado son los mayores sumideros de carbono del mundo, pues “cada hectárea de pastizal puede acumular en el subsuelo hasta 100 toneladas de carbono” e igualmente el ganado está mejorando diariamente el suelo. Según ha dicho, cada rebaño de 1.000 ovejas está produciendo tres toneladas de abono para el suelo, lo que hace que “la tierra tenga más capacidad de acumular agua y carbono en profundidad”. Además de la labor medioambiental, ha aludido a sus ventajas respecto a una producción de alta calidad en carnes, leche y sus derivados lácteos, y fibras como la lana merina, entre otros. Otro de los aspectos en los que, a su juicio, influye la trashumancia es en la dinamización turística, para concretar después que los corredores ecológicos, que se usan dos veces al año (en primavera y otoño) pueden ser utilizados durante todo el año para realizar excursiones de senderismo, a caballo o en bicicleta.

Cultura pastoril Ha reconocido que con el Proyecto 2001 dirigido a recordar la cultura pastoril y por el que se llevaron a cabo los primeros itinerarios trashumantes del 1993 al 1996, las Cortes Generales aprobaron una ley de vías pecuarias que, si bien “no se ha llegado a cumplir del todo”, ha obligado a las comunidades a respetar esas vías. Lo que falta por hacer, ha recalcado, son abrevaderos, fuentes limpias para que el ganado pueda beber cada seis kilómetros de entre los 20 ó 22 kilómetros que se recorren diariamente. Por último, Garzón ha remarcado que “España es un ejemplo a nivel mundial” de la importancia de la ganadería extensiva y ha mencionado que en el marco del citado proyecto se han movilizado 200 rebaños distintos por España, con 250.000 cabezas de ganado, que han recorrido 75.000 kilómetros de cañadas recuperadas. En los mismos términos, Juan Serna espera que la administración sea “sensible” con la causa y apoye de forma decidida la cultura pastoril y la recuperación de las vías pecuarias, ya que “hasta ahora solo ha habido buenas palabras pero no se concreta en nada”. Al igual que Garzón, ha citado la calidad de la producción extensiva frente a la producción industrial o intensiva, su potencial como nicho de empleo para los jóvenes y se ha referido además a su papel en la lucha contra incendios.