La Vera rescata recetas del Renacimiento para crear la marca Fogones Imperiales
La comarca extremeña de La Vera es el sitio elegido para poner en marcha el proyecto Fogones Imperiales, que distinguirá a los restaurantes que elaboren platos basados en la cocina del Renacimiento, una manera de reforzar este importante destino turístico que lleva el sello del Emperador Carlos V, que lo eligió para pasar sus últimos días.
La iniciativa de la Red de Cooperación de las Rutas de Carlos V ha comenzado por rescatar recetas del Renacimiento e ir adaptándolas al siglo XXI bajo la batuta de la Escuela Superior de Hostelería de Mérida, con la que están trabajando los hosteleros interesados en adscribirse a este nuevo sello de calidad. Los que deseen lucirlo, tendrán que cumplir unos requisitos que aseguren la excelencia.
Lo que pretende ser Fogones Imperiales es una marca turística de calidad que se extienda desde Extremadura al resto de la Red de Cooperación, de la que forman parte España Bélgica, Alemania, Holanda, Italia, Portugal, Marruecos, Túnez y Argelia. O sea, que llegue un momento en el que el viajero que se mueva por cualquiera de estos países sepa que en los establecimientos en los que figure el logotipo de Fogones Imperiales se puede comer lo que se comía en el siglo XVI que vivió Carlos V, esa figura que tanto da de sí a historiadores, productores de cine y televisión y gestores de turismo, ahora en formato gastronómico.
Paquete turístico Carlos V
El proyecto de crear una marca de calidad turística no se queda solo en lo culinario porque este primer paso se prevé completar con la creación de las marcas Hospederías Imperiales, Productos Imperiales y Artesanía Imperial, que junto a la de los Fogones formarían un paquete turístico Carlos V. Si se cumplen los plazos que manejan los promotores de esta iniciativa, buena parte de ese club debería estar funcionando de cara al público antes de que termine 2016.
La fama de comilón de Carlos V da mucho juego a este proyecto turístico. Precisamente de esa afición vendrían sus padecimientos con la gota y se cuenta, incluso, que llegó a pedir dispensa papal para poder comulgar después de haber comido, según recoge José V. Serradilla en su libro La Mesa del Emperador.
